El 12 de julio, la cumbre de dirigentes de la Eurozona dictó condiciones al primer ministro griego Alexis Tsipras, que incluyen la venta de los activos públicos que quedan en Grecia.
Walter Goobar
El 12 de julio, la cumbre de dirigentes de la Eurozona dictó condiciones al primer ministro griego Alexis Tsipras, que incluyen la venta de los activos públicos que quedan en Grecia. El acuerdo es una continuación de la terapia de choque aplicada a Grecia los últimos cinco años. Va más lejos que todo lo que se haya votado hasta ahora. Incluye un paquete de austeridad presentado por la troika, hay cambios institucionales importantes. Lo que se agregó, y que le da un sabor particularmente feroz, es el programa de privatizaciones que sube a un nivel increíble –50 mil millones de privatización–. Absolutamente todos los bienes públicos serán vendidos. No sólo eso, sino que serán transferidos, todos, a una institución completamente independiente de Grecia. Atenas será completamente despojada de cualquier forma de control político. Esto es típico del proceso Treuhand que privatizó todos los bienes públicos en Alemania del Este.
Los dirigentes de la Eurozona exigieron que los activos públicos griegos se transfieran a un fondo independiente rebautizado Fondo de Desarrollo de la República Helénica (HRADF) para ayudar a hacer el reembolso programado de los nuevos préstamos y recapitalización de bancos y otros recursos. El fondo se estableció en julio de 2011 después de la crisis de la deuda soberana griega, al que Syriza se opuso y suspendió la mayor parte de las privatizaciones planificadas cuando llegó al poder.
Ben Chu (The Independent) informa que Alemania propuso originalmente que el HRADF fuese manejado desde Luxemburgo por un banco estatal alemán, provocando acusaciones en los medios sociales de un “golpe” alemán.
Esta es la lista de bienes enumerados en la web de HRADF para compradores interesados:
Lotería estatal.
Apuestas hípicas.
Instalaciones olímpicas.
Aeropuerto Internacional de Atenas.
37 aeropuertos regionales.
Puerto del Pireo y 100% de las acciones de otros 11 puertos.
Muchas dársenas para yates.
Complejos turísticos.
Bienes raíces estatales, especialmente en islas de ensueño.
Baños termales en el continente.
Hoteles con alto valor histórico y cultural en lugares privilegiados.
Propiedades de bienes griegos en Nueva York, Washington y Belgrado.
Y la Public Power Corporation S.A., que suministra energía a cuatro quintos de la población del país.
Otras compañías que podrían venderse incluyen un importador y distribuidor de gas natural, tres refinerías, la compañía de aguas de Atenas, el proveedor postal, ELTA, y más de 645 kilómetros de carreteras, TRAINOSE (transporte ferroviario y de autobuses) y ROSCO (que mantiene los trenes griegos).
Ben Chu agrega que el FMI calcula que los recursos estatales en venta de Grecia tienen un valor de cerca de la mitad de la suma necesaria y que los ingresos de futuras privatizaciones probablemente serán de sólo 500 millones de euros por año: “A esa tasa, los 50.000 millones de euros necesarios no se alcanzarán en 100 años”.
Su conclusión: “El fondo es más bien una medida para preservar el prestigio de Alemania, elaborada para dar la impresión a los votantes alemanes de que los griegos pagarán por su propio rescate”.
Miradas al Sur
30-07-2015