Los ataques aéreos y terrestres que Israel realiza en la Franja de Gaza se han cobrado en dos semanas la vida de 801 palestinos, mientras que la cifra de heridos asciene a 3.500. Un tercio de los muertos son niños que -según la ONU-, ya no tienen donde refugiarse. Esta descarnada estadística se suma a las denuncias de que Israel estaría violando las leyes de la guerra y la Convención de Ginebra.
Por Walter Goobar
Wgoobar@miradasalsur.com
Los ataques aéreos y terrestres que el Ejército israelí viene realizando desde hace dos semanas en la Franja de Gaza se han cobrado la vida de 801 palestinos desde el pasado 27 de diciembre, mientras que la cifra de heridos asciene a 3.500. Un tercio de los muertos son niños que -según la ONU-, ya no tienen donde refugiarse. Esta descarnada estadística, sumada a los ataques contra vehículos e instalaciones de la ONU y la Cruz Roja corrobora las denuncias de los organismos humanitarios que aseguran que Israel estaría violando las leyes de la guerra y la Convención de Ginebra.
De los 60 menores asesinados en los primeros ocho días de bombardeos se ha pasado a 265, sin contar los heridos o los que están atrapados bajo las ruinas de sus hogares, escuelas o mezquitas. "No existe un rincón seguro en Gaza. Los civiles no tienen donde ponerse a salvo y, además, están las fronteras cerradas, por lo que no tienen lugar donde huir", se puede leer en un informe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de los Asuntos del Derecho Humanitario.
La cifra de niños palestinos muertos en las últimas dos semanas contrasta con los datos del Ministerio de Defensa Israelí y la ONG The Israelí Proyect que estima en 23 el total de israelíes muertos por los proyectiles caseros lanzados por Hamas entre principios de 2001 y el verano del 2008.
A esto se suman las crecientes denuncias de que Israel está usando los controvertidos proyectiles de fósforo blanco cuyo uso contra civiles está prohibida por las leyes internacionales porque producen quemaduras severas. Esta semana, el diario británico The Times ha identificado proyectiles de fósforo blanco en imágenes de alta resolución obtenidas de las unidades de artillería israelíes en Gaza.
Los proyectiles azul claro de 155 milímetros están marcados M825A1, que está siendo usado por los tiradores israelíes para crear pantallas de humo.
Ayer, Israel impidió nuevamente la entrada de un convoy humanitario argumentando que había que respetar el shabat, pero sus tanques no descansaron: abrieron fuego contra varias viviendas, entre ellas la casa del periodista palestino Ala Mortijar, quien murió en el ataque. Previamente, bombardearon por aire un bloque de viviendas y las instalaciones de un estudio de producción que engloba más de 20 medios de comunicación y varias agencias informativas.
Tras dos semanas de intensos bombardeos y una de invasión terrestre, la táctica de "conmoción y espanto" implementada porr los estratégas israelíes para no involucrarse en una guerra de guerrillas urbana, se ha cobrado un 80 por ciento de bajas civiles sin lograr el control de los escasos 40 kilómetros de largo por doce de ancho de la Franja.
Otro objetivo consiste en dividir en dos la Franja de Gaza, escindiendo la zona sur y, muy particularmente, la ciudad de Rafah, para aislarla de Egipto, que es el único país con el que tiene conexión. Esta es la zona de túneles que Hamas utiliza para contrabandear armas y alimentos. Si el conflicto se extendiera hasta los propios túneles, daría lugar a una guerra muy larga, algo como lo que EEUU se encontró en Laos y Vietnam.
Desde el comienzo de la invasión terrestre, la estrategia israelí se ha basado en reocupar los antiguos asentamientos de los colonos, desde los cuales han creado compartimentos estancos y aislados entre sí, siempre a partir de campo abierto o zonas agrícolas, sin penetrar en ningún caso en las zonas urbanas. Han cortado la Franja en dos, por la mitad, a través de lo que fue el asentamiento de Netzarim.
El Ejército israelí, que bombardea desde tanques los núcleos de resistencia sólo ha conseguido penetrar 200 metros desde la carretera principal que atraviesa horizontalmente la Franja. El cruce con la avenida Saladino que sale al sur es la más avanzada de sus posiciones, controlada por francotiradores. Amnnesty denunció ayer que los militares "están tomando las casas palestinas, forzando a las familias a permanecer en el suelo, mientras usan la vivienda como base y posición de francotiradores".
