Lejos de refugiarse en el odio, Rami Eñhanan y su esposa Nurit, ambos de 52 años, se acercaron a padres de chicos palestinos muertos por las tropas israelíes y con ellos trabajan por la paz a ambos lados de las trincheras.
Por Walter Goobar, desde Jerusalem
“Mi hija fue asesinada por un suicida palestino, pero la ocupación israelí es la verdadera culpable de su muerte", dice con tono pausado Rami Elhanan un diseñador gráfico israelí que hace cinco años tocó el fondo del dolor cuando su hija Smadar de sólo 13 murió por un doble atentado suicida perpetrado en Jerusalém: “Eran las 3 de la tarde y regresaba de su primer día de escuela. Estaba comprando libros con dos de sus mejores amigos. Para escapar de la primera bomba, huyeron en el camino del segundo terrorista que se detonó segundos después. Smadar murió al instante, al igual que uno de sus amigos. El otro estuvo en coma durante seis meses y quedó con secuelas de por vida”, recuerda Elhanan mirando la foto de su hija.
--¿A quien responsabiliza por la muerte de Smadar?
--(Suspira y hace una larga pausa) Creo que en última instancia mi hija fue asesinada por el terror de la ocupación israelí. Cada víctima inocente de ambos lados es una víctima de la ocupación israelí. La ocupación creo una situación de desesperación tal que les hizo creer a los dementes que mataron a mi hija que de esta manera cambiarían la situación. Hay una línea recta entre los asentamientos de colonos, y todas las víctimas del terrorismo y el antiterrorismo en este país. La ocupación es el cáncer que alimenta el terror palestino”, dice el padre de Smadar.
Lejos de refugiarse en el odio, Rami Eñhanan y su esposa Nurit, ambos de 52 años, se acercaron a padres de chicos palestinos muertos por las tropas israelíes y con ellos trabajan por la paz a ambos lados de las trincheras. Nurit, doctora en Lengua en la Universidad Hebrea de Jerusalém e hija del general Matti Peled, el primer militar israelí que se entrevistó con Yasser Arafat, explica que ninguna madre veradera podría pensar en consolarse con el asesinato del hijo de otra madre. “Israel se está volviendo un cementerio de niños. La Tierra Santa se está convirtiendo en una tierra devastada."
Nurit Peled admite haber pensado más de una vez en el tema de la venganza: "Me he preguntado muchas veces si siento la necesidad de vengar el asesinato de mi pequeña muchacha, que simplemente fue asesinada porque había nacido israelí, por un hombre joven que se sentía desesperado al punto de asesinar y suicidarse sólo porque nació palestino. Yo cito al poeta israelí Bialik, que dijo: ' Satanás no ha creado todavía una venganza para la sangre de un hijo."
En un artículo titulado “El dominio de la muerte”, la lingüista señala que los palestinos han aprendido de los israelíes el concepto de la venganza y es el ojo por ojo0 que ha convertido a laregión en el reino de la muerte: “los niños israelíes yacen la lado de los chicos palestinos, los soldados de la ocupación israelí al lado de los sucidas palestinos y ninguno recuerda quien fue David y quien Goliat porque han afrontado la cruda realidad y se han dado cuenta de que fueron engañados, les han mentido los políticos irresponsables y sin sentimientos que apostaron sus vidas de la misma manera que siguen apostando las de todos nosotros. Les hemos dado el poder a traves de elecciones democráticas para convertir nuestros hogares en el escenario de un perpétuo asesinato. Sólo si los detenemos, podremos volver a tener una vida normal y sólo entonces no nos dominará la muerte.”
"El dolor de perder a nuestra hermosa hija es insopritable pero nuestra casa no es una casa de odio. Uno puede sumergirse en su propia tristeza y simplemente esperar la muerte o puede intentar hacer algo distinto.
Nosotros empezamos a buscar contacto con personas como nosotros del otro lado. Tenemos ahora muchos amigos palestinos, padres que también han perdido a sus hijos. Estamos en una posición de poder. No podríamos quedarnos callados. Tenemos que hablarle al mundo. Este poder nos fue dado por nuestro desastre."
