LA IRA DE LOS AYATOLLAS

Doce pruebas que apuntan a Irán

De los “Ayatolas Nucleares” a “La Pista Carapintada”, un detalle de las doce pruebas que, sin formar parte del expediente, apuntan a la responsabilidad de Irán en el atentado a la AMIA.

Por Walter Goobar
Encubrimientos y errores voluntarios plagaron la causa AMIA de pistas falsas. Sin embargo, existen decenas de evidencias políticas, diplomáticas y periodísticas sobre la responsabilidad de Irán y Hezbollah tanto en el atentado contra la mutual judía como en el que voló la Embajada de Israel en Argentina.

El hecho de que Estados Unidos pretenda utilizar la causa AMIA para justificar una posible invasión a Irán, no le quita responsabilidad al régimen de Teherán en los atentados; y quienes desestiman la acusación del fiscal Alberto Nisman argumentando que se basa exclusivamente en fuentes de inteligencia, no se han tomado el trabajo de leer el exhaustivo análisis de más de 800 páginas en las que jueces y fiscales probos de Francia, Suiza y Alemania establecieron la responsabilidad de Irán en atentados similares perpetrados en esos países. Nadie osó acusar de "oportunistas" a los jueces y fiscales que tardíamente permitieron encarcelar a Jorge Rafael Videla o a Augusto Pinochet, y a nadie se le ocurrió argumentar la inocencia de los acusados en base a la impunidad de la que gozaron durante décadas. 
Hace diez años, en el libro El Tercer Atentado ( Ed. Sudamericana), documenté la responsabilidad de Irán en los atentados perpetrados en la Argentina y su vinculación con las promesas nucleares incumplidas del menemismo. El carácter errático, contradictorio y arriesgado de las aventuras nucleares y armamentistas desencadenaron la ira de los ayatolas (clérigos chiítas) y contribuyeron a la elección de Argentina como blanco del primer atentado. Luego, los mensajes ambiguos y las negociaciones secretas hicieron que Argentina quedara definitivamente incorporada en la agenda del terror. La investigación de la causa AMIA no se basó en dudosas fuentes de inteligencia sino en fuentes diplomáticas y medios internacionales -en muchos casos iraníes, árabes y libaneses-. Aunque no estuviera en los legajos del destituido juez Galeano, la verdad sobre los atentados siempre estuvo allí, solo había que salir a buscarla. A continuación se enumeran una docena de pruebas que no forman parte de la causa y que apuntan a la responsabilidad de Irán en los atentados: 
 
EVIDENCIA 1: EL TRIANGULO DEL MENISCO
Para entender lo ocurrido en Argentina es necesario acortar los 13.700 kilómetros de distancia física, mental y política que nos separan de Irán y los 12.200 que nos separan de Israel y del Líbano. 
En escasos seis meses, contando a partir del inicio de la Conferencia de Madrid (octubre de 1991), el responsable militar de Hezbollah, Imad Mughniyeh suministró la mejor localización geográfica posible para tres comandos con infraestructura local suficiente como para garantizar el funcionamiento de la organización. 
Para Hezbollah, la expansión a nivel mundial constituía el mejor -sino el único- reaseguro de supervivencia a los acuerdos de paz: tenía un comando en Canadá, cerca de la frontera con Estados Unidos y otro en Europa; pero "el triángulo del menisco" - así llamaban los clérigos chiitas a la Triple Frontera- estaba demostrando que verdaderamente podía ser el punto de articulación del chiismo en sudamérica.

Un informe confidencial redactado por un influyente parlamentario iraní, indicaba que la Argentina "presentaba un campo tan propicio como Argelia para propagar el fundamentalismo". 