Hasta ahora, ningún testigo ha visto tropas de infantería o concentraciones de soldados dentro del territorio. Los israelíes no han puesto un pie en los campos de refugiados, bastiones de Hamas, limitándose a avanzar protegidos dentro de sus tanques.
Enlos próximos días, las fuerzas terrestres deberán enfrentarse a una eficaz guerrilla urbana. Fanáticos bien pertrechados con miles de cohetes Kassam -de fabricación propia-, cientos de proyectiles de artillería Grad de 122 mm, misiles Fajr-3 iraníes e infinidad de armas livianas y antitanques, morteros y todo tipo de artefactos explosivos caseros. Pero también a algo mucho más terrible: los atentados suicidas.
Durante la Segunda Intifada, entre 2000 y 2005, los integrantes de Hamas efectuaron, junto con la Jihad Islámica Palestina, 105 atentados suicidas, provocando la muerte de más de mil israelíes, mayoritariamente civiles.
El problema surge cuando, como ahora, se entra en un terreno densamente poblado por 1,5 millones de personas, donde cada habitante es un enemigo y un potencial suicida. Incluyendo a mujeres y niños. Los palestinos, comenzaron a emplear mujeres para cometer atentados en 2002. Desde entonces, 22 palestinas se han inmolado en atentados suicidas.
Es un combate en el que de nada sirve la superioridad material y tecnológica, al no haber objetivos militares claros ni definidos. Para Israel, el riesgo de empantanarse en Gaza es grande, porque nadie puede salir vencedor de un conflicto así.
OPINION
Sin retroceso
Por Walter Goobar
Wgoobar@miradasalsur.com
Algunos días antes del comienzo del bombardeo sobre Gaza, se publicó un artículo del escritor y pacifista israelí Amos Oz en el diario italiano La Repubblica. Amos Oz vaticinaba que si Israel respondía a la provocación de Hamás, perdería inexorablemente la batalla de la opinión pública porque cualquier operación de represalia implicaría la muerte de civiles.
Aunque Amos Oz seguramente no alcanzó a vislumbrar el carácter cruento y desproporcionado de la operación, resta saber por qué Israel se lanzó a ciegas a lo que desde el principio podía presentirse como una trampa. Por otro lado, tampoco se comprende por qué Hamás creyó que había llegado el momento de tenderla, más allá de la idea de eliminar de la escena a Abu Mazen, líder de la Autoridad Nacional Palestina e interlocutor privilegiado de los israelíes.
Desde los primeros días de la acción militar quedó desvirtuada la versión oficial israelí que sostiene que Israel bombardea Gaza para frenar el lanzamiento de cohetes artesanales por parte de las milicias palestinas. Además de que no han conseguido frenar los ataques, el prestigioso diario Haaretz reveló que las tropas se entrenaron en una ciudad árabe simulada durante dos años, lo que indica que la operación comenzó a
Planificarse inmediatamente después del fracaso de la invasión al Líbano.
Desde entonces, los militares israelíes no han descansado para conseguir frente a Hamás lo que no consiguieron frente a Hezbollah en el Líbano.
Tampoco es cierto que Hamas haya sido el primero en vilar la tregua con el lanzamiento de misiles a partir del 19 de diciembre: el 4 de noviembre -día de la elección en EEUU-, aviones israelíes atacaron los túneles que permitían el contrabando de alimentos y bienes de Egipto a Gaza y mataron a varios dirigentes de Hamas.
Jean-Marie Colombani, ex director del diario francés Le Monde, sostiene que los jefes militares se han salido con la suya porque "Israel es hoy un Estado sin un verdadero Gobierno: Ehud Olmert renunció por corrupción y los demás están preocupados por las próximas elecciones".
Además, casi nadie que esté familiarizado con la política palestina y de Gaza considera realista la sacar a Hamas del poder.
"Si la guerra termina en un empate, como se espera, e Israel se abstiene de volver a ocupar Gaza, Hamas obtendrá el reconocimiento diplomático", escribió Aluf Benn, un analista político, en el diario israelí Haaretz. "No importa cómo lo llame", agregó, "Hamas obtendrá legitimidad".
No han sido pocas las advertencias hechas a Israel de que, con estas acciones, está logrando radicalizar tanto a los propios palestinos como a todo el resto del mundo árabe. Pero Israel estas consideraciones no tienen efecto alguno sobre su estrategia militar. No está interesado en el largo plazo, afirman varios analistas militares israelíes. Pareciera que cuando se cede a la lógica militar, no hay retroceso posible.
Diario Miradas al Sur
11-ENE-2008