Tráfico nuclear

El comercio clandestino iraní

A partir de numerosas compras frustradas, entre las que se cuenta la anulación del contrato argentino para proveer máquinas y herramientas para la Organización de Energía Atómica de Irán (AEOI) fabricadas por la empresa INVAP (Investigaciones Aplicadas) que determinó un abrupto deterioro en las relaciones entre ambos países y coincidió temporalmente con el atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires, Irán montó una compleja red de aprovisionamiento clandestino de materiales nucleares y misilísticos.

 (Por W.G.) Alemania, que es el principal socio comercial de Irán, también es el epicentro del comercio clandestino iraní. A partir de numerosas compras frustradas, entre las que se cuenta la anulación del contrato argentino para proveer máquinas y herramientas para la Organización de Energía Atómica de Irán (AEOI) fabricadas por la empresa INVAP (Investigaciones Aplicadas) que determinó un abrupto deterioro en las relaciones entre ambos países y coincidió temporalmente con el atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires, Irán montó una compleja red de aprovisionamiento clandestino de materiales nucleares y misilísticos.
   En marzo de este año los servicios de inteligencia occidentales descubrieron que hace dos años, tres iraníes considerados los mayores traficantes de armas en Europa compraron el idílico aeropuerto civil de Hartenholm, ubicado a solo 35 millas al norte de Hamburgo, la ciudad puerto donde comienza "la ruta iraní".
   En 1993 el traficante de armas Mehdi Kashani y el ex viceministro del Petróleo Mussa Khayer Habibollahi ofrecieron ocho millones de dólares a los dueños alemanes del aeropuerto de Hartenholm. El monto duplicaba lo que Heinz-Erich Schreitmuller y el dentista Reinhard Uhlig habían pagado cuatro años antes. Por ese precio, los dos alemanes accedieron a seguir figurando como dueños en los papeles, pero la dirección de la estación aérea que cuenta con una flotilla de doce aviones Cessna, nueve depósitos y un club de paracaidismo pasaron a manos de un tercer iraní Nick Ahmed Semnar.
  Para adquirir componentes nucleares, los contrabandistas iraníes emplean en algunos casos las viejas rutas utilizadas anteriormente por Irak y Paquistán pero están fragmentando, dispersando y enmascarando sus compras de tal manera que resultan prácticamente imposibles de detectar. La ciudad-puerto de Hamburgo donde residen 30.000 iraníes es la cabecera de puente para las operaciones de compra ilegal de armamentos y tecnología que son coordinadas desde la embajada de ese país en Bonn donde también se han planeado los asesinatos de más de 60 disidentes políticos en el exilio. Además de las instituciones sociales y religiosas, en Hamburgo operan tres bancos iraníes, la aerolínea Iran Air tiene dos vuelos directos cada semana, y casi a diario amarran en el puerto barcos iraníes.
  Desde el aeropuerto de Hartenholm las mercancías ilegales son transportadas en pequeñas aeronaves a Polonia y otros países de Europa del Este y de allí por tierra a Viena o Bruselas donde es nuevamente embarcada en aviones de carga destinados a Irán o en camiones hasta los puertos del Mediterráneo o el Adriático. En muy contadas oportunidades los iraníes toman posesión de sus compras ilegales en Europa o Rusia, sino que la mayor parte de las veces las hacen trasladar a terceros países para escapar de la vigilancia de los servicios de inteligencia occidentales. Con frecuencia la carga se transborda a uno o varios barcos en aguas internacionales para evadir los seguimientos. Las operaciones iraníes cuentan con apoyo sirio y paquistaní y la mercadería frecuentemente es despachada a uno de esos dos países y luego redirigida a Irán que ha suscripto convenios de colaboración en materia nuclear con los dos países.
  En marzo, cuando se reveló el escándalo en torno al aeropuerto de Hartenholm, los tres iraníes sindicados como propietarios abandonaron Alemania. El ex viceministro del Petróleo Mussa Khayer Habibollahi señalado por algunos servicios de inteligencia como el responsable en Europa de la adquisición clandestina de armas, desapareció de su residencia londinense mientras que el traficante de armas Mehdi Kashani se esfumó de Madrid.
Página/12
28-JUN-1995