Baltasar Garzón

Giovanni Falcone

El Juez español recuerda a su colega italiano Giovanni Falcone, asesinado hace 17 años por la Mafia

Por Baltasar Garzón
Diecisiete años sin Giovanni Falcone y todavía sigue siendo un símbolo para quienes creemos en una Justicia independiente, en una Justicia sin miedo, sin sumisión. Falcone fue uno de los jueces que hizo frente a la mafia con la fuerza del Derecho. Para combatirla dio todo sabiendo que no iba a recibir nada. Y, sin embargo, entregó su vida por las víctimas. Supo que su muerte catalizaría a todos los sectores de la sociedad, y especialmente a los políticos. La sumisión e indiferencia frente al crimen organizado y la corrupción que comporta hicieron a Italia permeable a la acción de estos dos fenómenos hasta unos límites insoportables.
Falcone, con sus acciones, marcó el horizonte de muchos jueces en Italia y en el mundo. Las técnicas de investigación que puso en marcha, y que luego otros hemos continuado, han logrado un mundo más seguro en el marco del Estado de Derecho y han demostrado que un sistema democrático no es incompatible con la firmeza en la lucha contra el crimen organizado.
Yo estuve en Palermo el día que enterramos a Giovanni. Más de 500.000 personas asistieron a su sepelio. Todos despreciaban a quienes les dirigían políticamente porque habían permitido que cayera el «primer ciudadano» de Italia, el juez Falcone. Las lágrimas que inundaron de dolor la catedral y la plaza en la capital siciliana se han convertido, con el paso del tiempo, en gritos de gratitud de una sociedad que comenzó a sanarse con la muerte de Falcone. Aquellos 700 kilos de explosivo que reventaron la carretera que va del aeropuerto a Palermo, y a cinco cuerpos de servidores del Estado, fueron la mayor derrota de la mafia. Falcone, Borsellino y tantos otros jueces y funcionarios caídos son los nuevos héroes en una sociedad incrédula e indiferente, y uno de los referentes para recuperar la credibilidad en unas instituciones no siempre a la altura de las circunstancias.
Ahora que el mundo vive momentos de crisis, debe recuperarse la dignidad de la Justicia. El ciudadano necesita creer en sus jueces como los italianos creyeron en Giovanni Falcone; necesita saber que sus derechos van a ser defendidos y que el Estado, a través de sus instituciones -principalmente la Justicia- va a hacer lo necesario para conseguirlo; y precisa conocer que nadie, por importante que sea, está por encima de la Ley.
Pero también la Justicia tiene que ser defendida frente a los manipuladores. Y en esta tarea, siguiendo al visionario Falcone, los ciudadanos deben asumir la labor de ser paladines de la misma en un mundo global, con una visión universal en la que la impunidad no encuentre acomodo en fronteras internas o externas frente a los poderosos. Se lo debemos a las víctimas de tantos atropellos, y a la memoria de un hombre que dio su vida por aquello en lo que creía.