EVIDENCIA 2: FUNDAMENTALISMO EN EL ONCE
--"Israel debe desaparecer de la faz de la Tierra", declaró el clerigo iraní Moshen Rabbani durante un acto organizado por los Hermanos Musulmanes en el primer piso de la confitería El Molino, Rivadavia y Callao, el 11 de abril de 1991. En el salón no había más de 150 personas, incluyendo un nutrido grupo de comerciantes y fabricantes textiles que tienen sus negocios en el Once. 
El video de ese acto muestra un salón estaba adornado con inmensos retratos del ayatola Jomeini, emarcado por una bandera de guerra argentina y otra iraní. El discurso de Rabbani –que cuatro meses antes del atentado a la AMIA obtuvo estatus diplomático- despertó los aplausos de la audiencia: "Irán, a través de Hezbollah, está haciendo su aporte a la revolución islámica mundial y al pueblo palestino". Entre los asistentes al acto se encontraba la plana mayor del cuerpo diplomático iraní, el historiador peronista Fermín Chávez, Hector Villalón -un extraño personaje del peronismo ultraortodoxo con estrechos vínculos entre los círculos del poder en Teherán-, un grupo de ex-Montoneros que combatieron en el Líbano y conservan sus vinculaciones con el chiismo, y una docena de carapintadas entre los que se contaban varios expertos en explosivos que viajaron reiteradamente a Teherán. 
 
 
EVIDENCIA 3: AYATOLAS NUCLEARES
Cuando Carlos Menem asumió el poder, por expreso pedido de Zulema Yoma creó a la medida de su cuñado Karim Yoma la Secretaría de Asuntos Especiales de la Cancillería: un híbrido diplomático desde donde se manejaron paralelamente los acuerdos de cooperación con Italia y España, junto con arriesgados negocios con Irán, Irak, Siria y Taiwán. Antes de acceder al cargo en la Cancillería, Karim Yoma ya oficiaba de lobbista iraní en Buenos Aires y proponía que Argentina concediera un status especial a sus relaciones con Irán. 
Asi, Yoma comprometió a la Argentina en proyectos nucleares por un total de 300 millones de dólares, que sumados a la provisión de dos reactores totalizaba unos 500 millones de dólares. Entre las "facilidades suplementarias" que los iraníes obtuvieron, se incluía un reactor mediano que podía proveer en poco más de un año el plutonio necesario para la fabricación de una bomba atómica. 
 
EVIDENCIA 4
LA GUERRA DEL GOLFO
A fines de 1991, tras la suspensión de los contratos nucleares, el canciller iraní, Ali Akbar Velayati, explicó que a partir de la Guerra del Golfo, la Argentina se había alineado incondicionalmente con el Gran Satán y con el pequeño Satán y había cancelado unilateralmente un embarque de máquinarias y herramientas fabricadas por la empresa INVAP (Investigaciones Aplicadas) de Bariloche y destinados a la Atomic Energy Organization of Iran (AEOI). Irán podría haber entablado un juicio multimillonario contra la Argentina, pero prefirió seguir presionando: recién en 1996 -cinco años después de la ruptura contractual-, presentó una demanda por 100 millones de pesos, aunque en menos de un mes se llegó a un arreglo extrajudicial por 5,5 millones. 
 
EVIDENCIA 5
LA SEGUNDA ISRAEL
Tanto en Teherán como en Beirut la Argentina era considerada un país extraño, lleno de judíos y con un presidente descendiente y a la vez traidor de la causa árabe. Lo más llamativo, sin embargo, era la denominación que figuraba en los correos reservados de la Cancillería iraní, donde se calificaba a la Argentina como "la segunda Israel" porque "es un territorio de sionistas". 
 
EVIDENCIA 6: "EL FUERTE ARGENTINO"
"No hay verdades en Beirut, sólo versiones". La frase, acuñada por un veterano corresponsal, se corroboró con las marchas y contramarchas de la reivindicación del atentado perpetrado en contra la Embajada de Israel en Argentina. 
El viernes 20 de marzo de 1992 el semanario libanés Al-Ahd, editado por Hezbollah, publicó la reivindicación del atentado contra la Embajada de Israel en Buenos Aires hecha por la Jihad Islámica dos días antes, así como la desmentida efectuada al día siguiente a través de un llamado telefónico. El editorialista del periódico escribió: "Los sionistas están bebiendo de la misma copa amarga de la que obligaron a beber en el pasado a un pueblo oprimido. ¿Cómo podrían los oprimidos dejar de regocijarse en el fondo de su corazón frente a este evento?”