Junto con el escritor palestino Izzat Ghazzawi, cuyo hijo Ramy, de 16 años, fue asesinado por tropas israelíes, la pareja israelí fundó el Foro de las Familias que han perdido seres queridos. En diciembre último, el Parlamento Europeo les otorgó a Nurit y a Izzat el premio Sakharov a la libertad de expresión.
En la ocupada ciudad de Ramallah, invadida desde hace dos meses por fuerzas israelíes, el novelista y presidente de la Unión de Escritores Palestinos, Izzat Gazzawi relata con voz grave la muerte de su hijo: “Ramy fue asesinado por soldados israelíes en 1993. Tenía 17 años y estaba en la entrada de la escuela. Un grupo de colonos acusó a los chicos de haberles tirado piedras, vino el ejército y ellos se refugiaron en el colegio. Mi hijo estaba ayudando a otro compañero que había recibido un tiro en la pierna. En ese momento un colono le disparó un tiro al corazón. Se desangró durante 25 minutos mientras los soldados se negaban a permitir que lo llevaran al hospital. Créame, esa es la peór parte de esta historia, porque uno como padre siempre piensa que podría haber tenido una chance de salvarse. Era un chico muy pacífico, que hubiera seguido mis pasos y se hubiera dedicado a la literatura. Pero estuvo en el lugar equivocado, en el momento equivocado.... la muerte de mi hijo me cambió la vida pero al mismo tiempo me dio más fuerza para trabajar por la paz. Yo tenía dos opciones seguir trabajando para la paz o estar en contra de la paz, no hay chances de ser neutral en este tema. Yo veo la cara de mi hijo en todos los chicos, independientemente de que sean cristianos, judíos o musulmánes.
--“Mi relación con Izzat Gazzawi es la mejor prueba que hemos perdido a nuestros hijos pero que no hemos perdido la cabeza. Cuando hablo con él, sé exactamente como se siente y cuando hablamos de la paz, hablamos de un sentimiento muy profundo. Por eso, cuando la gente ve a un padre israelí junto a un padre palestino, codo con codo, tiene un efecto casi mágico: rompemos el mito de que no hay con quien hablar”, dice Elhanan
Tras el ultimo atentado suicida perpetrado en Tel Aviv, estalló una polémica en Israel en torno a la deportación de los familiares de los terroristas. Elhanan se atrevió a decir por radio lo que muchos israelíes no querían escuchar: “La madre de un suicida palestino tienen el mismo derecho a sentirse orgullosa de su como lo estoy yo del mío que es miembro de una unidad de élite del ejército”. Veterano de la guerra de Yom Kippur de 1973 y de la invasión israelí al Líbano, en 1982 , Rami cree que los militares israelíes que se niegan a servir en los territorios palestinos son los verdaderos héroes de esta historia. Los dos hijos de la pareja Elik, de 25 años y Tipo, de 23 lucharon en la frontera libanesa y ahora estudian en París, pero sus padres creen que si fueran convocados al ejército se negarían a servir en los territorios palestinos.
“Los israelíes tienen una actitud de mucho respeto frente al dolor. Están dispuestos a escucharnos porque aquellos que tienen víctimas en sus familias son considerados como una especie de héroes nacionales. Cuando damos charlas en las escuelas se producen discusiones muy vigorosas y emotivas. Tengo la sensación que quienes nos escuchan libran una gran batalla interior para no saber la verdad: no quieren saber que hay más de trescientos menores de 18 años muertos en la Intifada y que 206 de ellos son niños palestinos. Pero sus actitudes cambian cuando uno les muestra los mapas, les desmonta los mitos y les explica que estamos en un circulo interminable de violencia que genera ataques terroristas y venganzas sin fin.
Algunos acusan a la pareja de defender a los suicidas palestinos. En una reunión por la paz, un israelí los llamó "traidores" y gritó: "Lástima que ustedes no explotaron con su hija."
