El director de la Oficina de Contraterrorismo israelí dijo a esta revista que desde la región parte el 20 por ciento del presupuesto anual de la organización.
Por Walter Goobar
La región de la Triple Frontera –en el límite entre la Argentina, Brasil y Paraguay– ha sido blanco de reiteradas acusaciones de ser un santuario de actividades terroristas, lavado de dinero y tráfico de armas. Sin embargo, estas acusaciones provenientes en primer término de los servicios de inteligencia de Estados Unidos e Israel, no siempre han estado fundadas en datos objetivos. Ahora, uno de los máximos responsables israelíes en la lucha contra el terrorismo aseguró a Veintitrés que la organización fundamentalista Hezbollah recauda unos 50 millones de dólares anuales en la Triple Frontera. El general Dany Arditi, director de la Oficina de Contraterrorismo y asesor del premier Ariel Sharon, precisa que “de acuerdo con la información que consta en nuestro poder, estimamos que el financiamiento que llega desde la Triple Frontera al Hezbollah representa el 20 por ciento del presupuesto anual de esta organización”. Hezbollah es la principal sospechosa de los atentados en Buenos Aires contra la Embajada de Israel y la AMIA.
Fuentes de la comunidad musulmana en la Triple Frontera y hasta el embajador del Líbano en la Argentina aducen que Hezbollah es un partido político y que el dinero se destina a asistencia humanitaria. Arditi responde que “es difícil discriminar qué parte de ese dinero se aplica al financiamiento de actividades terroristas y qué parte se aplica a gastos de funcionamiento y acción social”.
Revista Veintitrés
Numero edicion: 346 24/02/2005