El 21 de marzo de l992, mediante un video de 90 segundos sin sonido tomado desde un vehículo que mostraba el frente de la Embajada de Israel, Hezbollah autenticaba el atentado con este nuevo comunicado entregado a la televisión libanesa. El texto de la reivindicación habla por sí mismo: "La operación del mártir (Niño Hussain) es un regalo para los mártires y los creyentes. Los fragmentos de su cuerpo, esparcidos por todos lados nos enorgullecen. Junto a ellos estalló el fuerte Jaibar argentino, y lo dejó destruido. También tembló el mundo sionista y lo llenó de miedo (...) Siempre vamos a estar esperándolos. La guerra está declarada y vamos a seguir atacando y no vamos a ceder. Seguimos ... Hasta la exterminación de Israel. Organización Jihad Islámica- Marzo l992, Mes de Ramadán".- 
 
EVIDENCIA 7: SERMON DEL VIERNES
Irán también reivindicó aquel atentado. Dos días después de la explosión en la calle Arroyo, el líder de Hezbollah, jeque Hassan Nasrallah, recibió una cálida recepción en el Parlamento iraní y el presidente del legislativo ayatola Mehdi Karubi advirtió que "Israel sufrirá constantes golpes de venganza en distintas partes del mundo". 
El 20 de marzo de 1992 el ayatola Meshkeni, iba a pronunciar el sermón de los viernes. Por ser uno de los sacerdotes de más alto rango en Irán y allegado al líder espiritual Ali Jamenei, la palabra de Meshkeni tendría un carácter decisivo para comprobar la autoría del atentado. Meshkeni, se refirió entonces al atentado contra la embajada de Israel en Argentina (aunque equivocadamente mencionó a Chile): "Otro punto que debe ser mencionado se refiere a las victorias de los palestinos oprimidos en varias partes del mundo en los últimos días. Ellos volaron la embajada de Israel en Chile (en lugar de Argentina) que está situada en el punto más alejado de Sud América matando a por lo menos 24 personas e hiriendo a 223. El centro de la cuestión es que el caballero responsable de esta acción -por quien yo me saco el sombrero, porque algunas veces una sola persona se convierte en motivo de orgullo para toda una nación- dijo que esto era el equivalente a la bomba que mató a Sayyid Abbas Mussawi. Esta fue una acción de represalia, y todavía no es suficiente: habrán muchas más. 
 
EVIDENCIA 8
LAS REUNIONES SECRETAS
Durante la segunda semana de mayo de 1992, es decir, un mes y medio después del primer ataque terrorista, representantes del gobierno argentino se reunieron secretamente en Europa con funcionarios iraníes de primer nivel para "renegociar" los contratos nucleares que habían sido suspendidos unilateralmente por la Argentina. 
"Cada vez que se negociaba con los iraníes uno tenía la sensación de estar haciendo malabarismos con nitroglicerina", confió una fuente cercana a esa negociación.

Para compensar moral y económicamente a Irán por los contratos nucleares incumplidos y prevenir nuevos ataques terroristas, Argentina se comprometió a proveer clandestinamente armas a los musulmanes de Bosnia que en abril de 1993 -tras el conflicto con los croatas-, improvisaron su propio ejército. 
Hubo por lo menos seis reuniones secretas en Paris: cuatro se realizaron en el hotel Bristol, una en el hotel Lutetia y otra en un departamento de la avenida Kleber. En el encuentro que se llevó a cabo en el hotel Lutetia participaron la hija del presidente bosnio-musulmán Alia Izetbegovic, el embajador bosnio en Suiza, Mohamed Filipovic y miembros de los servicios de inteligencia argentinos y españoles. 
Violando el embargo de material bélico impuesto por la ONU, los embarques de armas argentinas partieron en barcos de bandera croata o de conveniencia desde los puertos de Campana y Buenos Aires; y en aviones Boeing 747 -en algunos casos iraníes- desde el aeropuerto de Ezeiza y la base aérea de Tandil. 
 
