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DÍA MUNDIAL DEL AGUA

Oro líquido



Incolora, inodora, insípida y tan rentable como el petróleo. Ésta podría ser la nueva manera de definir el líquido elemento vital para la vida, que también se ha convertido en mercancía de un turbio negocio: la creciente demanda y la ausencia de legislación ha convertido al agua dulce del río Paraná en un nuevo commodity con una rentabilidad comparable a la de los hidrocarburos.

Por Walter Goobar
Incolora, inodora, insípida y tan rentable como el petróleo. Ésta podría ser la nueva manera de definir el líquido elemento vital para la vida, que también se ha convertido en mercancía de un turbio negocio: mientras la Argentina soporta la peor sequía en medio siglo, la creciente demanda y la ausencia de legislación ha convertido al agua dulce del río Paraná en un nuevo commodity con una rentabilidad comparable a la de los hidrocarburos. El agua que en la Argentina cuesta un euro, se revende a 11 en Europa y Medio Oriente, adonde se la transporta en contenedores y hasta como lastre en los barcos. En general, el agua se usa como lastre, en el fondo de la embarcación, para que se sumerja hasta donde convenga.
La página de internet www.makhena.com expone las características de un negocio fabuloso: la venta de agua dulce, cruda, sin tratamiento, proveniente del río Paraná, apta para potabilización, consumo o riego.
Empresas como Makhena –que tiene sede en Miami y sucursal en Buenos Aires– navegan sobre la falta de legislación sobre el tema y venden por internet el agua de los ríos argentinos a Medio Oriente, el Caribe y África.
Alberto Cholewa, socio de Makhena S.A., reconoció al diario La Nación que un buque cisterna despachado a Medio Oriente con 7000 toneladas de agua tendría hoy un costo cercano a dos millones de dólares estadounidenses. El empresario también explicó: “Es común que los barcos cuando descargan hidrocarburos hagan lastre con agua. Entonces surgió el negocio de descargar esa agua en lugares como Curaçao y República Dominicana, que la compraron. Esto puede dejar una ganancia aproximada de 100 mil dólares, mitad se reparte al barco mitad a la empresa”.
Los buques la descargan en piletones que luego de potabilzarla la vuelcan en la red. No hay precio por litro. La empresa ya efectuó este tipo de negocios entre los años 1983 y 1987 y ahora está tratando de retomar el comercio. Cholewa aduce que se puede sacar agua de la desembocadura del Paraná –lo que no es ilegal– si se paga un canon de exportación que es un 6 por ciento de lo que puede cargar el buque (entre 70 mil y 130 mil toneladas).
Como el flete se lleva el 50 o el 60 por ciento del valor de la mercancía, Makhena planea aprovechar los grandes barcos que quedaron en desuso para transportar petróleo, hidrocarburos y químicos porque ahora se exige que los barcos tengan doble fondo para llevar esos productos. Esos barcos de rezago podrían abaratar los costos y reflotar el negocio del agua.
Makhena tenía planes de hacer un joint venture con alguna municipalidad de las provincias de la cuenca del Paraná pagando solamente el canon a Recursos Hídricos. La intención era tomar agua del río Paraná como lo hacían antiguamente, potabilizaban el agua para alguna población, y luego exportaban el agua filtrada, pero esos planes naufragaron.
Legisladores, intendentes y ONG de la provincia de Santa Fe, solicitaron al Congreso de la Nación que se prohíba la exportación de agua dulce del Paraná, al enterarse de que el agua envasada es comprada en la región al valor de un euro y se vende a 11 en el viejo continente, según argumentó el senador provincial Ricardo Kaufmann (del Frente para la Victoria-FV) y la ONG ecologista Río Paraná SOS.
Makhena, por su parte, argumenta que ellos no están quitando del suelo o del continente agua, sino que cuando lo hicieron, sacaron agua del río Paraná que se termina mezclando con el mar.
LA BEBIDA DE LOS BUSH
El senador Kaufmann, afirma que “el agua es un recurso natural que pertenece a las provincias”. En apoyo de esta postura, el doctor en química analítica, Deonaldo Carbajal advierte: “Están sacando un recurso vital y nadie parece preocuparse. La gente no está enterada y los políticos no toman debida atención”.
Carbajal detalla: “El agua que se extrae aquí se lleva en contenedores hasta Escocia, donde la fracciona una empresa que integra la familia del ex presidente George W. Bush, que adquirió miles de hectáreas en las provincias de Córdoba y Salta. En Italia comercializan el medio litro de esa agua, ya potabilizada, a 11 euros. Las exportaciones se estarían haciendo desde puertos de la provincia de Buenos Aires”.
Hoy es una realidad que los países del Primer Mundo están buscando agua de esta región. “Los que vienen y se llevan el agua no tienen grandes costos porque no hay ninguna ley que lo prohíba”, sostiene Carabajal. Se trata de un negocio –sin ningún tipo de regulación–, que estaría generando millones de dólares.
La Fundación Mbiguá, de Entre Ríos, trabaja en el tema desde 2006. Alfredo Serra, geólogo y especialista en recursos hídricos, denuncia que en Entre Ríos se envasa el agua termal y nadie paga nada: “Está la ley, pero no se cumple y no se paga ningún tipo de regalías”, dijo Serra. Lo que falta son controles.
Lo cierto es que un recurso como el agua del Paraná puede venderse, el agua termal de Entre Ríos se vendería sin canon, y las empresas transnacionales que envasan ganan fortunas.
IMPERIOS EN BOTELLAS
La industria del agua mueve unos 800 mil millones al año y por ahora apenas maneja el 5 por ciento del agua dulce del planeta. Sus ganancias superan las de la industria farmacéutica. En los Estados Unidos, el galón de agua potable embotellada sobrepasa en precio al de petróleo.
La venta del agua embotellada es una de las industrias de mayor expansión (y de las menos reglamentadas) del mundo. Ya en 2000 se embotellaron y comercializaron más de 24.000 millones de litros en el mundo.
Junto con los colosos mundiales de la industria, tales como Perrier, Evian, Naya, Poland Spring y Purely Alaskan, existen miles de pequeñas compañías que se dedican al negocio de aguas exóticas.
GASEOSAS EN BAJA
El consumo de agua embotellada ha crecido a tasas de más de 20 por ciento en los últimos ocho años. Tanto que, en 2007, por primera vez en la historia esta bebida cristalina superó en Europa a las gaseosas. Según el último informe elaborado por Zenith International, ese año se vendieron en el viejo continente 206.000 millones de litros de agua, lo que representa el 37,3 por ciento del consumo de bebidas no alcohólicas, frente al 36,8 de las  gaseosas.
Las perspectivas manejadas por Zenith International –antes de la crisis económica internacional–, apuntaban a que el consumo de agua embotellada crecería el 11 por ciento hasta 2012, mientras que los refrescos carbonatados seguirán perdiendo cuota de mercado, en favor de bebidas consideradas como más sanas como jugos de fruta sin gas y tés.
GUERRAS HÚMEDAS
La palabra clave, que refleja la situación actual del agua y las perspectivas futuras en el ámbito global, es la escasez. En efecto, la explosión demográfica de las últimas décadas y las perspectivas de crecimiento de la población a corto plazo han creado una presión sobre los recursos hídricos sin precedentes en la historia de la humanidad. Dada su escasez en el planeta (3 por ciento del total), la propiedad del agua asoma como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI. Ismael Serageldin, ex vicepresidente del Banco Mundial, dijo hace más de una década que, así como las guerras del siglo XX habían sido por el petróleo, las del siglo XXI iban a ser por el agua, ya que se espera que en el año 2025, la demanda de este elemento tan necesario para la vida será un 56% superior que el suministro... y quienes posean agua podrían ser blanco de un saqueo forzado. Se calcula que para los 6.700 millones de habitantes que hay en el mundo se necesita, ya, un 20 por ciento más de agua. La pugna es entre quienes creen que el agua debe ser considerada un commodity o bien comerciable (como el trigo y el café) y quienes expresan que es un bien social relacionado con el derecho a la vida. Los alcances de la soberanía nacional y las herramientas legales son también parte de este combate.
El conflicto por el agua es tan viejo como la Biblia o el Corán, pero lo nuevo del caso es que, desde hace una década, se acumulan las cifras que presagian que el planeta se encamina a una escasez cada vez más marcada. El caudal de agua en el mundo se duplica cada veinte años y todo indica que no alcanzará para calmar la sed de todos.
 
