Las amenazas de muerte contra el gobernador Daniel Scioli y la detención del comisionado Roque Luján, jefe distrital de Berazategui, son los últimos episodios de una guerra silenciosa cuyo trasfondo es una sorda disputa por la provisión de equipos electrónicos para la bonarense.
Por Walter Goobar
Las amenazas de muerte contra el gobernador Daniel Scioli y la detención del comisionado Roque Luján, jefe distrital de Berazategui, son los últimos episodios de una guerra silenciosa cuyo trasfondo es una sorda disputa por la provisión de equipos electrónicos para la bonarense. Ya antes de asumir la gobernación, Daniel Scioli recibió la primera advertencia de lo que le esperaba: el 19 de octubre de 2007 se produjo la masacre -aún no esclarecida-, de tres policías que tiene un denominador común con el reciente y sospechoso secuestro deLeandro Bergara y que lo han obligado a reforzar su custodia personal.
El 19 de octubre de 2007, los policías Pedro Díaz, Alejandro Vatalaro, y Ricardo Barboza fueron asesinados a balazos y cuchillazos cuando se hallaban de guardia en la planta transmisora de la cartera de seguridad. Durante once meses se trató de desviar la investigación hacia un supuestp crímen pasional, pero en septiembre de 2008, el fiscal Marcelo Romero, a cargo de la investigación denunció ante la fiscalía 2 de La Plata el faltante de 350 equipos de comunicación tipo “handy” que se hallaban en una “habitación secreta” de la planta transmisora.
El ministerio de Seguridad y la bonarense intentaron encubrir ese faltante hasta que el fiscal hizo un arqueo entre el inventario del Ministerio de Seguridad y otro confeccionado por Gendarmería Nacional.
El fiscal Romero agregóó que no le resultó sencillo obtener los inventarios porque “hubo reticencia de parte del Ministerio de Seguridad.
El área de Seguridad ha sido siempre disputada como una gran fuente de negocios, y en ese sentido el nombramiento como ministro de Seguridad de Scioli del ex fiscal Carlos Stornelli no hizo sino reforzar esta concepción.
Storneli no sólo se propuso desandar la reforma impulsada por su antecesor León Arslanian, sino que su idea de "reconciliarse" con la policía implicó -en los echos-, el retorno de la Maldita Policía.
Además de una concepción militarista de la seguridad basada en un supuesto control del territorio y aumento en la potencia de fuego, Stornelli se rodeó de una serie de personajes dudosos entre los que se destaca el exonerado ex jefe de la Policía Federal, Roberto Giacomino.
La injerencia de Giacomino se consolidó desde la asunción de Daniel Salcedo como jefe de la bonaerense y por ello la empresa Dinatech S.A., de Vicente Capizzi, consuegro de Giacomino, se vio beneficiada con un contrato para proveer al Ministerio de Seguridad de micrófonos e insumos informáticos por 181.000 pesos.
Se trata de la misma empresa involucrada en el escándalo que le costó el cargo de jefe de la Federal a a Giacomino.
Desde el inicio de su gestión, Carlos Stornelli parece ignorar que la historia de la bonaerense es la de sus vínculos con el delito organizado y las zonas liberadas.
Stornelli parece haberse apoyado en la experiencia de Giacomino y del grupo empresario que maneja, para volcarlos hacia los futuros contratos de provisión de equipamiento y software informático destinados al área de Seguridad.
Toda esta idea de encontrar un modus vivendi con la maldita policía, parece haber naufragado definitivamente con el secuestro de Leandro Bergara.
El hermano del secuestrado es dueño de "GB Componentes", otra firma que es proveedora de insumos electrónicos para la bonaerense.
Quienes conocen el entorno familiar de los Bergara aseguran que lograron posicionarse muy rápido en un mercado sumamente competitivo y concentrado. Señalan que “GB Componentes” sería quien provee las baterías para los equipos de comunicación que usa la policía provincial y que la empresa tiene vinculos por demás raros con la Policía bonaerense, oscuros acuerdos comerciales, y precios por debajo del costo.
La firma nació a fines de la década del `80 con un lmodesto local en la calle Paraná al 400.
La empresa tuvo un vertiginoso ascenso en los años ´90. En un mercado concentrado en 5 ó 6 empresas, no se explica cómo ellos lanzaban al mercado artículos que no habían sido comprados a los grandes importadores, y eran ofrecidos a igual o menor precio que ellos.
Casi todos los productos que importa la firma (aparatos de grabación, módulos o paneles montados, conectores,etc.) provienen de China y Taiwán, donde se consiguen mejores precios.
Los montos de las importaciones realizadas por la empresa reflejan ese vertiginosos crecimiento. En 2006, GB compró componentes electrónicos en el exterior por un valor cercano a U$S 1.500.000, y a fines del año pasado superó la barrera de los 2 millones.
Indepentientemente de los sanctos o non sanctos de los Bergara con la Polocía, si el gobernador Scioli no cambia de rumbo en materia de seguridad, el 911 sólo servirá para negociar rescates.
Diario El Argentino
4-FEB-2009