Peligro inminente

En octubre de 1995 el Comando Estratégico de los EEUU (STRATCOM) elaboró un "libro plateado", destinado al presidente y al secretario de Defensa, detallando los blancos iraníes, las armas asignadas, los cronogramas de ataque y una estimación lo que eufemísticamente se denominan "daños colaterales", es decir víctimas y daños civiles.

(Por Walter Goobar) 
   Acosado por la posibilidad cada vez más cierta de que Washington pase de la diplomacia retórica a la de los misiles, el gobierno iraní advirtió ayer que Estados Unidos recibirá una dolorosa lección si decide atacar militarmente a la república islámica. En la entrevista concedida al diario árabe Al Hayat cuyo contenido se reproduce en esta página, el canciller Ali Akbar Velayati señaló que "Irán no es más débil que Vietnam, ni Estados Unidos es más fuerte de lo que era entonces". Con el trasfondo de la creciente tensión entre Washington y Teherán a raíz de las acusaciones norteamericanas que señalan a Irán como el principal promotor de la escalada terrorista internacional, las declaraciones de Velayati revelan un creciente grado de preocupación ante una eventual aventura militar en el Golfo Pérsico.
   Según los simuladores de guerra del Pentágono recién en el año 2002 EEUU enfrentará militarmente a Irán, que tras el debilitamiento de Irak y la adquisición de capacidad nuclear se convertirá en la nueva potencia con ambiciones hegemónicas regionales. Sin embargo, los plazos parecen haberse acortado dramáticamente y una operación punitiva estadounidense-israelí contra instalaciones nucleares, militares o contra alguna de las once bases terroristas existentes en Irán se ha tornado en una cuestión inminente.
  En el informe Guía para la Planificación de la Defensa, que está caratulado como "reservado", el secretario de Defensa William Perry ubica a Irán como la primera de siete prioridades que determinan la planificación militar estadounidense. Aunque ese país aún no posee otra cosa que ambiciones nucleares, ya ha sido incorporado al SIOP (Single Integrated Operational Plan), el plan norteamericano para la próxima guerra con armas atómicas. Independientemente de lo que uno opine sobre el régimen de los ayatolas o sobre sus ambiciones nucleares, la incorporación de Irán a los rituales de la planificación nuclear estadounidense indican que en la era de la post-Guerra Fría los enemigos virtuales y las amenazas reales han pasado a ser una misma cosa.
   En octubre de 1995 el Comando Estratégico de los EEUU (STRATCOM) elaboró un "libro plateado", destinado al presidente y al secretario de Defensa, detallando los blancos iraníes, las armas asignadas, los cronogramas de ataque y una estimación lo que eufemísticamente se denominan "daños colaterales", es decir víctimas y daños civiles.
   Irán también se ha convertido en la principal amenaza para Israel: El 5 de marzo de 1995 el servicio de inteligencia militar israelí (Aman) entregó al entonces premier Yitzhak Rabin y a su gabinete una evaluación estratégica anual que previamente había sido discutida durante dos meses con el Mossad (inteligencia exterior) y el Shin Beth (inteligencia interior). El informe establece que Irán es el principal enemigo de Israel y que en un plazo de tres años ese país puede acceder a armas nucleares.
   Inicialmente, norteamericanos e israelíes habrían discutido la posibilidad de un "bombardeo quirúrgico" durante la cumbre antitterrorista llevada a cabo en Sharm el-Sheik (Egipto) convocada después de una sangrienta ola de atentados suicidas perpetrados en Israel. Fuentes europeas dejaron trascender que los pilotos que llevarán adelante la operación punitiva están recibiendo entrenamiento específico desde comienzos de este año. La fuerte oposición de los europeos, que enviaron misiones exploratorias a Libia e Irán, demoraron los planes que -entre otras cosas- hubieran significado la reelección casi automática del laborista Shimon Peres y que en 90 días pueden llegar a determinar la de Bill Clinton en 90 días.
   Sin embargo, el ascenso del Likud al gobierno israelí y el deseo del premier Benjamin Netanyahu de estrechar lazos con la administración Clinton ha potenciado las condiciones para esta empresa de alto riesgo.
Una serie de puestos claves en el nuevo gobierno han sido ocupados por veteranos del Sayeret Matkal, una unidad suporsecreta que depende del Estado Mayor del ejército y constituye "el brazo armado del Mossad".
  El nuevo titular del Mossad es el general Dani Yatom. Conocido por el sobrenombre de "el prusiano", Yatom fue uno de los legendarios comandantes del Sayeret Matkal. "El prusiano" tomó parte en el rescate de los de Entebbe (1976), y del vuelo 705 de Sabena (1972), donde tuvo como subalterno a Benjamin Netanyahu, el actual premier israelí. El ex-jefe del ejército, el laborista Ehud Barak, a quien todos los analistas apuestan como probable sucesor de Netanyahu en el cargo, también sirvió en el Sayeret Matkal. Esto a llevado a algunos analistas israelíes a advertir sobre el peligro que implica la convergencia en esos puestos claves de una elite acostumbrada al sigilo y a las operaciones espectaculares.
   Todos estos temores se han acrecentado en las últimas horas. En las Naciones Unidas el representante irani Kamal Kharrazi denunció el miércoles la violación del espacio aéreo por parte de aviones militares estadounidenses. En una carta dirigida a la Secretaría General de la ONU, Kharrazi dijo que uno de los 20 aparatos F-14 y F-16 detectados por los sistemas de radar iraníes rompió la barrera del sonido sobre la zona donde se encuentra el complejo nuclear de Busheir, en el sector norte del Golfo Pérsico.
   Un portavoz militar norteamericano declaró ayer que los 24.000 efectivos desplegados en la región "participan en una maniobra militar denominada "Rugged Nautilus" y que los vuelos se realizaron en espacio aéreo internacional y no hubo violación de espacio iraní". Esa misma fuente afirmó que los ejercicios que durarán cuatro meses buscan "mantener nuestra disposición y nuestra capacidad de responder a las contingencias". 
  No existen guerras resolutivas, porque cada una engendra la siguiente. Pero para la Argentina que cuenta con el siniestro antecedente de dos atentados terroristas sobre los que pesan fuertes sospechas de participación iraní, una operación punitiva estadounidense y la subsecuentes represalias de Teherán multiplicarán al máximo el riesgo extremo con el que cada argentino se ha visto obligado a vivir desde las bombas en las calles Arroyo y Pasteur.
Página//12
08-AGO-1996