En menos de lo que canta un gallo, el macrismo y sus socios del peronismo disidente, Francisco de Narváez y Felipe Solá sepultaron sus posiciones encontradas sobre el adelantamiento del cronograma electoral
Por Walter Goobar
En menos de lo que canta un gallo, el macrismo y sus socios del peronismo disidente, Francisco de Narváez y Felipe Solá sepultaron sus posiciones encontradas sobre el adelantamiento del cronograma electoral y anunciaron este lunes su decisión de no dar quórum en el Congreso y, en caso que el kirchnerismo logre abrir la sesión, votarán en contra.
Aunque el trio invocó el "afecto societatis", la tensión preexistente entre Macri, Solá y De Narváez se multiplicó después de que los tres manifestaron opiniones distintas sobre la propuesta de Cristina Fernández de Kirchner.
En concreto, el recién constituido Interbloque Federal, en el que convergen los bloques del PRO, Unión Peronista y Azul y Blanco, más el aporte de los puntanos de los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá y los restos del Paufe de Luis Abelardo Patti-, reúne 34 diputados que votarán por la negativa.
Aunque Solá haya convencido a sus socios sobre la necesidad de oponerse al proyecto del oficialismo, no caben dudas de que entre Macri, Sola y De Narváez de afecto hay poco y de societatis, menos aún.
Por lo pronto, Felipe Solá volvió a condicionar su candidatura en Buenos Aires. "Depende de mi relación con Narváez", respondió ante una consulta sobre si su postulación es ya un hecho. "Si digo que voy a ser candidato, sería avisar el resultado de una negociación no hecha todavía", añadió el ex Gobernador, y admitió que el acuerdo electoral que hace unas semanas selló con De Narváez y Mauricio Macri atraviesa un momento de fuerte tensión. La verdad es que la relación entre los integrantes del trio, no podría estar peor.
Desde su lanzamiento, la alianza tripartita estuvo signada por la superficialidad que caracteriza cualquier anuncio montado sobre una gran operación de prensa. En ese sentido, el cambio de fecha electoral no hizo sino agravar las fricciones. societarias.
Cuando Mauricio Macri se sacó la famosa foto en el Hotel Intercontinental, que lo ubicó en el centro de la escena apadrinando a la dupla bonaerense gestada por Duhalde, se especuló que Macri podría favorecer a Solá, alimentando el potencial de un candidato que competiría con él en la carrera presidencial a 2011.
De Narváez por su parte, calcula que Solá no tiene grandes chances de imponer sus pretensiones, y menos aún, a contrarreloj. De allí sus primeras declaraciones a favor de un adelantamiento de las elecciones. Pero Solá se mantiene en su postura de no querer ser el segundo de De Narváez, a la vez que "amaga" abrir tratativas con Margarita Stolbizer, de la que paradójicamente sí aceptaría ser segundo.
Para unificar posiciones y empalmar con la posición adoptada inicialmente por Solá, De Narváez dio marcha atrás en su intención de apoyar el anticipo electoral y lo mismo hizo Macri, quien también había deslizado esa intención.
En medio de rumores y desmentidas, De Narváez salió ayer a negar fisuras en la alianza y sostuvo que esta semana se definirá quién de los dos -él o Solá- será el primer candidato en la Provincia.
En el entorno de Solá sienten que sus dos socios lo están encerrando. Y necesita jugar este año si pretende ser un presidenciable para 2011.
Lo cierto es que al diputado y empresario Francisco De Narváez, romper con Solá, no es lo que mas le preocupa. Para él, lo mas urgente a definir es como va a posicionarse frente al Gobernador Daniel Scioli. Hasta ahora, evitó cualquier conflicto, despertando rumores de acuerdos operados a través de su socio, José Luis Manzano.
Por otra parte, Felipe Solá le reproccha a De Narváez una presunta extorsión contra el ahora ex Presidente del PRO bonaerense, Jorge Macri, en base a unos supuesttos videos comprometedores filmados en la Legislatura. Varias fuentes señalan que De Narváez acompañado por Miguel Angel Toma, le avisaron a Mauricio Macri sobre la existencia de ese material que comprometía a su primo, y Mauricio cedió ante la extorsión.
A todo esto, se sumaron los chispazos de De Narváez con los compañeros de Solá. Uno de ellos es Juan José Álvarez, quien se pasó de las filas de De Narváez a las de Felipe.
Lo mismo pasó con Jorge Macri que se alineó con Solá en contra del nuevo calendario electoral
Pero la gota que rebalsó el vaso fue el echo que el Jefe de Gobierno de la Ciudad no adelantó a sus socios que desdoblaría los comicios porteños y que, en consecuencia, los dejaría librados a su suerte en tierras bonaerenses. Ahora, mas que unidos, están urgidos por el almanaque.
Diario BAE
18-NAR-2009