La recompensa por la captura de Abu Musab Al Zarqawi, el enigmático jordano al que EEUU culpa de los atentados y los secuestros que casi diariamente sacuden las calles de Irak, asciende a 25 millones de dólares. Pero cuando uno escarba en la historia del rpersonaje a quien la revista Newsweek ha bautizado "el terrorista más peligroso del mundo", surgen contradicciones en la historia y la estrategia de Zarqawi. Lo único seguro respecto a este pseudo líder insurgente. apodado e"el degollador de los infieles", es que EEUU ha encontrado en él a un nuevo enemigo público número uno. Al igual que Bin Ladeb, el nuevo Demonio es un ángel caído: un agente de la CIA que se ha vuelto contra su creador.
Por Walter GoobarEl precio por su cabeza alcanzó en pocos meses la paridad con la cotización de la de Osama Bun Laden, aunque nadie sabe a ciencia cierta si son socios o competidores. La recompensa por la captura de Abu Musab Al Zarqawi, el enigmático jordano al que EEUU culpa de los atentados y los secuestros que casi diariamente sacuden las calles de Irak, asciende a 25 millones de dólares. Pero cuando uno escarba en la historia del personaje a quien la revista Newsweek ha bautizado "el terrorista más peligroso del mundo", surgen contradicciones en la historia y la estrategia de Zarqawi. Lo único seguro respecto a este pseudo líder insurgente. apodado e"el degollador de los infieles", es que EEUU ha encontrado en él a un nuevo enemigo público número uno. Al igual que Bin Ladeb, el nuevo Demonio es un ángel caído: un agente de la CIA que se ha vuelto contra su creador.
ZARQAWI ESTA EN TODAS
Coches-bombas, secuestros, toma de rehenes y ejecuciones. Tantas acciones y tan complejas que parece difícil sean dirigidas por un solo hombre: A Abu Musab Al Zarqawi lo acusan de un número tan grande de delitos que resulta materialmente imposible que haya cometido todos. Se lo responsabiliza de los atentados contra la embajada de Jordania en Bagdad (17 muertos), la sede de la ONU en la capital iraquí (24) y una comisaría italiana en Nasiriya (28). Y de la muerte del clérigo chiíta moderado Ayatollah Al-Hakim y de otras 50 personas a la entrada de una mezquita de Nayaf. También se lo culpa de la mayoría de los más de 100 secuestros de extranjeros perpetrados. En Irakasi como del deguello en cámara del norteamericano Nick Berg.
Hasta enero de 2003 se oía hablar muy poco de Abu Musab Al Zarqawi. Ilustre desconocido, en un breve lapso se huso mas famoso que el cowboy de Marlboro. Zarqawi fue catapultado a la fama internacional en febrero de 2003, apenas seis semanas antes de la invasión norteamericana a Irak El entonces secretario de Estado Colina Powell mencionó a Zarqawi ante el Consejo de Seguridad de la ONU para avalar la falsa teoría de las armas químicas. El desconocido terrorista jordano fue presentado como la v prueba contundente de que el Irak de Saddam Hussein (totalitario y laico), mantenía relaciones con Al Qaeda.
DE BAGDAD A MONTHY PYTHON
Abu Musab Al Zarqawi y su grupo, Al Tawhid wa'l Jihad -que significa Monoteísmo y Guerra Santa-, formado por unos 1.500 hombres, se han convertido en la cara del radicalismo islámico. Monoteísmo y Guerra Santa suena a película de los Monthy Python, `pero nada más lejos de la realidad. El siniestro nombre del grupo de Al Zarqawi tiene un significado muy claro para los musulmanes de Irak y del resto del mundo. Su mensaje es que hay que imponer una sociedad como la que existe en Arabia Saudíta. Los kurdos, los chiítas y los sunítas que no acepten esa versión del Islam, van a ser considerados enemigos.
PERSONAJE DE FICCION
El diario australiano The Auge plantea una hipótesis interesante: "Al-Zarqawi no existe». O, por o menos, el personaje brioso e hiper activo descripto por los servicios secretos norteamericanos no existe. Es un personaje de ficción. The Auge reproduce el testimonio de un oficial de operaciones psicológicas del ejército norteamericano que afirma "haber pagado hasta 10,000 dólares a oportunistas y a delincuentes comunes para que afirmaran un poco por todas partes, al ser interrogados por los periodistas, que Zarqawi existe, haciéndolo así el héroe de cada acción terrorista en Irak".
La biografía "oficialW de Zarqawi publicada por el Neo York Times está rodeada de un velo de misterio que hace muy difícil separar la leyenda de la realidad. Más aún cuando existen sospechas de que puede haber sido plantada por un servicio de inteligencia.
