Terrorismo y diplomacia

"Alí Sagahian, el diplomático iraní que reemplazará como Encargado de Negocios en la Argentina al baleado Rajavi Yazdi, tiene la misión de formar nuevas células terroristas en la Argentina", afirma el director del Centro de Estudios árabes e iraníes de Londres, Alí Nurizadeh que ha investigado durante años las actividades clandestinas de los diplomáticos iraníes.

Por Walter Goobar
 Si bien la Cancillería argentina dice no disponer del currículum del nuevo diplomático iraní (ver recuadro), Alí Saghaian aparece profusamente nombrado en una extenso informe publicado en 1990 en el diario árabe Al Dustur bajo la firma de Alí Nurizadeh. "Alí Saghaian no es un mero agente de inteligencia" -explicó a Página/12 el director del centro de estudios londinense - "es un discípulo de Javad Mansouri, fundador y primer comandante de los Guardias Revolucionarios que en 1982 fue nombrado viceministro de Relaciones Exteriores con una misión específica: "transformar cada embajada iraní en el extranjero en un centro de inteligencia y una base para exportar la revolución". El experto en temas iraníes explica que Saghaian ha sido enviado a Buenos Aires para reorganizar las células clandestinas tras los dos atentados terroristas ocurridos en el país y concluye con una drástica advertencia:"Si Alí Saghaian está en la Argentina, pobre de ustedes. Tarde o temprano van a tener problemas".
   A propósito del asesinato de tres diplomáticos sauditas en Bangkok (Tailandia), el diario Al-Dustur publicó el 12 de febrero de 1990 un informe especial bajo el título "Quién es responsable del asesinato de los diplomáticos sauditas: Las redes del terrorismo iraní en el exterior", en el que se describe a Alí Saghaian "como un ex-oficial del ministerio de Inteligencia y guardia privado de Javad Mansouri que se desempeñó como Consul General en la embajada iraní en Karachi (Paquistán). Según Alí Nurizadeh, la tarea de Alí Saghaian incluía "el reclutamiento de jóvenes paquistaníes para ser enviados a Teherán donde reciben instrucción en la producción y el uso de explosivos y armas, además de adoctrinamiento ideológico a partir del estudio de los libros del profesor Javad Mansouri". El `hermano-doctor' Mansouri, es uno de los teóricos que reformularon varios principios del fundamentalismo para que adoptase forma política en la vida moderna. En su libro titulado Revolución y Diplomacia, escribe que "nuestra revolución sólo puede ser exportada con granadas y explosivos".  "
   En la mayoría de los países, los diplomáticos son personas a las que no les gusta decir lo que piensan; sin embargo, los representantes de la primera nación del siglo XX en crear un Estado plenamente teocrático se rigen por principios menos diplomáticos y más drásticos. Desde el puesto de vice-canciller Mansouri fue remplazando pacientemente a los diplomáticos de carrera por Guardias Revolucionarios y miembros de los servicios de inteligencia. Ente la camada de cuadros que ingresaron a la Cancillería se encontraba el entonces futuro embajador iraní en Argentina, Hadi Soleymanpour. Dentro de la Cancillería, Soleymanpuor se ocupó de dos áreas: la de Europa occidental y la de Movimientos de Liberación que, -según los servicios secretos occidentales-, es la sección encargada de organizar y dar apoyo a ciertos grupos terroristas que aceptan la dirección de Teherán.
   De acuerdo a las directivas impartidas por Javad Mansouri, a comienzos de los años 80, Roma era el centro de las actividades para-diplomáticas iraníes en Europa y el jefe de la red era el embajador de Teherán en el Vaticano. Cuando el centro operativo italiano fue puesto en descubierto, Teherán trasladó sus actividades a Suiza y a fines de los 80 Hadi Soleymanpour fue nombrado embajador en España y unos años más tarde en la Argentina.
   A comienzos de los noventa, tras el ascenso del presidente Alí Akbar Rafsanjani al poder, Javad Mansouri debió dejar el puesto de vice-canciller y se convirtió en embajador en Paquistán. Mansouri aceptó el

