Si Cristina hace las cosas bien, no la va a pasar bien porque si cumple con la decisión de transferir otros 15 puntos del PBI a los asalariados, la pelea con la derecha va a ser dura.
Por Walter Goobar
Si Cristina hace las cosas bien, no la va a pasar bien porque si cumple con la decisión de transferir otros 15 puntos del PBI a los asalariados, la pelea con la derecha va a ser dura y la presidenta necesitará un nuevo sujeto político capaz de dar el debate económico e ideológico en los medios de comunicación y de movilizar a los sectores progresistas de la sociedad frente a una derecha que siempre aprende más rápido que el progresismo y aprovecha sus errores.
Aunque fracturadas, las elites, siempre bajo un aparente manto superador de la antinómia entre peronistas y antiperonistas, se están integrando en una nueva derecha.
En ese sentido, el espinoso tema de la concertación será uno de los mayores desafios que deberá afrontar Cristina Férnandez para garantizar la gobernabilidad durante los próximos cuatro años.
Otro de los desafios de la Presidenta será hacer suyos los reclamos de mejorar la calidad institucional pero dandole una acepción distinta de la quele otorga esa derecha que siempre alentó los golpes de Estado y colaboró con las dictaduras.
Para esa derecha la calidad institucional significa que en vez de ganar quienes hasta ahora ganan, deberían ganar los que hasta ahora pierden. En ese contexto, las acusaciones de irregularidades en los comicios no son más que virtual confesión de impotencia política.
Lo raro es que no se tenga en cuenta la alegría de los que son mayoría pero la Presidenta debería tener en cuenta que -más por errores propios que por aciertos ajenos-, la nueva derecha ha logrado reinstalar los viejos prejuicios políticos en la clase media.
La timorata clase media considera una traición de clase: quien por origen y educación debiera estar dirigiendo su mensaje hacia ella no la tiene en cuenta ni en su discurso ni en su acción política.
Una de las claves del proximo Cobierno será la aptitud para transformar la concertación en la creación de un sujeto político superador de la atomización de los dos partidos tradicionales.
Aunque con toda probablibidad en una primera etapa el Gabinete de Cristina esté signado por el continuismo, las confirmaciones y los recambios ministeriales serán los mejores indicadores de las prioridades más inmediatas de la Presidenta.
Así como Néstor Kirchner manejó de cerca los hilos de la economía, Cristina va a manejar los de la política exterior.
El canciller Jorge Taiana seguramente será ratificado en su puesto, pero casi nadie duda que Cristina será su propia canciller por el énfasis y la psión que que le pondrá a la política internacional.
Hay una parte muy importante de la política exterior que es el comercio exterior. En esa área seguramente será confirmado el Secretario de Relaciones Economicas Internacionales, Alfredo Chiaradia, pero también cobrará una creciente influencia el titular del Banco Central, Martín Redrado. A diferencia del actual ministro de Economía, Miguel Peirano que tiene una idea productivista de la economía y probablemente continúen en ese cargo en una primera etapa, Redrado está más cerca de las visiones especulativas que de las industrialistas.
Sin hacer demasiados retoques en Economía, Cristina va a establecer nuevas relaciones con los actores políticos -oficialistas -u opositores-, que tengan que ver con la centroizquierda en América Latina y Europa.
No es dificil adivinar que Cristina se va a adedicar -con más profundidad que N´Néstor Kirchner- a cultivar la relación con EEUU. Dos fifuras claves en ese terreno son el cónsul argentino en Nueva York, Héctor Timmerman y su hermano el asesor financiero, Javier Timmerman. Allí una de sus prioridades será la apuesta por la futura presidencia de Hillary Clinton.
Con el FMI Cristina va a ser tan cuidadosa y rígida como su antecesor para evitar que el Fondo se meta por la ventana. El reciente ofrecimiento de de cancelar la deuda con el Club de París a cambio de permitir auditorías del Fondo, será rechazado de plano.
La nueva jefa de Estado va a tener una presencia internacional activa, sin sobreactuaciones e independiente de los oficialismos va a buscar interlocutores que piensan parecido. En ese contexto, serán prioritarias las relaciones con Hugo Chávez en Venezuela, con Luiz Inacio Lula Da Sikva en Brasil y con Rafaél Correa en Ecuador.
Lejos del fantasma de populismo que agita la oposición, Cristina Férnandez tiene en claro que la Argentina tiene una sociedad con Venezuela de la que no se puede prescindir. En ese sentido, hay venezuela para rato y ella con su estilo va a seguir cultivando esa relación.
Con Lula, es probable que la química personal sea mejor de lo que fue con Néstor Kirchner que mantuvieron una relación signada por los encuentros y los desencuentros. Quienes conocen a los Kirchner aseguran que Cristina se entenderá mejor con el mandatario brasileño, con el ecuatoriano Rafaél Correa y con la chilena Michelle Bachelet de cuyos errores ha sacado bastantes lecciones.
En lo que respecta a los tres grandes conflictos en los que está involucrada la Argentina, con Uruguay por las pasterascon Irán por la causa AMIA, y con Gran Bretaña por Malvinas, Cristina no se va a mover un milímetro de las posturas instrumentadas por Néstor Kirchner.
En el conflicto con Uruguay por la instalación de las pasteras, la relación no va a cambiar porque el único arreglo posible sería que Uruguay informe sobre las actividades de Botnia y Uruguay no puede informar porque no tiene la información porque ha firmado un convenio de protección de inversiones. Esa relación nose va a modificar hasta que haya un fallo en la Corte de La Haya.
Otro tema inamovible será el de exigir que Irán colabore con la justicia argentina en el esclarecimiento del atentado a la AMIA. Sobre este tema, sólo podría haber una escalada que desemboque en una ruptura de relaciones que implicaría el cierre de las embajadas, cosa que por el momento no se contempla.
Lo mismo ocurre con el tema Malvinas,: esta vez la Dama de Hoerro es argentina
dIARIO bae
27-oct-2007