Un total de 1.132 franceses están implicados de algún modo en el yihadismo en Siria e Irak, y de ellos 376 se encuentran en estos países, incluidas 88 mujeres y diez menores, según el fiscal de París, François Molins.
Walter Goobar
Una hoguera donde arden los pasaportes del millar de franceses reclutados por el Estado Islámico inaugura un video de siete minutos de duración producido por Al Hayat, la división mediática del grupo a cargo de los mensajes divulgados en idiomas distintos al árabe. “¿Qué esperan? ¿Por que no inician la ’hégira’ (emigración)? ¿Cómo aceptan trabajar en la tierra del ’kufr’ (infiel) cuando Alá ha abierto la puerta para que lleven a cabo el mejor de los actos?”, lanza Abu Osama al Faransi (’el francés’, en lengua árabe) junto a una decena de combatientes, arma en mano.
“Este es un mensaje de sus hermanos franceses que han hecho la hégira para los musulmanes que aún habitan la tierra del ’kufr’. Fortalecen su economía y pagan los impuestos que luego emplean para combatirnos y matar a nuestras hermanas, mujeres y niños. ¿No se avergüenzan? Arrepiéntanse ante nuestro señor, venid y uníos”, agrega el yihadista en una arenga destinada a aumentar desesperadamente el reclutamiento. “Llegará el día -advierte- en que las fronteras se cerrarán y te quedarás, solo con lágrimas y arrepentimiento”.
Y agrega: “Muchas de nuestras mujeres hicieron la ‘hégira’ mientras estaban embarazadas y dieron a luz aquí. La ruta es sencilla, por lo que no hay excusas”. El vídeo incluye el testimonio de otros combatientes franceses como Abu Maryam al Faransi. “Los ‘muyahidines’ de todo el mundo no dudarán en, si hay posibilidad, cortar sus cabezas. No conocerán lo que es la seguridad”, aventura antes de insistir en que la “yihad” es una “obligación individual”. “¿Es que no miran a su alrededor? Simplemente llevar el niqab (la prenda femenina que cubre todo el cuerpo salvo los ojos) es muy difícil”, concluye.
El joven Abu Salma al Faransi es el tercer acólito del califato –proclamado a caballo entre Siria e Irak– en ofrecer su alocución. Su discurso resulta ser el más despiadado: “Si no pueden llevar a cabo la ‘hégira’, trabajen dentro de Francia. Aterrorízenlos y hagan que no puedan dormir por la inseguridad y el miedo. Hay armas y coches a su alcance y objetivos listos para ser golpeados”. El militante llama además a utilizar cualquier método para derrotar al enemigo. “Envenenen el agua y la comida de al menos un adversario de Alá. Matenlos, escupan en sus caras y atropellen con sus coches. Hagan lo que puedan para humillarlos, porque es lo que merecen.”
Abu Salma avisa a las autoridades francesas de que vencer a los yihadistas en su feudo de Irak y Siria no resultará una tarea fácil. “Emigramos con nuestras familias, que crecerán aquí. Todas estas generaciones lucharán contra ustedes”, dice el soldado del Estado Islámico (EI). El nuevo video se difunde días después de que el EI hiciera pública la decapitación del trabajador humanitario estadounidense Peter Kassig junto a 18 soldados sirios.
Un total de 1.132 franceses están implicados de algún modo en el yihadismo en Siria e Irak, y de ellos 376 se encuentran en estos países, incluidas 88 mujeres y diez menores, según el fiscal de París, François Molins.
Ante este hecho, el llamado Centro de Prevención Contra las Derivas Sectarias del Islam (Cpdsi), un think tank creado y dirigido por Dounia Bouzar, experta en antropología de las religiones, acaba de hacer público una encuesta de la que se hace eco www.leparisien.fr y que desmiente varios de los tópicos atribuidos a los jóvenes franceses que se suman a la yihad mundial.
El 80% de las familias con un hijo yihadista se declaran ateas, el 67% son de clase media y el origen inmigrante solo se concreta en un 10%.
“En nuestros estudios anteriores (…) aparecía claramente que el discurso del islam radical tocaba prioritariamente a las familias fragilizadas en el plano social y familiar –explica Dounia Bouzar–. Hoy, ese discurso llega a imponerse en jóvenes de familias muy diversas”.
El Cpdsi ha encuestado a 160 familias, que empezó a contactar desde el mes de febrero. Dounia Bouzar advierte, sin embargo, que estas familias constituyen solo “la punta del iceberg”, ya que se trata de “gente que confía en el Estado”, mientras que “el gran problema que muestra nuestro informe es cómo tocar las clases populares”, que representan el 16% de los casos.
En general, en un 63% se trata de jóvenes entre los 15 y los 21 años, solo un 5% de los cuales habían cometido actos delictivos. En cambio, en un 40% habían presentado cuadros de depresión, lo que lleva a pensar a los autores del estudio, señala Le Parisien, “que el adoctrinamiento funciona con más facilidad en jóvenes hipersensibles que se cuestionan el sentido de sus vidas”.
Ese adoctrinamiento se produce por internet en un 91% de casos. Pero lo más interesante –y algo no deja de ser una sospecha creciente entre los observadores atentos–, es que la religión y “el paso por la mezquita” no es algo prioritario. En cambio, sí se produce una ruptura con los amigos, los estudios y el entorno en general.
Así, los autores del estudio creen que los reclutadores han “afinado sus técnicas” al punto de poder llegar a “individualizar la oferta” y orientarla a jóvenes muy diferentes.
