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DIEZ CLAVES PARA ENTENDER UNA GUERRA

Kosovo en ruinas

Bombardeos, medio millón de refugiados, la posibilidad de combates terrestres, la pesadilla de una guerra mundial toma visos de realidad. Los intereses del gobierno norteamericano y la política racista del líder serbio configuraron un nuevo escenario de terror en Europa. Claves para comprender qué pasa en Kosovo.

Por W.G.
Europa ha regresado a su peor pesadilla: medio millón de refugiados albano kosovares han abandonado sus casas y tratan de entrar en Albania, Montenegro, Macedonia o Bosnia-Herzegovina. Huyen de las matanzas étnicas perpetradas por los serbios. El éxodo ocurre al mismo tiempo que la OTAN bombardea Yugoslavia con el pretexto de acabar con el genocidio ordenado por el líder serbio Slobodan Milosevic. Sin embargo, lo que en este momento preocupa a los cerebros de la guerra no es la suerte de los refugiados, sino el curso que tomará la intervención armada: Desde la guerra de Vietnam, el alto mando militar estadounidense parte de un principio simple e intangible: si se le pide hacer la guerra, exige que su gobierno tome la responsabilidad de definir claramente el objetivo político de esa misión. En este caso, para unos, la clave está en no dejar piedra sobre piedra en Yugoslavia, y de paso derrocar a Milosevic; para otros, consiste en ocupar Kosovo e imponer un plan de paz sin que Naciones Unidas tenga la posibilidad de decir o hacer nada al respecto. Unos y otros saben que la guerra moderna no es de conquista y, por ello, es fácil empezarla pero nadie puede predecir ni cómo ni cuándo termina.
1. ¿CÓMO EMPEZÓ LA GUERRA? Durante meses fue una amenaza. Pero el pasado 24 de marzo se convirtió en realidad: la OTAN declaró la guerra a la República Federal de Yugoslavia, formada por Serbia y Montenegro. En sus 50 años de existencia es la primera vez que la Organización del Tratado del Atlántico Norte lanza una operación bélica contra un país soberano, sin que haya existido una agresión contra uno de sus miembros. Es también la primera vez que la Alianza Atlántica emprende una acción de esa envergadura sin consultar a las Naciones Unidas ni pedir su aval o su autorización al Consejo de Seguridad. Los bombardeos masivos se llevan a cabo fuera de cualquier marco jurídico internacional.
2. ¿PARA QUÉ SIRVEN LAS NACIONES UNIDAS? Este es el interrogante que parece plantearse desde hace varios meses su secretario general, Kofi Annan. Resulta cada vez más claro que Washington sólo acepta tomar en cuenta a la ONU si esa organización actúa conforme a sus intereses. Cuando siente que puede obstaculizarlos, prescinde de ella. En el caso de Irak actuó con el apoyo de Gran Bretaña, su indefectible socio europeo. En el caso de Kosovo utilizó a la OTAN. Y si fuera necesario, Washington actuaría en soledad.
3. ¿ES LA OTAN EL BRAZO ARMADO DE LOS ESTADOS UNIDOS? Lo que más llama la atención en todo este asunto es que Estados Unidos utilizó a la OTAN, su instrumento privilegiado de acción política y militar en Europa, para tomar todas las decisiones e iniciativas desde el principio hasta el fin. Esto es inédito y preocupa a no pocos analistas de la política internacional. Durante la crisis de Bosnia, la OTAN sólo actuó después de que las Naciones Unidas votaron resoluciones sobre cómo resolver esa crisis. Fue el Consejo de Seguridad el que encargó a la OTAN aplicar esas resoluciones. La ONU decidió que la OTAN iba a ser su brazo armado. Ahora la situación es radicalmente distinta.
4. ¿QUÉ QUIERE BILL CLINTON? Desde que decidió resolver a su manera la crisis de Kosovo, el presidente norteamericano descartó por completo a la ONU y utilizó a la OTAN a su antojo. En el discurso que pronunció el 24 de marzo, para explicar por qué bombardeaba Yugoslavia, Clinton fue muy claro: enfatizó que el liderazgo mundial ejercido por Estados Unidos le otorgaba el derecho y el deber de intervenir donde y cuando consideraba “justo” hacerlo. En otras palabras, cada vez que sienta que sus intereses están amenazados.
5. ¿QUÉ QUIERE MILOSEVIC? El presidente Milosevic desmanteló Yugoslavia y provocó tres guerras contra sus vecinos y antiguos compatriotas. Con Kosovo se puede cerrar su ciclo de guerras de conquista y su poder absoluto en Serbia. Sin embargo, no llama la atención que Milosevic desafíe al mundo con una nueva crisis porque su principal talento reside en llevar las situaciones al límite y garantizar su propia supervivencia. Este rasgo ha costado 250 mil muertos y alrededor de dos millones y medio de refugiados. “Slobo” ha utilizado todos los recursos y triquiñuelas para permanecer en el poder. En el conflicto de Kosovo, al igual que en las guerras en Eslovenia, Croacia y Bosnia, el mensaje ha sido el mismo: el mundo se ha unido contra Serbia –primero hubo un embargo y después el ataque– y Serbia tiene que resistir. Milosevic nunca negocia ni dialoga, ejecuta. Ha perdido las batallas pero ha logrado su objetivo con limpiezas étnicas a gran escala.
6. ¿POR QUÉ KOSOVO? En Kosovo se libra otra guerra civil balcánica, en este caso entre los musulmanes albano kosovares, que representan el 90 por ciento de la población de Kosovo, y los serbios, de confesión ortodoxa, el restante 10 por ciento de este territorio, que forma parte de Serbia. La Constitución de 1974 le concedió el estatus de provincia en el seno de Serbia, con una autonomía que la convertía en una república con derecho a veto. Este estatus fue abolido en 1989. Privados de sus derechos, los kosovares sufrieron además los ataques de grupos fascistas llegados desde Belgrado que trataban de provocar un éxodo masivo. Bajo la amenaza de los ataques aéreos de la OTAN, Milosevic firmó en octubre de 1998 un acuerdo que lo obligaba a retirar su ejército e instalar sobre el terreno a 1600 observadores internacionales. Sin embargo, este principio de acuerdo no impidió durante el pasado mes de enero una nueva explosión de violencia.
7. ¿QUÉ PAPEL JUEGAN LOS PAÍSES EUROPEOS? Resulta difícil de comprender la pasividad de los gobiernos europeos ante el liderazgo estadounidense. En los últimos tiempos buscan construir una política exterior y de defensa común, afirmarse en el ajedrez mundial, pero en los hechos siguen avalando las iniciativas de Washington y le permiten usar a la OTAN para defender sus propios intereses. Desde el final de la Guerra Fría, en ningún momento se les ocurrió a los gobiernos de Europa occidental cuestionar la existencia de la Alianza Atlántica; ni siquiera propusieron repensar su organización militar y su funcionamiento.
8. ¿QUÉ CHANCES TIENE LA RESISTENCIA YUGOSLAVA? Esa es una de las grandes incógnitas. Hay dos hipótesis: o bien Milosevic reconoce su inferioridad militar y retira todas sus tropas de Kosovo, o bien decide resistir hasta el final. Esa segunda posibilidad, que implicaría combates terrestres costosos a nivel de vidas humanas en ambos campos, no tardaría en provocar fuertes reacciones en la opinión pública y podría llegar a quebrantar la unanimidad que Washington logró imponer en la OTAN.
9. ¿CÓMO SE PONE FIN A UNA GUERRA CIVIL? Por lo general, de una de estas tres maneras: con una partición dura, como en Chipre; con una partición blanda y un régimen de mano dura, como en el Líbano, donde los cristianos y los musulmanes ahora conviven bajo la mano dura de Siria; o como ocurrió en la Guerra de Secesión norteamericana, con la victoria de un bando sobre el otro y la imposición de la visión del futuro del vencedor. Así se pone fin a una guerra civil.
10. ¿HABÍA UNA SOLUCIÓN INCRUENTA? Se debió pensar en dividir esa región para asegurar a cada comunidad un espacio para vivir en paz. Esas dos comunidades ya no pueden convivir en Kosovo. Habría sido más práctico reconocerlo, buscar la manera de hacer respetar las aspiraciones de la minoría serbia y de la mayoría albanesa. Se podría haber evitado la guerra entre el UCK (Ejército de Liberación de Kosovo) y el ejército serbio, los bombardeos actuales, y la huida de miles de refugiados de ambas comunidades.