 traslado sólo después de que el líder espiritual de la revolución, el ayatola Alí Jamenei le aseguró que el aparato cripto-diplomático permanecería bajo su control y que todas las embajadas continuarían desarrollando los programas específicamente diseñados para cada país.
   Desde la cobertura diplomática que le ofrecía un aparentemente inofensivo cargo de Consul General en Karachi (1986-1993), el actual Encargado de Negocios de Irán en la Argentina- Alí Saghaian se convirtió en un formidable reclutador de cuadros fundamentalistas. Tras la retirada soviética de Afganistán (1989) muchos combatientes islámicos volvieron a Paquistán para buscar nuevos escenarios donde librar las batallas de la jihad (Guerra Santa). Algunos de ellos los encontraron en la Argentina: tres terroristas con pasaportes paquistaníes realizaron desde un departamento cercano las tareas de reconocimiento previas al atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires.
    Existe una constante de violencia en los destinos diplomáticos asignados a Alí Saghaian: Vino a la Argentina a reemplazar como Encargado de Negocios Rajavi Yazdi que fue atacado en Barrancas de Belgrano por un desconocido que le disparó dos tiros. Durante la permanencia de Saghaian en Karachi, el titular del Centro Cultural Iraní en Paquistán, Sadeg Ganji fue asesinado a balazos por un grupo paquistaní en diciembre de 1990. Los investigadores locales concluyeron que el atentado fue una consecuencia indirecta de los actos terroristas que conducía Ganji bajo la cobertura de actividades culturales. Otro miembro del Centro Cultural que resultó herido declaró: "Sadeg Ganji había convertido el Centro Cultural en un sitio para propagar las ideas de Jomeini... Intimidó y provocó a los grupos que recibían ayuda de los sauditas y de los occidentales arrogantes. El mantenía estrechos contactos con los grupos chiitas y recientemente había fortalecido los lazos con sus líderes". Aún hoy se registran en Karachi diez muertes diarias producto de la violencia entre militantes del fundamentalismo chiitas apoyados Irán y sus rivales sunitas apoyados por Arabia Saudita e Irak.
   Durante la estadía de Alí Saghaian en Paquistán se incrementaron las actividades de desestabilización contra gobierno de Benzair Bhutto quien había sido caracterizada como "un peligro real para el movimiento revolucionario (jomeinista) en la región" por Javad Mansouri, según consta en la antología de sus discursos publicados por el Instituto de Estudios Políticos de la Cancillería iraní en julio de 1989. Según Mansouri, Benazir Bhutto debía ser eliminada de la escena política -por las masas o por medio del asesinato- porque toda su familia se jactaba de su secularismo y Benazir no ocultaba su admiración por la democracia y el pluralismo. Las dos profecías se cumplieron. En agosto de 1990, Benazir Bhutto la primera presidenta elegida democráticamente en Paquistán fue derrocada. Cuando retornó al poder intentaron asesinarla.     El grupo de pseudo-diplomáticos integrado por Mansouri y sus discípulos -entre los que se cuenta Alí Saghaian- se volvió tan peligroso en los países musulmanes que cuando Teherán decidió enviar a uno de sus miembros como embajador en uno de los estados del Golfo Pérsico, la Cancillería iraní recibió un cable del país anfitrión con el siguiente mensaje: "Agradecemos su comunicación en la que proponen enviar a Mohammed Reza Baqeri para reemplazar al embajador saliente. Debido a que nuestro pueblo odia los explosivos, les rogamos enviar a otra persona para encabezar la legación diplomática".






RECUADRO I
  (Por W.G.) En agosto de 1994, poco después del atentado contra la AMIA,

 Argentina e Irán retiraron a sus respectivos embajadores marcando así el congelamiento de las relaciones diplomáticas que quedaron a cargo de los respectivos Encargados de Negocios. Según las normas diplomáticas que se rigen por la Convención de Viena, el antiguo embajador Hadi Soleymanpour tenía potestad para dejar al Encargado de Negocios, Rajavi Yazdi a cargo de la misión iraní, sin necesidad de que Argentina concediera el correspondiente placet diplomático. Sin embargo, para que Alí Saghaian remplazara al baleado Rajavi Yazdi quien ahora se retira de la Argentina hizo falta una carta del Canciller iraní Alí Akbar Velayati a su par argentino Guido Di Tella solicitando la acreditación de Saghaian. En todas las Cancillerías del mundo esa carta va acompañada por un currículum del nuevo diplomático que es debidamente analizado por los funcionarios del país anfitrión para conocer el perfil del nuevo huésped, su desempeño en  destinos anteriores y evitar sorpresas desagradables, como el espionaje y el terrorismo, entre otras cosas. A través del análisis de la foja de servicios se puede prevenir otra práctica usual e irregular de la diplomacia iraní que consiste en acreditar como Agregado Cultural -por ejemplo- a un funcionario anteriormente acreditado en otro país como Agregado Militar.  Sin embargo, tanto la Oficina de Ceremonial como la Sección Africa del Norte y Medio Oriente de la Cancillería argentina reconocieron a este diario que aún no poseen el currículum de Alí Saghaian y sugirieron que Página/12 lo solicitara a la embajada de Irán ya que esto serviría de recordatorio a los iraníes sobre la necesidad de cumplimentar este trámite. El curriculum entregado por la embajada de Iran a este diario indica que Alií Saghaian tiene 39 años, está casado, tiene 4 hijos y es licenciado en psicología de la Universidad Allame Tabatabai de Teherán. Allí consta que demás de haberse desempeñado como Consul General de Irán en Paquistán entre 1986 y 1993, Saghaian fue Director del Departamento de Relaciones Públicas de la Cancillería iraní entre 1992 y 1993 y Subdirector de Asuntos de Ceremonial desde 1993 hasta el presente. Sin embargo el Director del Centro de Estudios árabes e iraníes de Londres, Alí Nurizadeh afirma que bajo la cobertura de la Dirección de Relaciones Públicas entre 1992 y 1993 Alí Saghaian fue el responsable de coordinar las operaciones del ministerio de Inteligencia y los Guardias Revolucionarios en América del Norte y América del Sur y que por eso conoce en profundidad las actividades clandestinas iraníes desarrolladas en el continente.