Según el reportero de The New York Times Jeffrey Gettleman, que ha investigado los orígenes del nuevo enemigo de EEUU, Abu Musab Al Zarqawi nació como Ahmed Fadeel al Khalayleh, presumiblemente el 20 de octubre de 1966, en la localidad jordana de Zarqa, una ciudad industrial a unos 40 kilómetros al noroeste de Amán. Su padre era curandero, su madre estaba enferma de leucemia y tenía siete hermanas y dos hermanos. De niño le gustaba jugar al fútbol y a la mezquita acudía lo justo. Como a la escuela. La abandonó a los 17 años con una afición desmedida por la bebida, un par de tatuajes y convertido en un matón de barrio a pesar de que no era especialmente corpulento.
La transformación, como para tantos otros jóvenes musulmanes de su generación, llegó en Afganistán.
Al Zarqawi, entonces todavía Ahmed Fadeel, llegó allí en la primavera de 1989. Para entonces los soviéticos ya se habían marchado, pero el joven conoció a decenas de combatientes de aquella Guerra Santa impulsada y financiada por la CIA.
En 1992 regresó a Zarqa y se infiltró en las redes integristas. A su juicio, la monarquía jordana estaba traicionando el Corán y él aspiraba a derrocharla y fundar un califato islámico. Fue detenido y condenado a siete años de cárcel.
En la prisión de Swaqa, muy cerca del desierto, Al Zarqawi se volvió incluso más radical. Sus compañeros de prisión se lo describieron a Gettleman como un tipo de pocas luces, casi analfabeto, taciturno y amenazante. Se pasaba el día levantando unas pesas hechas por él mismo llenando de piedras unas latas de aceitunas y tratando de memorizar uno por uno los más de 6.000 versos del Corán. Como en sus días de delincuente juvenil, consiguió meter miedo a los demás reclusos y les encargaba tareas.
Se dice que estableció un campo de entrenamiento terrorista en Herat, en el oeste de Afganistán, y decidido a dedicarse de lleno a la Guerra Santa, adoptó el nombre de Abu Musab Al Zarqawi.
Reapareció en Amán en octubre de 2002. Cuando tres jordanos fueron detenidos por el asesinato de un diplomático estadounidense, confesaron que Al Zarqawi los había entrenado, armado y pagado. EEUU puso entonces un primer precio a su cabeza, cinco millones de dólares.
El espionaje alemán también con Zarqawi tras la desarticulación de una célula de Al Tawhid en abril de 2002. Aunque uno de los detenidos en Alemania declaró que Al Tawhid era «especialmente para jurdanos que no querían integrar Al Qaeda», EEUU le señaló como el nexo entre Saddam Hussein y la organización de Bin Laden para justificar la invasión en Irak. La recompensa subió a 10 millones de dólares. Pero nunca se supo de su paradero.
EL VIDEO DEL DEGOLLADO
En mayo de 2004, se responsabilizó a Al-Zarqawi por la decapitación frente a cámara del rehén norteamericano Nicolas Berg. La ejecución televisada -que está llena de incongruencias-, sirvió para desviar la atención del escándalo sobre torturas en la prisión de Abu Ghraib.
Coincidiendo con el pedido de varios senadores que reclamaban la renuncia del secretario de Defensa Donald Rumsfeld, la CNN encontró el 11 de mayo de 2004 un sitio islámico, en el que se acusaba a Zarqawi de haber decapitado a Berg. Dos días después, la CNN anunciaba: "La CIA confirma que el asesino de Nicolas Berg fue Abu al-Zarqawi".
Sin embargo, el famoso ideo de la ejecución parece prefabricado; Zarqawi es jurdano, pero el hombre del videocasete no habla con acento jordano. A Zarqawi le amputaron un pie, sin embargo en el ideo no renguee ni lleva prótesis. Además, el hombre que se pretende ser Zarqawi lleva un anillo de oro que ningún musulmán creyente llevaría.
EXTRANJEROS INDESEABLES
El periodista e historiador rumano Vladimmir Alexe ha descubierto otro rasgo sospechoso de Zarqawi: todos los extranjeros que secuestra son indeseable para la Coalición. Se trata de hombres de negocios sospechosos de espionaje, de periodistas de izquierda o independientes que r afectan los intereses de las fuerzas de ocupación.
Por ejemplo, el decapitado Berg fue secuestrado porque la coalición sospechaba de sus viajes entre Irak e Irán. Según su padre que es militante de una organización pacifista que se opone a la intervención, el FBI investigaba a toda la familia de Berg en los Estados Unidos en busca de informaciones sobre los viajes de éste a Irán.
Los reportajes de Giuliana Serena, la periodista del Manifiesto (diario comunista italiano) no eran del todo favorables a las tropas de ocupación y recordaban constantemente el "genocidio de Afluya.
Desde un punto de vista geoestratégico, Osama bin Laden es el mejor "amigo" del presidente Bush. ¿Qué habría hecho Bush sin Bin Laden?, se pregunta el ex agente de la CIA, Michael C. Ruppert, en su libro Cruzando el Rubicon [1]. Las conclusiones del autor van muy lejos: "Creo que Bin Laden fue y sigue siendo un agente de la CIA, del gobierno de los Estados Unidos y de Wall Street.» Ello explicaría porqué no ha sido nunca capturado". La misma lógica vale para Zarqawi.
Revista Veintitrés Internacional