ENCUBRIMIENTO EN LA CAUSA AMIA

Los guardianes de los secretos

Un ex presidente y su hermano, dos jefes del espionaje, un juez y un ex comisario conforman la nómina de los seis encumbrados personajes que articularon el encubrimiento de la pista siria en la causa por el atentado contra la AMIA

Por Walter Goobar
wgoobar@miradasalsur.com
El fiscal federal Alberto Nisman pidió la detención del ex presidente Carlos Menem, de su hermano Munir, del ex jefe de la SIDE Hugo Anzorreguy y del ex juez federal Juan José Galeano por haber ordenado ocultar la "pista siria" y proteger al sospechoso sirio-argentino Alberto Kanoore Edul. Nisman  hizo una paciente reconstrucción de todo lo sucedido en la investigación en los primeros días después del ataque terrorista a Pasteur 633 y sus conclusiones fueron aterradoras: quienes debían investigar se dedicaron a encubrir y ese encubrimiento terminaba en la cúspide del poder político.
Dispuesto a empezar de cero, el fiscal tomó tramos del juicio oral de 2003 contra los ex policías bonaerenses y el ex mecánico Carlos Telleldín, donde todos resultaron absueltos y gran parte de la pesquisa fue anulada.
Hubo dos datos que llamaron la atención del fiscal para reflotar la denominada "pista siria": En los dias previos al atentado se hizo desde el celular de Kanoore una llamada al domicilio del reducidor de autos y ex detenido por el atentado Carlos Telleldín. Ese día, un domingo, fue cuando Telleldín entregó la camioneta Trafic cuyo motor apareció entre los escombros de la AMIA ocho días más tarde.
Allí se pierde el rastro del vehículo: nunca se logró
establecer cómo y dónde se armó, quién suministró los explosivos, cómo llegó al país el supuesto suicida.
 Lo que ahora se sospecha es que la camioneta puede haber pasado de Telleldín a Kanoore Edul y de este al agregado cultural iraní, Moshen Rabbani.
En la agenda de Kanoore Edul no sólo figuraban los teléfonos de Rabbani y de la mezquita, sino de once talleres mecánicos, lo que es llamativo para un empresario del rubro textil.
A trece días del atentado Kanoore Edul ya había sido vinculado con el ex agregado cultural de la Embajada de Irán en Buenos Aires, Moshen Rabbani, actualmente con pedido de captura internacional.
El entonces juez Juan José Galeano ordeno tres allanamientos en la casa, el comercio y en un local, tres intervenciones telefónicas y el arresto del sospechoso. Sin embargo, en ese momento se pone en marcha la operación de encubrimiento: un allanamiento no se concretó y los otros dos se demoraron lo suficiente como para que todos los involucrados fueran debidamente alertados.. Según el fiscal, ese encubrimiento estuvo dirigido por una serie de personajes ubicados en puestos claves del poder.
POLICIA TODO SERVICIO
El ex comisario Jorge "Fino" Palacios fue quien firmó el retiro de los 66 casetes con largas horas de escuchas telefónicas que permanecen desaparecidas. Ahora, Palacios también está denunciado por haber advertido a los Edul de los allanamientos que iban a realizarse.
Desde el 411-5884 se comunicó al 4941-0024 y el 4942-9146, a las 11.29 y a las 11.37. Palacios nunca declaró que aquel celular era suyo, ocultó las llamadas e incluso esos dos teléfonos de Edul no figuraron en la causa judicial hasta mucho después.
Los procedimientos que encabezaba Palacios, eran ordenados a primera hora de la mañana y finalmente se efectuaban siempre por la noche, con horas de demora.
En los dos procedimientos se utilizaron los mismos testigos. Ambos declararon que los sorprendió la superficialidad y "el clima ameno" de los allanamientos. Sin embargo puede apreciarse a simple vista que sus firmas en una y otra acta son muy diferentes. En consecuencia puede sospecharse que ambos procedimientos fueron en realidad uno solo, sin testigos y muy pero muy conversado.
EL ESPIA QUE VOLVIO DEL FRIO
El ex titular de la SIDE y ex abogado laboralista de la CGT de los Argentinos, Hugo Anzorreguy deberá responder por que el 29 de julio se intervienen los teléfonos de Kanoore Edul por tiempo indeterminado, pero a los cuatro días´la SIDE levanta la intervemción a uno de los teléfonos.  Después de ese día prácticamente se abandona la intervención de los otros teléfonos de los Edul, según Nisman, por decisión de la SIDE.
UN MARINO EN LA SIDE
Otro tanto le espera al segundo jefe de la
SIDE, vicealmirante Juan Carlos Anchezar, un hombre cercano a Jorge "El Tigre" Acosta, jefe de inteligencia de la Esma durante la dictadura.
En el juicio oral por la causa Amia, Anchezar, debió explicar cómo es que la Dirección Observa-ciones Judiciales de la SI-DE ordenaba "pinchar" teléfonos sin orden judicial alguna. Como así también por qué el producido de esos cassettes jamás llegó a la causa AMIA ni a ninguna otra.
