JOSÉ “PEPE” FIGUEROA

El hombre sin foto

El Presidente evitó aparecer junto al candidato del PJ en Santiago del Estero. Al parecer, por su condición de ex menemista. Pero a eso habría que agregarle dos cuestiones más graves: sus vínculos con la quiebra de dos bancos y una extraña sociedad con represores de la dictadura.

Por Walter Goobar
El triple salto mortal con el que José “Pepe” Figueroa se recicló en entusiasta “kirchnerista” (con la fe de los conversos, en su caso, del menemismo explícito) constituye la parte menos sórdida en la vida del increíble candidato del PJ santiagueño a la gobernación.
Hasta mediados de 2002, José Figueroa integraba la dinastía de los Juárez, la misma que manejó Santiago del Estero con puño de hierro durante (casi) medio siglo. Figueroa era el ala menemista de un dispositivo que por entonces parecía invencible, hasta que se peleó con el matrimonio gobernante y, por esos malabares del destino, intervención federal mediante, acabó siendo el candidato K a la gobernación, para las elecciones de fines de febrero. Detrás de su imagen de cantante de boleros hay un obsecuente que llenó con champán la pileta de Ramón Saadi para festejar el primer triunfo nacional de Carlos Menem. Y también, una historia siniestra: la del “Grupo Figueroa”, una sociedad conformada por los tres hermanos: José, Eduardo y Antonio. El comienzo de la saga de los Figueroa está vinculados con el teniente Carrasco que fue uno de los jefes del Batallón Ingenieros de Combate 141, relacionado con las actividades represivas del comisario Musa Azar y su grupo. Carrasco aparece mencionado en el legajo 6176 de la Conadep donde se relata la desaparición de Ana de Medina el 21 de noviembre de 1976.
El ahora fallecido Carrasco fue socio del grupo Figueroa, en una de sus empresas FICAMER (“FI” por Figueroa, “CA” por Carrasco y “MER” por Mercedes Benz). Los Figueroa participaron en numerosas empresas del rubro automotor, minero, forestal y financiero, siendo las principales CRYBSA, en la Patagonia, y el Banco del Iguazú, que quebró estrepitosamente, arrastrando en su caída a cientos de ahorristas.
“El caso de este banco es un ejemplo típico de la impunidad con que operaban las mesas de dinero, teóricamente clandestinas, en las mismas entidades financieras, con miles de ahorristas que eran invitados públicamente a invertir frente al desconocimiento del Banco Central...”, afirmaba el ex fiscal Nacional de Investigaciones Administrativas Ricardo Molinas en su libro esclarecedor Detrás del Espejo (1993).
El “Grupo Figueroa” fue denunciado por la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas por los delitos de administración fraudulenta y estafas reiteradas, agravadas por ser algunas en perjuicio del erario nacional, y fueron procesados por tales delitos.
El presidente del Banco del Iguazú, Eduardo Figueroa tenía la captura recomendada por varios jueces del interior pero todas las causas contra él fueron a parar al juzgado de Remigio González Moreno quien le concedió la eximisión de prisión. Posteriormente, el juez fue condenado por extorsión.
José Figueroa jugó un papel clave en la quiebra del Banco Platense. Los peritos contables que intervienen en la causa penal que los ahorristas del ex banco platense emitieron un informe comprometedor para José Figueroa, quien además de Secretario de Desarrollo Social de la Nación, se desempeñó como vicepresidente de la entidad a partir de 1985. El Banco Platense fue suspendido el 18 de febrero de 1997 por el Banco Central. La caída del banco perjudicó a 2.000 ahorristas aproximadamente en una suma que rondaría los 20 millones de pesos. En la investigación ordenada por Carlos Argüero, fiscal a cargo de la Unidad Funcional de Investigaciones Complejas, se desprendería que Figueroa era el primer vicedirector del Platense y al mismo tiempo director ejecutivo del Ingenio la Esperanza, empresa que habría recibido un préstamo de la entidad de nuestra ciudad y que nunca se habría pagado, revela el informe.
Según una nota aparecida en el diario “El Liberal” el 31 de mayo de 2002, el “Grupo Figueroa” se encuentra en la lista de deudores incobrables del ex Banco Provincia de Santiago del Estero. Antes de convertirse en kirchnerista, José Figueroa integró –con Ramón Saadi– el bloque Azul y Blanco. Fue en el despacho de Figueroa en Diputados donde Saadi se escondió cuando lo buscaba la Justicia en 1995. Pese a haberse distanciado de Menem por necesidad, sus lazos económicos con el menemismo subsisten.
El juez federal Norberto Oyarbide investigaría si una de las propiedades que Carlos Menem ofreció como caución para poder volver al país, le pertenece al Estado. Se trataría de una parcela de 90 mil hectáreas enclavada en plena cordillera catamarqueña, que “habría sido comprada de manera irregular por una empresa Nikkon vinculada a través de terceros a los hermanos Eduardo y José Figueroa”.
Esta transferencia de las tierras de frontera a la empresa “posiblemente vinculada a estos hermanos fue denunciada por el Consorcio de Regantes de Fiambalá. Esa demanda está en el juzgado federal de Pedro Navarro”.
Las 90 mil hectáreas integran la lista de inmuebles que hace 3 semanas le sirvieron a Menem como caución real –garantía bajo riesgo de ejecución– para que Oyarbide le levante un pedido de captura. En esta causa, el ex presidente está procesado por ocultar en sus declaraciones juradas una cuenta en Suiza; además, se lo investiga por “enriquecimiento ilícito” y “lavado de dinero”.
Fuentes de la intervención que encabeza Pablo Lanusse, confirmaron a Veintitrés que desde algún despacho del gobierno nacional se los presionó para que apoyaran a Figueroa. Vale aclarar que la intervención tiene como interlocutores habituales al ministro del Interior Aníbal Fernández, que no oculta sus simpatías por Figueroa, y a Alberto Fernández.
 
las dos caras del poder
Desde el 18 de febrero, Santiago será una fiesta pejotista. Entre las figuras comprometidas para apoyar a “Pepe” Figueroa por orden del mismo Kirchner que evita sacarse fotos con él (al menos, por ahora) se encuentran Daniel Scioli (que sí le dio fotos), los ministros del Interior, Aníbal Fernández, y de Salud, Ginés González García, y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Si Figueroa no gana, Pablo Lanusse puede ir preparándose: quedará como el responsable que “bendijo” al candidato más impresentable de la contienda electoral santiagueña, prevista para el 27 de febrero. 
En la Casa Rosada ya se están cubriendo por si el ex menemista reciclado en candidato K fracasa en su pelea con el radical Gerardo Zamora.
Revista Veintitrés
ID nota: 4806
Numero edicion: 344      11/02/2005
El hombre sin foto