ACUÍFERO EN CIFRAS
En el mundo, el 78% de la superficie de la tierra es agua; de ese porcentaje, el 3% es agua dulce. Y de ese 3%, el 1% está en el acuífero Guaraní, un estratégico reservorio de agua que ocupa 1.190.000 kilómetros cuadrados bajo los suelos de la Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay.
El acuífero tiene 132 millones de años. Sus orígenes se remontan a cuando África y América aún se encontraban unidas. Su superficie de 1.190.000 kilómetros cuadrados,  hizo que se lo denominara el Gigante del Mercosur, porque este inmenso reservorio de agua pura se extiende desde el pantanal, en el Norte de Brasil (840.000 km²), ocupa parte de Paraguay (71.700 km²), mientras que ocupa 58.500 km² en Uruguay y 225.500 km² en la pampa Argentina. Incluso se sospecha que, a enormes profundidades, el acuífero se encuentra conectado con los lagos de la Patagonia. El volumen total del agua almacenada es inmenso. El volumen explotable en la actualidad es de 40 a 80 kilómetros cúbicos, una cifra equivalente a cuatro veces la demanda total anual de nuestro país.
A través de un estudio realizado por la especialista argentina Elsa Bruzzone se llegó a una conclusión alarmante: la cíclica presencia del Comando Sur de los Estados Unidos, en la Triple Frontera (Brasil, Paraguay, Argentina) tiene como objetivo el control del Sistema Acuífero Guaraní, que es un verdadero océano de agua potable subterráneo que tiene allí su principal punto de recarga.


RÍOS SECOS
El problema del agua no se restringe a los países africanos o asiáticos. California, Texas, en los Estados Unidos, España, la parte sur de Italia, y muchas ciudades que crecieron abismalmente en los últimos cincuenta años hoy tienen problemas con el agua.
En algunas zonas del planeta, la extracción de agua ha tenido consecuencias devastadoras para el medio ambiente. La capa freática de muchas regiones del mundo se reducen constantemente y algunos ríos, como el Colorado en los Estados Unidos y el Amarillo en China, se secan con frecuencia antes de llegar al mar.

SED DE DERECHOS
El agua tiene que ser un derecho básico elemental y fundante de otros derechos de todo ser humano, por el solo hecho de ser humano. Para proteger el agua, lo primero que se debe hacer es incorporar a las constituciones de los diferentes países la protección nacional del recurso, como lo acaba de hacer Ecuador; hay una propuesta para hacer un referéndum en Colombia y en El Salvador.
Las constituciones de Costa Rica, Canadá y Uruguay prohíben la privatización y la mercantilización del agua. En las antípodas de este principio está el caso de Chile, donde el gobierno de Augusto Pinochet no sólo concesionó los cursos de agua, sino que los privatizó, por lo que una empresa privada dueña de una represa en un río puede dejar sin agua a una localidad entera sin ningún tipo de perjuicio porque tiene la potestad del agua.
Revista Rumbos
21-MAR-2009

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