Ahora, él y Anzorreguy deberán explicar porqué, ordenaron cesar con las escuchas a Kanoore Edul, pese a que en ese momento eran de vital importancia para la pesquisa.
Las razones son evidentes: el primero de agosto -mientras se estaban realizando los procedimientos-, hay una llamada entre la hermana y la esposa de Kanoore, donde la hermana le dice: "Papá fue para la Rosada para arreglar todo esto. Hay que parar a esta gente".
Hay otra comunicación de Kanoore Edul padre a Ceremonial de la Casa Rosada en el que pregunta por "la hermana Beatriz" que sería la ex cuñada presidencial Amira Beatriz Yoma, quien había sido cesada como secretaria de audiencias a raíz del escándalo Narcogate.
Kanoore Edul padre pide que le avisen al embajador Munir Menem "para que intercediera".
GRAN HERMANO
Cuando Carlos Menem asumió la Presidencia, Munir Menem fue nombrado embajador en Damasco. Cuando llegó a la capital siria, el traficante de armas Monzer Al Kassar le organizó una fastuosa recepción en el Club Oriente. El 2 de diciembre de 1989 Al Kassar asistió a una recepción en la embajada argentina en Damasco invitado por el embajador Munir Menem, según reveló el video que Zulema Yoma mostró en el programa Hora Clave a  mediados de 1991. Al  Kassar -que ahora está preso en España para ser extraditado a EEUU-, obtuvo la visa para llegar a la Argentina gracias al entonces embajador ante Siria, Munir Menem.
En agosto de 2000 un ex secretario del juzgado de Galeano, Claudio Lifschitz,  reveló en una entrevista con el autor de esta nota el papel que jugó Munir en el caso Kanoore Edul:
--¿Hubo algún personaje importante que intercedió para que no se investigara a Kanoore Edul?
--Si, Munir Menem, el hermano del presidente de la Nación. A partir de allí comienzo a advertir de que todo lo que estaba mal hecho en la causa no era por impericia o negligencia. De pronto, la SIDE había mostrado un exceso de pericia consiguiendo fotografiar al clérigo Moshen Rabbani mientras averiguaba los precios de camionetas Traffic en la Avenida Juan B. Justo, -antes del atentado-, pero demostraba ser muy torpe después del atentado. Esto me hizo `presuponer que no se trataba de torpeza sino que había una decisión en no colaborar con la causa, dijo Claudio Lifschitz en la entrevista con Veintitrés.
Ocho días después de los llamados de Kanoore a Munir, no sólo se dejaron sin efecto las intervenciones telefónicas sino que en 2000 el juez Juan José Galeano le dictó la falta de mérito a  Kanoore Edul. Hasta ese año, el legajo dedicado a Kanoore Edul sólo acumuló 150 fojas.
UN JUEZ FUERA DE LA LEY
La investigación de la AMIA fue su oportunidad y el motivo de su caíada porque el juez Juan José Galeano actuó fuera de toda legalidad. Todos los acusados que Galeano mandó a juicio,resultaron absueltos. Y quienes terminaron en la mira fueron los investigadores.
Galeano debía su ahora trunca carrera de juez a los hermanos Hugo y Jorge  Anzorreguy. Su designación allá por el '93 fue rubricada por Carlos Menem, pero en verdad era una especie de  ahijado del jefe de los espías: al momento de su nombramiento.
LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE
En su resolución, el fiscal Nisman sostiene que la pista que se dirigía hacia Kanoore Edul fue bloqueada por orden del entonces presidente Carlos Menem y debido a la intervención de su hermano Munir, en aquel momento director de Audiencias.
Si hay algo que esta claro, es que una de las claves del atentado a la AMIA es una ruptura  que se produjo allá por 1990 entre el flamante Presidente Menem y algunos viejos amigos que solían visitarlo en el bulín de la calle Cochabamba, regalado por Kanoore Edul padre, aunque siempre figuró a nombre de Munir Menem. Para congraciarse con EEUU, Menem envió dos naves de la Armada a participar del bloqueo a Irak. Eso determinó la ruptura de la amistad con sus paisanos.


RECUADRO
LA SUMA DE LOS DELITOS
En el juzgado de Lijo consideran que la denuncia es "muy razonable", pero que ahora "hay que probar todo" lo que consta en la presentación.  Todos quedaron imputados de delitos graves, desde incumplimiento de sus deberes hasta falsedad y destrucción de instrumentos públicos. Nisman pidió la prisión preventiva de todos basándose en que el concurso (sumatoria) de esos delitos derivaría en una pena que no admitiría la prisión condicional. La denuncia la recibió el juez federal Ariel Lijo, que ya le pidió su opinión al fiscal Patricio Evers.
Diario Miradas al Sur
25-MAY-2008