buscar
videos
Entrevista a W. Goobar en el Noticiero de Telefé
Trailer documental sobre Estela Carlotto
Mujeres, según Galeano
Rmtrevista en Canal Metro
Emtrevista en Canal Metro
ESTELA: Documental de S. Di Florio y W. Goonar

Irán y la condena del holocausto

El canciller iraní, Mohamed Dyawad Sarif, protagonizó este domingo un giro copernicano en la política de la República Islamica, al condenar el asesinato masivo de judíos durante la barbarie nazi.

Por Walter Goobar
A corta distancia del monumento berlinés dedicado las víctimas del Holocausto, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamed Dyawad Sarif, protagonizó este domingo un giro copernicano en la política de la República Islamica, al condenar el asesinato masivo de judíos durante la barbarie nazi. En declaraciones al canal de TV alemán Phoenix, Mohamed Dyawad Sarif calificó el hecho como "una cruel tragedia funesta, que no se debe repetir jamás".
Esta postura representa un fuerte giro político tras años de negación de lo ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial por el gobierno iraní, que además rechazaba tajantemente reconocer el Estado de Israel. El actual gobierno de Teherán, en funciones desde 2013, ya se había distanciado de la postura del ex presidente Mahmud Ahmadinejad, quien siempre negó públicamente el Holocausto y no tuvo más que palabras de hostilidad hacia el Estado judío.
El actual presidente, Hassan Rohani, y el ministro de Exteriores Sarif, en cambio, saludaron en septiembre a "todos los judíos" para la festividad de Rosh Hashaná a través de Twitter. Sarif, quien habló del programa nuclear de su país en la Conferencia de Seguridad de Munich, aseguró que Irán quiere acabar con antiguos círculos viciosos y volver a generar confianza en el escenario internacional.
Hablando en un programa de la segunda cadena de la TV pública de Alemania, ZDF, el canciller iraní puntualizó que las negociaciones no deben ser bloqueadas por ningún país. Y agregó que ninguna potencia tiene derecho a prohibir a Irán el uso pacífico de la energía nuclear. Sarif subrayó que las negociaciones deben desarrollarse en el marco de las normas del derecho internacional.
En Berlín se valora el último gesto de Teherán como un éxito diplomático y un síntoma muy positivo de cara a las negociaciones del 18 de febrero en Viena con los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania.
Durante un encuentro con editores de periódicos celebrado en septiembre en Nueva York, Rohani había afirmado que "los nazis cometieron una masacre contra los judíos y la condenamos. Nunca querríamos estar del lado de un nazi." Teherán sigue considerando que Israel "empuja" a EE UU hacia una guerra con Irán, según consta en comunicados oficiales, pero Sarif ha dejado muy claro en el encuentro de Munich que Teherán está dispuesto a "entablar nuevas conversaciones para lograr nuevos consensos" y se ha referido a los representantes de los gobiernos occidentales presentes en la sala como a los "nuevos amigos" de su gobierno.
La negación del Holocausto fue un fenómeno relativamente reciente de la política iraní.
Irán e Israel tenían buenas relaciones cuando gobernaba el Shah. La Revolución islámica de 1979 dio paso a un nuevo período de hostilidad antiisraelí, aunque no acompañada de intentos de negar el Holocausto.
De hecho, durante la guerra entre Irán e Irak (1980-1988), Teherán se inspiró en muchas películas occidentales sobre la Segunda Guerra Mundial y la televisión nacional estaba llena de programas que se compadecían de las víctimas de la guerra, incluidos los judíos.
Realmente el primer funcionario iraní en poner en duda el Holocausto fue el ayatollah Ali Jamenei, líder supremo de Irán, que además es quien decide la política exterior.
En enero de 2002, Jamenei se refirió a las cámaras de gas en los campos de concentración como una historia sobre la cual la verdad "no estaba clara" y que se usaba como "propaganda sionista" para ganarse la compasión del mundo.
