Tras la afirmación de Sergio Massa de que la medición de precios requiere un debate, los economistas Héctor Valle y Aldo Ferrer y el encuestador Ricardo Rouvier opinan sobre el futuro del Indec
HECTOR VALLE
"Hay que crear un ente autárquico"
Por Walter Goobar
"El Indec requiere una solución integral y la mejor forma sería un tratamiento de ley en el Congreso!, afirma Hector Valle, ex titular del Indec que renunció justamente cuando Domingo Felipe Cavallo lo pasó a la órbita del ministerio de Economía. Valle preside el Fondo de las Artes,y el año pasado colaboró con la entonces diputada y actual titular del Banco Nación, Mercedes Marcó del Pont en un proyecto sobre el tema. Valle propone que el Indec salga de la órbita de Economía, que se conforme un ente autárquico equivalente al Conicet, el llamado a concurso de todos los cargos y el monitoreo de las estadísticas por parte de una comisión de notables.
-Yo me fui del Indec cuando Cavallo se apropió del Indec y me fui planteando que mientras el Indec estuviera dentro de la órbita de Economía siempre iba a haber problemas. El nuevo Indec tiene que estar al margen de las presiones públicas y privadas, porque uno de los efectos paradojales que tenemos ahora es que cualquiera dice cualquier cifra de inflación. No se puede negar la pérdida de credibilidad.
-¿Es lo único que se ha perdido?
-No. Tampoco se puede negar el grado de violencia que se ha instalado internamente que supera la discusión sobre los índices de precios. Cuando metemos matones y patovicas para agredir a personas como Cynthia Pok, la discusión está en otro terreno que no tiene nada que ver con la calidad de los números. A partir de que los datos son cada vez menos confiables, empiezan a materializarse actitudes de violencia: Pareciera que hay una relación directa entre la violencia estadística y la violencia física.
-¿Además de la credibilidad de otros índices, esto incide en la toma de decisiones?
-Si, por supuesto. Esto afecta la medición de pobreza, la política monetaria. Por ejemplo, el Banco Central está usando el IPC-resto (19,5 por cient) y el ministerio de Trabajo también. Si en las convenciones salariales el ministro de Trabajo acepta acuerdos del 25-30 por ciento, ¿con que hipótesis de inflación está trabajando? ¿Cómo definen los funcionarios del Banco Central el flujo monetario?
-¿Y que pasa con los bonos de la deuda y el SER?
-Es infantil decir que gracias a esta intervención en los índices nos ahorramos cinco o seis mil millones de dólares en concepto de pagos por los servicios de los intereses, porque paralelamente se encareció el precio de los créditos que tomamos. Creo que si ahora se corrige la cuestión estadística, hay que salir a renegociar los bonos, pero lo más probable es que consigamos un precio más barato por el dinero que tomemos.
-¿Cuándo propone la autarquía a que se refiere?
-A un esquema parecido al Conicet. Un presupuesto anual asignado y un plan de trabajo. Eso puede ser visado por el Poder Ejecutivo y considerado a nivel parlamentario. Además hay que darle al Indec capacidad para que comercialize su producción estadística porque esa es la mejor manera de terminar con el mercado negro.
-¿Cuál sería una salida de emergencia?
-Un decreto que nombre una intervención conformada por una comisión de notables y paralelamente mandarlo al Congreso.
-¿No lo han sondeado para esto?
-No tengo ganas de ir a Sarajevo. Tengo un carácter que no se presta para las transiciones.
RICARDO ROUVIER
"La única salida es la institucional"
En su doble calidad de ex delegado gremial del Indec y actual encuestador, Ricardo Rouvier afirma que "es un disparate que la Capital tenga un índice y las provincias otro" y avala la idea de sacar el Indec de la órbita de la Secretaría de Comercio.
Ningún país serio en el mundo se puede dar el lujo de minimizar la importancia de una institución como el Indec. Además siempre fue una institución muy seria.
--Este no es el primer Gobierno que se sintió tentado de intervenir en el Indice de precios al consumidor...
-La idea de modificar el Indec, el índice de precios o la forma de medir la pobreza ha estado en varios gobiernos. Durante la dictadura militar había dos índices: el índice con carne y el índice sin carne, pero era respetable hasta en eso.
-El ex presidente Néstor Kirchner dijo ante los intelectuales de Carta Abierta que una de las razones de la intervención era que había tráfico de datos hacia consultoras privadas para beneficiar a los bonistas y a las empresas..
-Sé de que está hablando, pero eso no justifica modificar el índice. Eso amerita iniciar sumarios administrativos y deslindar responsabilidades.
-Con respecto al cuestionamiento a algunos profesionales...