Se trabaja, sin embargo, sobre cinco aspectos:
-El modelo de “caballero heroico”, dirigido a los chicos.
-La “causa humanitaria”, especialmente útil para captar chicas.
-La búsqueda de un liderazgo, y la necesidad de pertenecer a un grupo o una comunidad.
-Las referencias a los videojuegos (tipo Call of Duty).
Todo esto se utiliza mezclado con todo tipo de teorías de la conspiración para hacer ver al joven que vive en una sociedad corrupta y que es necesario abrazar ideales más altos.
El estudio ha detectado que todo esto se transmite a través de tres series de videos. En la primera, el objetivo es persuadir al joven de que vive en un mundo corrompido, materialista, lleno de mentiras, dominado por un complot.
En la segunda, se abunda en las teorías conspirativas, algunas de ellas muy viejas y que a veces poco o nada tienen que ver con el islam: los illuminati y los masones, los siete sabios de Sión, cultos satánicos, sociedades secretas que gobiernan el mundo...
La tercera evoca el fin de los tiempos, con un combate final del verdadero islam contra los infieles para salvar el mundo. “Habrá un último profeta, que emergerá de entre los yihadistas, y solo aquellos que le hayan seguido se salvarán”, señala Dounia Bouzar.
El mensaje mesiánico es evidente, pero la oferta de “una comunidad virtual de sustitución en un espacio virtual”, como menciona el informe, ha sufrido un cambio enorme desde que Abu Bakr el Bagdadi, líder del Estado Islámico, declarara en Mosul (Irak) un califato, es decir, un territorio “real y concreto”.
En este sentido, y aunque el estudio del Cpdsi no abunda en ello, cobra especial significado el nombre de Dabiq. Esta localidad siria al norte de Alepo es donde, según la profecía que utiliza el EI, se dará la batalla final contra los infieles. También es el nombre de la lujosa revista que edita el Estado Islámico en inglés –entre otros idiomas– para captar adeptos.
Dabiq fue tomada por los yihadistas el pasado verano, y en el reciente vídeo de las decapitaciones de soldados sirios y del estadounidense Peter Kassig se dice que más infieles “van a ser enterrados en Dabiq”.
El Estado Islámico se propone reclutar a jóvenes de origen marroquí o magrebí que estudian biología y química en las diferentes universidades de Alemania para su posible participación en la elaboración de armas químicas.
Según ha informado el diario marroquí Al Ahdaz al Magrebiya, los servicios de inteligencia militar de Alemania, en colaboración con sus homólogos de Marruecos, han efectuado desde hace unos días un seguimiento de cerca a los estudiantes sospechosos.
La organización tiene como objetivo poder atraer a estudiantes alemanes de doble nacionalidad y de origen magrebí, concretamente marroquíes y tunecinos, que estudian en universidades en Berlín, Francfort y Dusseldorf, ha explicado el diario.
Citando fuentes informadas, el periódico ha subrayado que el EI intenta crear un “equilibrio de fuerzas” en su guerra con la coalición internacional, encabezada por Estados Unidos, mediante la fabricación de armas biológicas con la ayuda de especialistas en este ámbito.
Asimismo, el diario ha recordado un informe de los servicios secretos estadounidenses que reveló anteriormente el hallazgo de un ordenador portátil de un estudiante sirio de química, miembro de EI, con informaciones sobre la manera de fabricar armas biológicas y químicas.
Además, el diario ha citado otras informaciones sobre el posible reclutamiento por parte del EI de jóvenes magrebíes especialistas en informática y refinería, cirujanos y médicos que se incorporaron recientemente a la yihad en las filas del grupo en Irak y Siria.
Un informe reciente del centro de investigación estadounidense, Soufran Group, ha cifrado el número de combatientes extranjeros en las filas de EI en Irak y Siria en 12.000 individuos procedentes de 81 países, de los que 58% de estos combatientes proceden de Túnez, Arabia Saudita y Marruecos, por este orden de importancia.
Por su parte, un estudio español señala que la mayoría de los yihadistas condenados o muertos en atentados en España recibió algún tipo de entrenamiento o adiestramiento en ese país o en el extranjero (en Bosnia o Argelia). La inmensa mayoría de ellos, el 96,7% se integran en células, lo que muestra que los llamados lobos solitarios no son una tendencia en España. Son datos del Real Instituto Elcano, que esta semana ha presentado su informe Cambios en las pautas de implicación yihadista en España 1995-2013 en la Casa Árabe de Madrid.
El Estado Islámico (EI) ha reclutado un ejército de cientos de miles de combatientes extranjeros, muchos más que lo que preveían los cálculos de la CIA, según un alto dirigente kurdo. La capacidad del EI de atacar en muchos frentes ampliamente distanciados en Irak y Siria al mismo tiempo muestra que la cantidad de militantes combatientes es por lo menos de 200.000 soldados, es decir siete u ocho veces más que los cálculos de los servicios de inteligencia extranjeros que los cifran en unos 31.500.
Fuad Hussein, jefe de gabinete del presidente kurdo Massoud Barzani, dijo en una entrevista con el diario británico The Independent el domingo que “hablo de cientos de miles de combatientes porque son capaces de movilizar a los jóvenes árabes en el territorio que han tomado”.
Calcula que el EI controla un tercio de Irak y un tercio de Siria con una población de entre 10 y 12 millonesde personas en un área de 250.000 kilómetros cuadrados, el tamaño de Gran Bretaña. Eso asegura a los yihadistas una gran reserva de potenciales reclutas.
Miradas al Sur
23-NOV-2014