La polémica por la designación del indagado ex comisario Jorge "Fino" Palacios como titular de la Policía Metropolitana.
Por Walter Goobar
"Yo no tengo sospechas de los crímenes que cometió Palacios", sostuvo seriamente Guillermo Montenegro durante la interpelación ante la Comisión de Seguridad de la Legislatura de la Ciudad por la designación del indagado ex comisario Jorge "Fino" Palacios como titular de la Policía Metropolitana.
Recién cuando estallaron las carcajadas y los aplausos, Montenegro cayó en la cuenta que su inconsciente lo había traicionado y de la peor manera.
En todo caso, su inconsciente estaba del lado de los organismos de derechos humanos, los familiares de las víctimas de la AMIA y de la represión del 19 y 20 de diciembre que cuestionan el nombramiento del comisario imputado por el encubrimiento del atentado contra la mutual judía, por su participación en la matanza del 20 de diciembre de 2001 y por sus conversaciones con un represor y un reducidor de autos que terminó condenado en la causa de Axel Blumberg.
Antes del polémico nombramiento que ahora defiende a capa y espada, el ex juez Montenegro había advertido a Mauricio Macri que la situación procesal de Palacios en la causa por el encubrimiento del atentado a la Amia desencadenaría una tormenta política: "Gordo, lo defendes a como de lugar", fue la orden que Montenegro recibió del Jefe de Gobierno Porteño.
Montenegro y Macri esgrimen argumentos absurdos en defensa de Palacios y por momentos parecen querer colocarse en el lugar del juez de la causa. Argumentar que Palacios fue indagado hace ocho meses y que aún no hay resolución, no es equivalente a una falta de merito, al menos en un juzgado serio como el que preside el Juez Ariel Lijo.
Si la resolución sobrePalacios se ha demorado es, entre otras cosas porque la Cámara Federal debía resolver un pedido de prescripción solicitado por la defensa de Munir Menem, que es otro de los imputados. Ayer, la Cámara denegó la prescripción con lo cual la causa contra todos los imputados cobra más fuerza.
. Al menos, en el juzgado de Ariel Lijo , la categoría de indagado "se aplica a una persona sobre la que hay fuertes presunciones de que ha cometido un delito". Este es el caso de la persona que Mauricio Macri pretende absolver por su cuenta y riesgo para imponerlo como jefe de la nueva policía porteña.
¡Con esto, Macri logró que por primera vez Familiares y Amigos, Apemia y Memoria Activa estemos unidos más allá de las diferencia
que existen entre las agrupaciones", señal´p a este diario Luis Czyzewski de Familiares de la Amia.
Además de la causa Amia, Palacios también debe rendir cuentas a la Justicia sobre su relación con al reducidor de autos Jorge Sagorsky, condenado por asociación ilícita en la causa por el secuestro y asesinato de Axel Blumberg. Fue esa escucha del 2001 la que puso fin a la carrera de Palacios en la Federal.
Palacios venía trabajando desde hace varios meses en la selección del personal de la nueva fuerza junto a un grupo de policías de dudosos antecedentes.
El comisario Vìctor Sarnaglia que en 2006 fue separado de la jefatura de Policía de Reconquista, por haber estado involucrado en la fuga de un narcotraficante, también integra la cúpula de la policía metropolitana. El policía fue transferido a Reconquista desde Rosario, donde se desempeñó como Director de la Escuela de Cadetes y protagonizó un escándalo en los boliches nocturnos que frecuentaba.
Según Sergio Burstin, integrante de la Asociación de Familiares y Amigos de las Víctimas de la Amia otro funcionario del Gobierno de la Ciudad que jugó un papel nefasto en el nombramiento de Palacios fue
Claudio Avruj, encargado de Relaciones Institucionales del Gobierno de la Ciudad y ex director ejecutivo de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) entre 1997-2007.
A comienzos de año, cuando los Familiares de la Amia pidieron una audiencia con Macri, Avruj se encargó de posponer esos encuentros asegurándoles que no había planes de nombrar a Palacios.
"Avruj es quien manejó los tiempos políticos. Pospusieron el nombramiento hasta después de las elecciones y mintieron al electorado", dice Burstin.
Según Burstin fue Avruj quien resumió la situación de Palacios a Macri de la siguiente manera: "Con (el fiscal Alberto) Nisman no podemos hablar. (El juez Ariel) Lijo lo va a procesar. Nos conviene ganarle de mano y podemos invocar que la DAIA le dio un premio en 1997. Con eso vamos a tener a las instituciones judías a nuestro favor o -por lo menos-, no van hacer una oposición demasiado dura. El único problema son los Familiares y Memoria Activa. Por esoo, lo mejor es ganarles de mano", resume Burstin que acusa a Avruj de haber pretendido operar sobre los familiares.
Aunque no lo admita públicamente, el propio juez Ariel Lijo ha sido blanco de presiones y operaciones políticas para enfrentarlo con los familiares de las víctimas. Los miembros de los organismos que luchan por el esclarecimiento del atentado a la Amia recibieron un correo electrónico anónimo en el que se afirma que Montenegro se reunió con Lijo "en una oficina de la calle Corrientes 524" y le ofreció "la Dirección del Instituto de Seguridad", dice el anónimo.
Es evidente que el mail está destinado a sembrar sospechas entre el juez que debe resolver la situación procesal de Palacios y los organismos de Derechos Humanos y los familiares de la Amia, porque ni siquiera alguien capaz de cometer fallidos como los de Montenegro le va a ofrecer al juez Ariel Lijo convertirse en empleado del indagado Palacios.
Diario BAE
10-JUL-2009