-¿Nunca lo han llamado traidor?
--Si, en más de una oprtunidad, también me han gritado que me deberían haber matado junto con mi hija, pero yo se a donde voy. Solamente les digo a los chicos que reemplacen los signos de exclamación por signos de interrogación. Esto es muy exitoso y es una mision para mi.
La ira de Rami cae sobre el primer ministro israelí, Ariel Sharon, el líder palestino Yasser Arafat y los Estados Unidos, más que sobre el suicida que mató a su hija. Para Para Elhanan no hay mayor diferencia entre los ex primeros ministros Benjamín Netanyahu, del derechista partido Likud y el laborista Ehud Barak: “Netanyahu se propuso matar el proceso de paz, Barak lo enterró ofreciéndoles a los palestinos algo que no podían aceptar”, dice Rami Elhanan. Cuando les muestro a los chicos el mapa que proponía Barak, no lo pueden creer: está acribillado por los asentamientos de los colonos. Cuando uno ve ese mapa comprende que Arafat no podía aceptar. Israel quería el máximo de territorio y el mínimo de población y quería que la policía palestina fuera una especie de subcontratista para prevenir el terrorismo.
Ambas naciones dieron grandes pasos: los palestinos cuando reconocieron la existencia de Israel, los israelíes cuando aceptaron la idea de la autonomía, pero faltaron dirigentes capaces de tomar decisiones dificiles. Actuaron como si tuvieran a un tigre agarrado por la cola: los dientes del tigre de Barak eran los colonos y los dientes del tigre de Arafat eran los grupos fundamentalistas de Hamas y la Jihad Islámica y no tuvieron el coraje de tomar las decisiones necesarias. Lo intentaron seis meses después en la conferencia de Taba, pero ya era demasiado tarde.
Según el palestino Izzat Gazzawi, los israelíes que están en el poder tienen un conflicto entre su ideología que sostiene el derecho exclusivo de Israel y la lógica que les indica que la coexistencia con los palestinos es posible. Lo que traba todo es el tema de los colonos. También entre los palestinos se plantea un conflicto entre la lógica –que implica la existencia de dos estados independientes -, y la ideología de algunos grupos extremistas que sostienen que no pueden ceder nada. En ambas sociedades, la gente cree que no hay otra solución que la constitución de dos Estados para dos pueblos. Los moderados de ambos lados están de acuerdo en esto. No se trata de aceptar la “versión” de la paz de los palestinos o de los israelíes. Sino de que realmente sea la estrategia de ambos.
Izzat Gazzawi, Rami El hanan y su esposa Nurit coinciden en que las organizaciones terroristas logran su fuerza de la política ce castigos masivos implementada por Israel: “Hay una cultura de la desesperación: los jovenes están desempleados, las granjas son destruidas, las familias se empobrecen, se rompe la estructura familiar porque ni siquiera se puede visitar a los parientes, no hay forma de reanudar una vida normal. Toda la sociedad palestina se ha visto afectada por la estrategia del castigo masivo”, dice Gazzawi. Nurit Peled señala que "Hamas obtiene poder de la ira de su pueblo. Si se les devolviera la dignidad a las personas, el honor y la prosperidad, al poner fin a la ocupación, Hamas perdería poder."
Para Rami Elhanan todo lo que hace falta para conseguir la paz está escrito ý casi firmado durante la conferencia de Taba: no habrá derecho al retorno de los refugiados palestinos, habrá retirada total de Israel de Gaza y Cisjordania a los límites de 1967, Jerusalén será dividida y los israelíes tendrán que renunciar a la soberanía del Monte del Templo, pero el Muro de los Lamentos quedará bajo control israelí. Todo está escrito. Es sólo una cuestión de tiempo y de cuantas más vidas se va a cobrar. Puede llevar un año, diez o 500 como en Irlanda, pero creo que vamos a tener paz en el preciso momento en que el precio de no tener paz exceda el de tenerla.
Revista Veintitrés
18-JULIO-2003