Amigos y enemigos del Gobierno dicen que es un disparate pedirle a los empresarios que traigan al país la plata que se llevaron afuera, mientras la provincia del Presidente se niega a repatriar sus depósitos en Suiza. Un enviado de Veintitrés reconstruyó el misterioso camino de esos fondos. Las sospechas de la oposición.
Por Walter Goobar
desde Río Gallegos
mentiras, verdades a medias, contradicciones, negativa a informar, información incompleta, misterios, presiones, documentos inexplicables, escenas rayanas con el disparate.
De todas estas variables está plagada la historia del secreto que mejor guarda Néstor Kirchner: el de las millonarias cuentas que abrió en el exterior para depositar fondos de la provincia de Santa Cruz, cuando era gobernador.
¿qué vías utilizó para transferir esa plata?
¿cuánta plata realmente depositó?
¿cuánto engordaron esas cuentas por el cobro de intereses y comisiones?
¿Por qué diez años después, el dinero es inferior al monto que se supone original?
¿Repatrió sigilosamente parte de esos fondos para potenciar la obra pública en su provincia –como sostiene la versión oficial– o los utilizó para financiar su carrera electoral a la Casa Rosada –como sospecha la oposición?
¿Es cierto que se equivocó comprando acciones de empresas norteamericanas?
¿Es cierto que utilizó bancos de inversión como intermediarios?
¿Es cierto que fue asesorado por hombres cercanos al entonces superministro menemista Domingo Cavallo?
¿Por qué Néstor Kirchner siguió siendo titular de esas cuentas en el exterior hasta o nce meses después de haber dejado de ser gobernador de la provincia sureña?
¿Por qué quedaron sin respuesta decenas de pedidos de informes legislativos y naufragaron un par de denuncias judiciales?
Y la pregunta del millón:
¿qué razón oculta hay para que aún hoy, con Kirchner en la Presidencia, se mantengan esos fondos en el exterior, con el peso negativo que tiene esa imagen para un gobierno que le pide al empresariado nacional que traiga la plata que se llevó afuera durante la década menemista?
El tribunal de cuentas local tiene que resolver antes de que termine este mes si convalida o no lo actuado por la administración patagónica. Hace apenas dos meses, uno de los auditores del oficialismo en el Tribunal remitió una carta al ministro de Economía Luis Villanueva señalando que la información enviada por el Ejecutivo es insuficiente. “Faltan allí –se lee en la carta a la que accedió Veintitrés–, los contratos celebrados con las distintas entidades partícipes, mandatos u oferentes de inversión de cada una de las operaciones concertadas y realizadas; comprobantes de los movimientos operados; certificación de saldos; acreditación de los titulares de las cuentas; y registros contables”.
El auditor recibió fuertes presiones desde Buenos Aires para que destruyera la carta y ante su negativa a hacerlo fue convocado a la capital. Aprovechando su ausencia, Mario Layun que además de miembro del Tribunal es primo de Kirchner, envió otra carta al ministro de Economía anulando el pedido anterior de Dios. Es apenas un episodio de los que –con temor y a media voz– se escuchan sólo con transitar despachos en esta ciudad.
Hace un par de semanas, cuando recibieron cajas remitidas por el actual ministro de Economía, Luis Villanueva, los integrantes del Tribunal de Cuentas creyeron que por fin se despejarían las dudas y las sospechas sobre los fondos que la provincia tiene en el exterior. Pero las cajas sólo contenían fotocopias de extractos y resúmenes de cuentas de dos bancos ( la Unión de Bancos Suizos y el Credit Suiss de Zürich) durante 2003 pero no contenían ni una palabra sobre los intereses, las comisiones, ni la baja en el saldo que en diciembre de 2002 registraba 529 millones de dólares y a diciembre de 2003, 507 millones en efectivo más 10 millones en bonos provinciales defaulteados.
Las omisiones son tan groseras, que en el 2002 se consignó a los bancos de los depósitos, pero no se informó de otra cuenta en la filial de Morgan Stanley en Luxemburgo, donde se transferían los intereses devengados en las otras cuentas. Al momento de ese informe, el “olvido” implicaba unos cuatro millones de dólares.
Cronológicamente, la historia arranca en 1993. El presidente Carlos Menem ofreció destrabar en la Corte Suprema un reclamo multimillonario por regalías petroleras mal liquidadas a provincias patagónicas a cambio de apoyo para privatizar YPF.
El actual secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli fue relator de la privatización.
En abril de ese año, Santa Cruz recibió 654 millones de dólares en bonos, contando retenciones, regularizaciones e intereses. Kirchner compró acciones de YPF por unos 290 millones de dólares, a 19 dólares la acción y, seis años más tarde, las vendió a 44,78 dólares la acción, y obtuvo alrededor de 660 millones de dólares, lo que implica una ganancia del orden del 135 por ciento. Desde entonces y hasta la fecha, esos fondos públicos han sido manejados casi sin ningún tipo de control.