-La directora de la Encuesta Permanente de Hogares, Cynthia Pok, fue una de las últimas que tuvo que dejar el Indec, fue mi compañera de trabajo. Es una excelente profesional y resulta una terrible paradoja porque Cynthia Pok debe haber estado muy cerca del kirchnerismo.
-Con respecto a la necesidad de renovar los métodos
-El remedio ha sido peor que la enfermedad, porque el actual índice oficial que marca 9.3 es un índice local correspondiente a la Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires. El interior se está manejando con los índices anteriores. Por eso las diferencias son considerables entre uno y otro. Con respecto a la metodología, hay distintas opiniones sobre la conformación de la canasta, pero lo que ocurre es que en el caso argentino lo que ha quedado evidente es que la intervención ni siquiera ha dejado espacio a una discusión técnica entre este índice y los otros. Lo que se ha deteriorado es la confianza a nivel nacional e internacional: los organismos multilaterales no creen en el Indec argentino. La intervención en las cifras del Indec habría beneficiado al Gobierno nacional en unos seis mil millones de dólares frente a los bonistas, pero es imposible cuantificar en cuanto lo perjudicó en términos de credibilidad.
¿Se puede trazar algún paralelo entre temperatura y sensación térmica ¿
-Si. La sensación térmica es la opinión pública. La opinión pública no lleva un control estadístico, pero es evidente que la sensación térmica no coincide con lo que publica el Indec. Al decir que la inflación no existe, mientras la gente tiene la sensación térmica de que existe, genera una disonancia entre la opinión pública y el Gobierno que es complicada.
-¿Qué salida le ve al problema del Indec?
-La única salida es institucional. Que la Presidenta tome una decisión para normalizar la situación del Indec. Hay que volver al índice anterior o buscar una alternativa que esté más en consonancia con lo que miden las provincias. Es un disparate que la Capital tenga un índice y las provincias otro.
-¿La idea de sacar al Indec de la órbita de la Secretaría de Comercio, le suena sensata?
-Si. El Indec ha dependido de muchos organismos y podría depender de Presidencia, Jefatura de Gabinete o ministerio de Econnomía. No lo veo en la Secretaría de Comercio porque el Indec no solamente mide costo de vida. Tiene que ver con información estratégica.
ALDO FERRER
"El problema no es el Indec sino la inflación"
"Hay que resolver este conflicto político administrativo para que nos podamos ocupar del problema real que es el tema de la inflación", afirma el economista Aldo Ferrer, director editorial de Bae. "El tema se ha puesto en tales términos que parecería que el problema es el Indec cuando el verdadero problema es la inflación. Hay que recuperar rápidamente la credibilidad del Indec y una forma de hacerlo es convocar a la Universidad de Buenos Aires o al Consejo Interuniversitario donde están todas las universidades nacionales para conformar un equipo técnico con los mejores estadísticos que en cooperación con el personal del Indec armen un conjunto de estadísticas confiables para salir de este problema", explica Ferrer.
-¿Y si se armara una comisión de notables?
-No. Prefiero una comisión de insitituciones universitarias.
-¿Cuál es su diagnóstico del problema?
-Por más explicaciones que se busquen de un lado o de otro, hay una crisis de credibilidad. Es necesario restablecer la credibilidad sobre la base de estadísticas confiables para retomar la discusión sobre la inflación y el desarrollo.
-Para usted, lo del Indec es como "culpar al cartero"
-Los argentinos tenemos una tendencia a eso. El conflicto del campo también fue un ejemplo de cómo perdimos cuatro meses en un debate sobre una cuestión que en términos cuantitativos es insignificante en relación a la magnitud del problema del desarrollo. Deberíamos habernos ocupado de la estructura productiva, la competitividad, la equidad. Creo que tenemos que aprender a ocuparnos de los problemas reales.
-¿El Indec debería salir de la órbita del ministerio de Economía?
-Eso lo debería resolver ese grupo de universidades y de técnicos competentes. También habría que ver la experiencia internacional, pero desde luego que hay que alejarlo de la administración de la política diaria porque sino se confunden las cosas.
-¿Habría que pasar esto por el Congreso?
-Si. Creo que los grandes temas de la política y de la economía hay que consultarlos. En el caso del Indec, si hay alguna reforma administrativa le corresponde decidirla al Congreso. Lo que pasa es que en virtud de este debate se ha creado un malestar inflacionario que es bastante mayor que el problema real. El tema ha agravado una realidad que no esta descontrolada pero que hay que resolverla y el debate que se ha prolongado en el tiempo sólo contribuye a enrarecer el clima.
Diarios Miradas al Sur
27-JUL-2008