Historia de sangre
La palabra balkan, aplicada a la región en conflicto, viene del turco y significa “montaña”. Los turcos otomanos invadieron los Balcanes a fines del siglo XIV y gobernaron allí durante 500 años, hasta la ascensión del Imperio Austrohúngaro. El Tratado de Berlín de 1878 significó la creación de Serbia, Montenegro y Rumania como entidades independientes.
1912. El derrumbe del Imperio Otomano potenció el surgimiento de los movimientos nacionalistas. Los turcos fueron desalojados de Kosovo, Macedonia y Albania, que se declaró independiente, e inmediatamente los serbios ocuparon Kosovo. El conflicto de los serbios con el Imperio Austrohúngaro dio origen al atentado de Sarajevo contra el archiduque Franciso Fernando, considerado como el detonante formal de la Primera Guerra Mundial.
1920. Tras la derrota austrohúngara, el Tratado de Versalles intentó rediseñar todo el mapa de los Balcanes mediante la creación forzada de un mismo reino para serbios, croatas y eslovenos, que en 1929 comenzó a llamarse Yugoslavia (“país de los eslavos del sur”). Pronto comenzó un profundo movimiento antiserbio.
1941. La invasión alemana durante la Segunda Guerra fue bien recibida por los sectores fascistas de la población croata. Hitler los “premió” con la invención de una Croacia independiente, con Bosnia incorporada. Son años de sangrientas guerras civiles y étnicas, de genocidios y campos de concentración. También Serbia cayó bajo control alemán, mientras el ejército de Mussolini ocupaba Montenegro. La resistencia partisana fue liderada por el comunista Joseph Tito, en una alianza contra natura con los nacionalistas serbios. Kosovo fue ocupada por Albania.
1945. Es el comienzo de la era Tito y la creación de un nuevo experimento político: Yugoslavia como federación socialista de seis repúblicas nominalmente iguales. Tito hace coexistir a Croacia, Montenegro, Serbia, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina y Macedonia. Serbia concede estatus de autonomía a las dos provincias que conforman Kosovo. Tras la muerte de Tito, en 1980, Yugoslavia consigue sobrevivir apenas una década como federación.
1992. Es el año del estallido yugoslavo y del reemplazo del sustento comunista por los nacionalismos eslovenos y croatas, enfrentados a los serbios. Comienzan las masacres contra la población musulmana, en el marco de la llamada “limpieza étnica”.
1998. Tras nueve años de abolición de la autonomía kosovar –en el contexto de intervención de Naciones Unidas y la presión norteamericana– el equilibrio vuelve a estallar. Surge el Ejército de Liberación de Kosovo, apoyado por la mayoría étnica albanesa, contra la dominación del gobierno serbio.
Revista Veintitrés
ID nota: 3705
Numero edicion: 38      01/08/1999
 


 

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