 
EVIDENCIA 9
MALOS AUGURIOS
A pesar de que los argentinos ni se enteraron, junio de 1994 fue un mes cargado de malos augurios: mientras la Corte Suprema confesaba su incapacidad para investigar el atentado contra la Embajada de Israel, dejando trascender que estaba considerando cerrar la causa, Hezbollah anticipaba la inminencia de un atentado al término del Campeonato Mundial de Fútbol; advertía, además, que no necesariamente lo iba a reivindicar. 
"Esperen a que llegue el mes de julio", declaraba un alto dirigente de la Jihad Islámica a la revista londinense Foreign Report . "Líderes de la Jihad Islámica, el ala militar de Hezbollah planean intensificar su ofensiva contra blancos israelíes durante el mes próximo", advertía la publicación británica, el 30 de junio de 1994, en un artículo titulado "Julio sangriento en las fronteras israelíes".

"Ya se enterarán cuando se produzca (la venganza o la represalia). Aunque no necesariamente la vamos a reivindicar", amenazó el emisario de Hezbollah-Jihad Islámica: el día después del fin del Mundial, la AMIA voló.  
 
 
EVIDENCIA 10
LA PISTA CARAPINTADA
Sesenta y siete días antes del atentado a la AMIA aparecieron cruces svasticas acompañadas de la inscripción "Rico 95" en el barrio de Once. El 12 de mayo de 1994, el diario La Nación informaba que la policía había detenido en Sarmiento al 2600 a tres militantes del MODIN mientras pintaban símbolos nazis. 
El 2 de junio de 1994 (46 días antes del atentado) se realizó en el local de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) un homenaje al ayatola Jomeini al que asistió el embajador de Irán y contó con la adhesión del MODIN y de las agrupaciones "Lucha peronista" y "Reconquista", ligadas a Mohamed Ali Seineldín. La publicación de Rabanni, el Mensaje del Islam, que fue distribuido en el acto, estuvo dedicado al tema de la Guerra Santa. 
El 18 de julio de 1994, a pocos minutos del atentado, el carapintada y experto en explosivos Jorge Pacífico aparece en tres videos conversando con un policía en actitud de evaluar los daños. Pacífico dice que estaba en un bar de Pasteur y Corrientes porque iba a encontrarse con el apoderado nacional del MODIN, Enrique Rodríguez Day, para comprar un BMW usado que se exhibía por allí. Otra casualidad llamativa es que junto a Pacífico estaba Miguel Angel Burgos, otro carapintada que condujo una camioneta Dahiatsu camuflada como ambulancia que estuvo frente al edificio de Pasteur apenas unos minutos después de la explosión. El vehículo utilizado en las campañas electorales del MODIN, se llevó una persona herida que no ha podido ser identificada. 
Norberto Ceresole, otro carapintada vinculado a Irán publicó en 1996 el libro " Terrorismo Fundamentalista Judío" (CEAM, Buenos Aires, 1996) en el que se sostiene la hipótesis que los responsables del atentado contra la sede de AMIA y DAIA pertenecen a la extrema derecha judía opositora de los procesos de paz. El libro fue financiado por Irán. 
 
EVIDENCIA 11
ESTUDIANTES ESFUMADOS 
Sobre un total de 93 estudiantes iraníes -que en su mayoría cursaban las carreras de Ciencias Económicas y Medicina en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA)-, cuatro desaparecieron inexplicablemente después del atentado consumado con un cohe-bomba que partió del estacionamiento ubicado precisamente frente a esas facultades. 
 
EVIDENCIA 12
DIPLOMACIA EXPLOSIVA
En agosto de 1994, poco después del atentado contra la AMIA, Argentina e Irán retiraron a sus respectivos embajadores marcando así el congelamiento de las relaciones diplomáticas que quedaron a cargo de los respectivos Encargados de Negocios. Sin embargo en marzo de 1996 el autor de esta nota reveló los antecedentes terroristas del Encargado de Negocios: "Alí Sagahian tiene la misión de formar nuevas células terroristas en la Argentina", afirmó el director del Centro de Estudios árabes e iraníes de Londres, Alí Nurizadeh,  que había investigado durante años las actividades clandestinas de los diplomáticos iraníes. Agregó además que la misión de Sagahian consistía en "transformar cada embajada iraní en el extranjero en un centro de inteligencia y una base para exportar la revolución". Tras la publicación por parte de este cronista del frondoso prontuario de Sagahian, la Cancillería argentina lo invitó a retirarse discretamente del país. 
 
Revista 7 Días