Kirchner ensayó una primera explicación ya como presidente. Fue en el discurso de clausura de la “Cumbre Extraordinaria de las Américas”, en México, el 16 de enero pasado: “En la mayor crisis de mi país me tocaba gobernar la provincia de Santa Cruz y retiré fondos llevándolos a la Reserva Federal de los Estados Unidos a una tasa del 1 por ciento anual, mientras había gente que invertía en el país al 30 por ciento anual, ganando en un año lo que nosotros nos proponíamos ganar en 30. Cuando uno tiene altas tasas de interés asume como meta el riesgo y no la seguridad de la inversión”, dijo Kirchner.
El investigador Daniel Salbuchi, especialista en el fenómeno de la globalización, consultó por correo electrónico al Banco de la Reserva Federal y el 28 de enero recibió respuesta indicando “la Reserva Federal no interviene en operaciones de inversión”. Salbuchi presentó una denuncia penal por presunta defraudación agravada e incumplimiento de sus deberes de funcionario público que ahora se tramita en el juzgado federal 7 a cargo de Jorge Urso.
El 6 de mayo de 2004, cuatro meses después de Monterrey y a horas de la denuncia penal, Kirchner declaró al diario La Nación que “cuando era gobernador de Santa Cruz” remitió los ahorros de 500 millones de dólares de la provincia y los resguardó con garantías de la Reserva Federal “con una tasa de entre 2 y 3 por ciento”. pero la Reserva Federal no emite tales “garantías” y los depósitos bancarios en bancos en Estados Unidos tienen resguardo y garantía hasta los 100.000 dólares por titular. A su vez, Kirchner hablaba de “entre 2 y 3 por ciento” de tasa de interés mientras que en enero en Monterrey había hecho referencia al “1 por ciento”.
En esa misma fecha, otra nota periodística publicada en Ámbito Financiero cita al presidente diciendo que los fondos santacruceños los colocó en el exterior “con respaldo del Tesoro de Estados Unidos”, lo que podría interpretarse como que se adquirieron Bonos del Tesoro de los Estados Unidos.
Aunque no se conoce la vía utilizada por la provincia para el traslado de casi mil millones de dólares al exterior (se sabe que no fue a través del Banco Central), Veintitrés accedió a varios números de cuentas y bancos a través de los cuales habría pasado parte –sino todo–,el dinero: la cuenta 642-113721-153 del Gobierno de la Provincia de Santa Cruz en el Citibank de Nueva York; las cuentas 40.611.172 y 3600-6949, en el mismo banco y a nombre de Banco de la Provincia de Santa Cruz y otra en el Credit Suisse de la misma plaza cuyo número se desconoce. Pero la cuenta más importante es la 406.11172ABA02100009 en el banco de inversiones neoyorquino Dean Witter Reynolds Inc.
Contrariamente a lo dicho por Kirchner de que los fondos estaban depositados en la Reserva Federal, los fondos públicos santacruceños fueron a parar a las arcas de Dean, Witter Reynolds, un banco de inversiones neoyoquino que poseía 22 pisos en las Torres Gemelas. Fuentes que intervinieron en la operación, señalaron que Kirchner contaba con el asesoramiento del entonces ministro de Economía, Domingo Felipe Cavallo, y del influyente Horacio T. Liendo.
Con los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la declaración del default como telón de fondo, Kirchner trasladó parte de los fondos a la filial de Morgan & Stanley en Luxemburgo (que se había fusionado con Dean, Witter Reynolds), y a Suiza.
Los números, las cuentas, las comisiones vinculadas a este caso, son una cuestión de fe: desde 1993 la provincia dispuso a través de sucesivas leyes la creación de una comisión legislativa, un consejo asesor y de una unidad de administración para la asignación y la administración de los recursos en el exterior. Sin embargo, el entonces gobernador Kirchner jamás las puso en funcionamiento.
En la última sesión del año pasado, la Legislatura (dominada por el peronismo) de la provincia aprobó una rendición sobre los activos financieros de la provincia. Allí se afirma que “luego de un proceso de selección entre diversos bancos de primera línea se decidió mudar el 90 por ciento de los fondos hacia Suiza”. Nada se dice sobre qué se hizo con el diez por ciento restante.
Según el informe enviado por el Poder Ejecutivo a la Legislatura, a diciembre de 2002 ascendía a 529 millones de dólares.
Se menciona la utilización de fondos en obras de infraestructura a lo largo de la década Kirchner. Sin embargo, no hay constancias ni registros efectivos de las sucesivas entradas de ese dinero ni tampoco de la nómina de las obras realizadas.
“En el presupuesto figuran innumerables obras públicas para que los Diputados pudieran justificar sus votos positivos, las obras jamás se construyeron”, dice el periodista Daniel Gatti, autor de una biografía crítica de Kirchner.