RECUADRO II
  (Por W.G.) Funcionarios iraníes de primer nivel han declarado públicamente y en reiteradas oportunidades (por ejemplo en el diario Al Watan Al Arabi, 25-10-1991) que "los diplomáticos de la República Islámica deben ser devotos miembros de Hezbollah", una organización que ha sido declarada ilegal en la Argentina. Este requisito de membresía le confiere un papel decisivo a la Cancillería y los diplomáticos iraníes en la misión de exportar la revolución islámica. Una mirada atenta a la foja de servicios de los enviados iraníes revela rápidamente que la diplomacia convencional constituye solamente una parte de sus actividades. De los siete diplomáticos de ese país citados por el juez Juan José Galeano, para ser interrogados por su presunta participación en los atentados contra la embajada de Israel y la sede de la AMIA, por lo menos tres fueron enviados a Buenos Aires con fines muy precisos. Los representantes iraníes fueron seleccionados y nombrados en sus cargos por el vice-canciller Hussein Sheik Asasalam, un importante personaje que cursó estudios en una universidad norteamericana y que tiene a su cargo el nombramiento de agentes de información en los puestos diplomáticos de las embajadas. Entre sus ocupaciones figura también el manejo de las valijas diplomáticas para actividades non-sanctas:
* Abbas Zarrabi Khorasani: Cumplió funciones de Primer Secretario de la Embajada de Irán en Argentina entre el 7 de noviembre de 1987 -fecha de

 acreditación- y el 29 de junio de 1993. De acuerdo a la causa judicial estaba en Buenos Aires el día en que la Embajada de Israel fue atacada. Trabajó durante seis años en Departamento América Latina de la Cancillería. En 1993 fue nombrado director adjunto de la Fundación de los Desheredados.
* Golam Reza Zangeneh: Se desempeñó como Segundo Secretario encargado de la sección comercial de la embajada (Acreditación en Argentina desde el 17 de diciembre de 1993) estuvo en Italia y Hungría y es miembro de los servicios de inteligencia iraníes. Zanganeh no sólo es diplomático sino que también tiene relaciones privilegiadas con el jeque Subhi Tufayli de Hezbollah y fue enviado a la Argentina con la intención de poner en la embajada a un hombre de alto rango de Hezbollah para organizar la nueva base de operaciones.
* Ahmad Reza Ashgari: Nació en la ciudad de Alíguda en 1961. Entre 1979 y 1984 formó parte de la Séptima División de los Guardias de la Revolución. Fue trasladado a la Cancillería en 1986 pero conservó su puesto entre los Guardias Revolucionarios. Se desempeñó como Tercer Secretario de la legación diplomática, habiendo sido acreditado como diplomático en la Argentina desde el 11 de julio de 1991. Un breve resumen de su paso por la Argentina lo señala como el organizador de una red integrista en Tucumán. Según el juez Juan José Galeano, Ahmad Reza Ashgari habría estado presente en Buenos Aires, -o por lo menos debió estarlo conforme con la documentación con que se cuenta- para la fecha del atentado a la Embajada de Israel. Según los registros de la Cancillería, también estaba en Buenos Aires el 18 de julio de 1994, fecha del atentado contra la AMIA. Dejó Buenos Aires una semana después del segundo atentado.
„h Ahmad Allameh Falsafi: Se desempeñó como Tercer Secretario de la Embajada de Irán y recibió su acreditación diplomática el 24 de julio de 1992, pero ingresó al país seis meses antes, el 24 de enero de 1992. Cesó su actividad en la sede diplomática el 22 de septiembre de 1992. De acuerdo a estas circunstancias habría prestado funciones en la Embajada de Irán durante el ataque a la Embajada de Israel en Buenos
Diario Página/12
01-MAR-1996