El presidente Mahmud Ahmadinejad siguió esta línea y en 2005, su primer año en el poder, calificó el exterminio nazi de los judíos como "un mito".
"El Holocausto era algo que sólo se leía en los libros de historia en Irán", explica a la BBC Mehdi Khalaji, investigador principal en el Instituto de Washington para la Política en el Oriente Cercano.
El premier israelí, Benjamin Netanyahu usó documentos de la era nazi para rebatir la negación de Ahmadinejad en 2009.
"Ahmadinejad fue quien trajo este término a la literatura política de Teherán y lo convirtió en uno de los elementos de su política exterior. Durante su mandato, Irán deseaba amenazar a Israel y era la manera más segura."
Meir Javedanfar, experto israelí sobre Irán y Medio Oriente que nació y creció en Teherán, cree que Ahmadinejad hizo de la negación del Holocausto un principio clave de su política exterior por dos razones.
"Primero, deseaba distinguirse de su predecesor, Mohammad Jatamí, quien se convirtió en una figura mundial cuando le propuso a la ONU la idea del diálogo entre las civilizaciones y religiones", dijo a la BBC.
"Segundo, creía que negar el Holocausto sería un golpe existencial para Israel. Pero no se daba cuenta de que negar el Holocausto sería percibido como antisemita en lugar de antiisraelí."
Durante el gobierno de Ahmadinejad, hubo esfuerzos por tratar de mostrar que Irán no era antisemita.
Probablemente el de más alto perfil fue una serie de televisión muy costosa y bien producida, titulada Zero Degree Turn (Un giro de cero grados), esencialmente una versión iraní de La Lista de Schindler.
Se basaba en una historia real de un diplomático iraní que salvó a muchos judíos durante la ocupación nazi de París, al darles pasaportes iraníes y permitirles refugiarse en su embajada.
Pero Ahmadinejad mantuvo su retórica, pese a la reacción internacional, pues creía que había encontrado el talón de Aquiles de Israel.
En diciembre de 2006 le ordenó a la Cancillería realizar una conferencia de dos días para revisar el Holocausto.
"La negación del Holocausto ha sido común en el mundo árabe durante décadas, pero la ideología de Ahmadinejad estaba arraigada principalmente en académicos revisionistas occidentales", indica Khalaji.
"Por eso, a la conferencia contra el Holocausto en Teherán acudieron principalmente occidentales e incluso algunos neonazis y miembros del Ku Klux Klan, más que islamistas."
"Ahmadinejad creía haber ejercido una presión sin precedentes contra Israel", señala Javedanfar. "Pero no se dio cuenta de que sólo logró fortalecer la postura israelí contra el programa nuclear iraní."
Rohani y su equipo han dejado en claro que quieren dejar atrás los años de la retórica de Ahmadinejad, mientras descomprimen la disputa sobre su programa nuclear.
En una entrevista con la cadena ABC a fines de septiembre, el canciller iraní describió el Holocausto como un "crimen atroz" y dijo que las declaraciones del ayatolá habían sido mal traducidas y sacadas de contexto.
"Jamenei llamó al Holocausto un mito, pero es improbable que niegue la aseveración del canciller", afirma, sin embargo, Khalaji.
"Ahmadinejad es ahora el chivo expiatorio. En la tradición de la República Islámica, los funcionarios suelen negar declaraciones previas, no explícitamente, sino culpando a los traductores o reporteros. En la diplomacia iraní, mala traducción significa darse por vencido."
Tiempo Argentino
04-FEBRERO-2014

libros
El tercer atentado
El caso de los dos atentados perpetrados en la Argentina, combina muchos de los temas más candentes de nuestra historia reciente: terrorismo internacional y terrorismo de Estado, espionaje, asesinatos políticos...
Osama Bin Laden El banquero del terror
Los mitos y las historias verdaderas sobre Osama Bin Laden se arremolinan en la imaginación de millones de seres humanos como el humo de las Torres Gemelas...
Copyright 2011 -- Todos los derechos reservados