Por si faltaran zonas oscuras en esta historia, en documentación obtenida por esta revista, Kirchner figura como titular de la cuenta en Credit Suisse o nce meses después de su renuncia como gobernador para asumir en la Casa Rosada. Según esos papeles, Kirchner conservó la facultad de tomar decisiones. No son pocos los que en esta provincia se preguntan si esa circunstancia es de estricta legalidad. Es decir, que Kirchner nunca transfirió la titularidad a su sucesor Héctor Icazurriaga quien gobernó hasta la asunción de Sergio Acevedo, el 10 de diciembre de 2003. Acevedo sí recibió la titularidad y renovó el contrato con el Credit Suisse en febrero pero recién el 22 de abril se registró como nuevo titular.
En Santa Cruz es un secreto a voces que en diciembre pasado el gobernador electo, Sergio Acevedo, amenazó con no asumir si no se blanqueaba el irregular manejo de los fondos provinciales. Durante la campaña electoral, Acevedo que estaba al frente de la SIDE prometió repatriar los fondos para transformarlos en inversiones, pero en la entrevista que acompaña esta nota dice que los fondos permanecerían en el exterior para preservarlos de posibles embargos por el default. La oposición califica de, por lo menos, disparatado ese argumento. (ver reportaje aparte).
entrevista: SERGIO ACEVEDO, GOBERNADOR DE SANTA CRUZ . su versión del manejo de los fondos depositados en el exterior
“Kirchner hizo inversiones más que seguras”
–Antes de las elecciones usted prometió repatriar los fondos y ahora dice que no los trae por el default. Sin embargo durante la campaña ya estabamos en default, ¿no es razonable que eso genere desconfianza?
–Es verdad que durante la campaña yo dije que los iba a repatriar, pero cuando estábamos por mover esos activos financieros a la sucursal Nueva York del Banco Nación comienzan los embargos del juez Griessa y nos espantamos... Entre las alternativas que pensamos estuvo la de hacer un fideicomiso orientado hacia inversiones en el área energética que es la mayor riqueza que tiene Santa Cruz. Nosotros vamos a definir la oportunidad y el destino de esos fondos en el marco de las instituciones de Santa Cruz.
–¿No es una señal contradictoria para los inversores extranjeros: por un lado les pedimos que inviertan, pero al mismo tiempo el gobierno de la provincia del presidente deja su dinero afuera?
–Hay ejemplos más dramáticos que éste. Los 509 millones de pesos de los que hablamos equivalen a diez días de actividad petrolera y la actividad petrolera ya no es más de los argentinos. Creo que hay un vuelo muy corto en la discusión de los problemas de la Argentina. Los inversores no están preocupados porque Santa Cruz tenga plata, los inversores están preocupados por la relación de Argentina con los organismos internacionales de crédito y por la manera en que la Argentina va a salir del default.
-- Hay muchas sospechas sobre el manejo de. esa plata..Hasta se habla de que mal invirtieron en acciones de Enron...
–Kirchner hacía inversiones más que seguras.
–Enron era más que segura hasta que quebró.
-- Es absurdo que se haga este tipo de conjeturas cuando en otros casos similares no se puede explicar. Varias provincias cobraron por regalías petroleras lo mismo que Santa Cruz y nadie sabe en qué se gastaron el dinero aunque hoy están endeudadas.
–¿Pero no le parece que al ser Kirchner el presidente, recae sobre él la exigencia de mayor trasparencia en el manejo de esos fondos en el exterior?
–Los mecanismos de control que establece la Constitución han aprobado esa gestión.
--Ustedes dicen que algo de esa plata reingresó para financiar obras. ¿Puede documentar de qué maner ?
–Yo presumo que ingresaron a través del Banco de la Provincia de Santa Cruz y que las constancias están allí.
.–Se dice que tenían una estrategia de “provincia off-shore”, que no rinde cuentas...Al Tribunal de Cuentas, a la oposición y al periodismo le ha resultado imposible reconstruir la evolución de los activos...
–La Legislatura aprobó el manejo hasta el 2002... y han existido acciones judiciales pero nunca han prosperado.
- Uno de los miembros del Tribunal de Cuentas, y que pertenece al oficialismo, afirma que los resúmenes de cuentas presentados no alcanzan para hacer un dictamen en serio...
–No sé bien qué es lo que pretende la gente del Tribunal de Cuentas pero vamos a cumplir con lo que marca la ley
–El 28 se expide el Tribunal. ¿Cree que va a ser un fallo unánime?
–No, porque el radicalismo, por las dudas, va a votar en contra.
por qué cuando trasladaron los fondos de EEUU a Suiza no convirtieron los dólares en euros: hubieran ganado un 40 por ciento más?
–La verdad es que no lo pensamos...
Revista Veintitrés
ID nota: 3139
Numero edicion: 314 15/07/2004