El giro de la causa Antonini Wilson ha llevado alivio a la Casa Rosada, pero se ha decidido no bajar la guardia y por eso la relación con Estados Unidos está muy lejos de distenderse. El Gobierno ya había tenido señales tanto públicas como privadas de un cambio de posición de Washington respecto del desarrollo del expediente.
Por Walter Goobar
Tras la declaración de culpabilidad de Moisés Maionica, la causa por la valija de Guido Antonini Wilson se encamina ahora a culpar al ex vicepresidente de la petrolera estatal venezolana Pdvsa y titular de la filial argentina, Diego Uzcátegui Matheus, como el verdadero dueño de los dólares, y al de Hugo Chávez como el gobierno que pretendió ocultar la maniobra. Según la interpretación de la Casa Rosada, Estados Unidos apunta a dejar a un costado a Argentina y centrar sus cañones en el enemigo bolivariano. El giro de la causa ha llevado alivio a la Casa Rosada, pero se ha decidido no bajar la guardia y por eso la relación con Estados Unidos está muy lejos de distenderse.
El Gobierno ya había tenido señales tanto públicas como privadas de un cambio de posición de Washington respecto del desarrollo del expediente. "Lo que hizo el Departamento de Justicia en su primera declaración pública fue una imprudencia", argumentan, en referencia a aquel informe acerca de que los 800 mil dólares estaban destinados a financiar la campaña de Cristina Fernández de Kirchner. "La única prueba que tenían parar afirmar eso era la grabación de uno de los acusados, que encima le hablaba a Antonini en tono de apriete", añadían.
Ahora, el secretario para Asuntos Hemisféricos, Tom Shannon, demostró una gran prudencia cuando volvió a hablar de la investigación. Por ejemplo, ahora no se olvida de mencionar que el gobierno argentino fue el que descubrió el caso.
Para los funcionarios del Gobierno, el caso no tiene muchos misterios: Uzcátegui le dio la valija con el dinero a Antonini Wilson -que pudo subir al avión fletado por Enarsa gracias a la gestión del joven Daniel Uzcátegui Specht, el hijo del vicepresidente de Pdvsa-, para comprar un departamento en Buenos Aires o llevarla a Uruguay para alguna inversión. Uzcátegui padre fue echado de su cargo, entre otras cosas, por la insistencia argentina a Chávez.
La torpeza de los servicios de inteligencia venezolanos le permitió a Washington armar una causa contra Chávez, que Argentina ligó de rebote.
Luego de conocida la declaración de culpabilidad de Maionica, la Embajada norteamericana en Buenos Aires dejó trascender, que la investigación de Miami "no tiene propósito de política exterior" y reiteraró conceptos de la última conferencia de Shannon, en la que aseguraba que la relación bilateral con Argentina "es importante para Estados Unidos".
Sin embargo, Shannon, condicionó el plácet al embajador Héctor Timerman a que le "devuelvan sus funciones plenas" al embajador Anthony Wayne, limitado desde que estalló el escándalo.
Pero las heridas están lejos de haber cicatrizado: el gobierno argentino ratificó oficiosamente que Wayne "seguirá en el corralito" hasta que la administración de republicana de George Bush, produzca "un gesto de acercamiento importante".
Argentina le mantendrá "cortadas las alas" al embajador Wayne e insistirá con el pedido de extradición de Wilson.
Sin embargo, con el respaldo explícito del Departamento de Justicia, se hace casi impensable que Antonini Wilson sea alguna vez extraditado a la Argentina, donde la jueza Marta Novatti lo investiga por posible contrabando y lavado de dinero. Ya lleva detectadas, incluso, seis visitas suyas a la Argentina en el transcurso de un año y medio.
Como en una novela por entregas, las pistas que va mostrando el gobierno norteamericano prometen develar uno a uno los misterios de la valija
Con este escenario, todo indica que en el juicio en Miami, pautado para el 17 de marzo, habrá muchos reflectores apuntando al gobierno de Hugo Chávez, y alguno que otro para Argentina.
En la justicia del Estado de la Florida se dan varias características muy particulares: es la justicia más corrupta y dependiente de los EEUU, aquella que le permitió a Bush concretar el fraude electoral para imponerse a Al Gore. También es la principal base de operaciones de la CIA para América Latina y el bastión de los gusanos de Miami que tienen un vínculo con la oposición venezolana y también con la argentina.
