Después del pedido de disculpas del director de la Agencia Central de Inteligencia, León Panetta, por la referencia incorrecta respecto de la Argentina, un repaso por su historia muestra que su inteligencia casi siempre fracasa
Por Walter Goobar
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La CIA, la omnipresente Agencia Central de Inteligencia estadounidense que a lo largo de sesenta años de existencia se ha hecho mas famosa por sus errores antológicos y sus estrepitosos fracasos, ha alertado esta semana sobre los efectos que puede causar la crisis mundial en la Argentina. Sin embargo, el exabrupto de los espías estadounidense debería ser más un motivo de broma que de preocupación para los argentinos.
La agencia de espionaje que ahora aparece alarmada por la Argentina no pudo prever la explosión de la burbuja financiera que ha llevado a la quiebra de bancos, empresas de seguros y la industria automotriz en su propio país.
En su momento, tampoco pudo anticipar la caída del Muro de Berlín ni la desaparición de la URSS, pero tal vez su error más grosero fue no haber previsto que a uno de sus reclutas más promisorios se le ocurriría derribar las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Por cierto, desde hace más de siete años también han fracasado en dar con el paradero de ese recluta devenido ahora en enemigo público número uno que se llama Osama Bin Laden.
"La mala información destruye naciones", afirma Tim Weimer, periodista del New York Times y autor de "Legado de Cenizas" en el que se historian los fracasos de la CIA. "La buena inteligencia salva vidas, la mala inteligencia mata a la gente" agrega el periodista que no se empeña en mostrar lo mal que se comporta la Agencia Central de Inteligencia sino en demostrar lo mal que hace su trabajo.
Desde sus origenes durante la guerra fría, algunos errores de la CIA han sido antológicos. El 20 de septiembre de 1949, la CIA informaba a Truman de que la URSS tardaría al menos cuatro años en poseer armamento nuclear. Tres días más tarde, el presidente anunciaba al mundo que Stalin tenía la bomba. El 30 de octubre de 1950, la CIA transmitía a la Casa Blanca que era practicamente imposible que China entrase en la guerra de Corea. Dos días más tarde, 300.000 soldados chinos cruzaron la frontera y casi echan a los estadounidenses al mar.
E la década de los ´60 vinieron los mil intentos de asesinar a Fidel Castro y las operaciones encubiertas contra Cuba que rodearon a la fallida y rocambolesca invasión a Bahía de Cochinos.
El desprecio por los Derechos Humanos ha sido una regla mas que una excepción en la historia de la agencia: los dictadores latinoamericanos como Jorge Rafaél Videla y Augusto Pinochet eran considerados "un mal menor". Lo mismo ocurrió en Asia, Africa y el Medio Oriente: durante tres décadas la CIA justificó los crímenes de Saddam Hussein y su uso de armas químicas contra los civiles kurdos, hasta que llegó la hora de soltarle la mano. entónces, inventó evidencias sobre las armas de destrucción masiva que llevaron a su propio país a empantanarse en una guerra sin salida.
La tortura de sospechosos en Guantanamo, los secuestros de ciudadanos en terceros países y los vuelos secretos son uno de los más recientes escándalos en los que se ha visto envuelta la agencia. .
En el Medio Oriente, la CIA tiene el dudoso mérito de haber patrocinado muchos de los movimientos fundamentalistas islámicos que están detrás del actual enfrentamiento entre el mundo musulmán y Occidente.
Sin el apoyo financiero de la CIA no existirían los Hermanos Musulmanes, Hamas, Yamaa Islámica, Ossama Bin Laden ni ninguno de los movimientos que hoy identificamos como terroristas.
La CIA apostó el islam más retrógrada como forma de mantener sometidoal Medio Oriente. Perdió la oportunidad de patrocinar un islám moderno y constructivo trabajando con elementos que favorecían esa tendencia. Rechazó la democracia porque relacionaba las personas que propugnaban un sentimiento antiestadounidense, y con ello destruyó las fuerzas laicas en todo el mundo árabe.
El dinero de los sobornos y el camuflaje permitió reclutar reyes, presidentes y colocar a militares en cargos útiles, formar a futuros dictadores y burócratas a la medida de la Agencia en todos los rincones del planeta.
Entre sus escasos y más recientes exitos figura el portal Facebook, financiado con capital de riesgo de la CIA y que ha logrado convencer a 175 millones de usuarios en el mundo para que voluntariamente entreguen todos sus datos a los 16 servicios de inteligencia de EEUU. Una operación brillante que desmiente la idea de que la CIA no sirve ni para espiar.
Diario Miradas al Sur
01-MAR-2009-03-01