En el complicado engranaje judicial norteamericano, el fiscal Mulvihill es un especialista en ventilar escándalos" que le interesan a la administración norteamericana-
Tando la foja de servicios de Mulvihill como la de la bogada Theresa Van Vliet, defensora del valijero venezolano dicen mucho acerca de la naturaleza de esta trama de espías, arrepentidos y operaciones encubiertas.
La defensora de Wilson integra una organización secreta del Estado que lleva adelante un controvertido método de combatir el narcotráfico: buscar arrepentidos que estén dispuestos a negociar con la Justicia penas menores a cambio de información y devolución de bienes adquiridos en esas actividades delictivas. El método del llamado Comité Blitz, se parece bastante al que encubre las apariciones y desapariciones de Antonini Wilson.
El Comité Blitz fue creado en 1996, pero nunca reconocido oficialmente y ya lleva 300 negociaciones con narcotraficantes "arrepentidos".
Está integrado por funcionarios de la DEA, la CIA, el Servicio de Aduanas, el FBI y la Fiscalía General de los Estados Unidos. Oficialmente nunca ha sido reconocida su existencia, pero en el libro "Pacto en la sombra", dos de los más experimentados y respetados periodistas de Colombia Jorge Lesmes y Edgar Téllez revelan la trama de las negociaciones entre los narcos colombianos y el gobierno de Estados Unidos a través del Comité.
Pese a sus exitos aparentes, la DEA y la actual abogada de Wilso -quien entonces se desempeñaba como fiscal-, fueron acusados de comprar narcotraficantes e incluso droga para justificar sus decomisos arreglados.
El abogado Roy Black acusó al Comité Blitz de "burlar el sistema judicial de EEUU, tomando el dinero de acusados y aún no acusados de narcotráfico, a fin de... arreglar tratos de falsa cooperación para garantizar que los traficantes no recibieran sentencias de prisión".
Aquel escándalo obligó a Theresa Van Vliet a renunciar a la fiscalía de Florida y refugiarse en la actividad privada. Desde entónces, esta expèrta en arrepentidos trabaja en el estudio Genovese, Joblove & Battista, con sede en la ciudad de Fort Lauderdale, Florida que ahora representa al valijero.
El libro no sólo es una completa y documentada investigación sobre acuerdos que fueron negados por las autoridades estadounidenses, sino que retrata el papel jugado por la actual abogada de Antonini Wilson.
Un téxto de la ex fiscal y actual defensora del valijeroWilson Theresa Van Vliet explica el sistema : "(…) Hay un procedimiento en el Departamento de Justicia que contempla un convenio de defensa global. Este, es un convenio que enajena todos los cargos de crímenes federales existentes y la culpabilidad contra un procesado, en el momento en que se llega a este convenio (…) Se hace el convenio en base a la oferta de cooperación e información del acusado. Luego se exploran las opciones".
Exactamente eso es lo que se se viene haciendo con Wilson.
La pasada semana, Theresa Van Vliet logró que el Departamento de Jusrticia hiciera suya la tesis de que la valija no era de su cliente. "El señor Antonini Wilson cargaba la valija por requerimiento de otro de los pasajeros e ignoraba que había 800 mil dólares dentro de ella, porque esa valija pertenecía a otro de los pasajeros." Esta versión aparece ahora de manera casi textual en el quinto párrafo de un comunicado que el Departamento de Justicia emitió la semana pasada para informar que Moisés Maionica, uno de los cinco acusados en el juicio del maletín en Miami se había declarado culpable. Es decir, reconoció que actuó como un agente ilegal de Venezuela con el fin de presionar al "valijero" para que ocultar el origen y destino del dinero que le incautaron al llegar a Buenos Aires. Ahora, va a cooperar con información a cambio de una pena reducida, y quién sabe qué dirá.
Con el uso que le dio Washington, el caso de la valija terminó de quedar atravesado por los intereses políticos. Decir que hubo una operación política de los Estados Unidos no es decir que la valija no existió. Pero decir que la valija existió y que hay que investigarla no implica desconocer que hubo una intromisión por parte de Estados Unidos.
dIARIO bae
29-ENE-2008