Gamma fue fundada en 1966 y aglutinó a una generación de fotoperiodistas franceses -Depardon, Demulder, Caron-, que se hartaron de ganar premios y cuyas imágenes han sido tapas de Life, Time, Newsweek o Paris Match.
Por Walter Goobar
He pasado casi un cuarto de siglo deambulando entre conflictos bélicos, golpes de Estado y desastres naturales. He flirteado con el peligro y en más de una oportunidad me ha tocado arriesgar el pellejo para algo tan estúpido como mandar un fax, pero todavía me fascina la idea romántica de que el periodismo escribe la primera versión de la Historia.
Aunque conviví con todos los cambios tecnológicos que moldearon la profesión,
nunca había presenciado un cataclismo semejante al que se está produciendo en los últimos tiempos. No reniego de internet ni del periodismo digital, pero no me resigno al colapso de lcentenares de periódicos y con ellos todo un mundo y una forma de trabajar.
Por eso me ha conmovido la noticia de que la Agencia Gamma, que se hizo famosa documentando el Mayo Francés, las guerras y las masacres en todos los rincones del planeta y la caída del Muro de Berlín cierra fulminada por las deudas.
Gamma fue fundada en 1966 y aglutinó a una generación de fotoperiodistas franceses -Depardon, Demulder, Caron-, que se hartaron de ganar premios y cuyas imágenes han sido tapas de Life, Time, Newsweek o Paris Match.
La crisis económica que ha hecho todopoderosoos a los gerentes y a los jefes de personal, ha vuelto prohibitivo el trabajo de los enviados especiales. Por otro lado, la tecnología. ha remplazado al tipo audaz con ojo de águila que iba a todos lados con una cámara colgada del cuello y se las ingeniaba para revelar y transmitir esas imágenes que valían más que mil palabras.
Hoy en dia, cualquier aficionado con un celular puede captar el momento y enviar la foto en un santiamén. Ni siquiera se exige calidad porque el Fotoshop arregla cualquier cosa.
Los periodistas y fotógrafos que a fuerza de jugarse la vida en los rincones más olvidados del planeta terminaron conformando una especie de tribu nómade que se creía invulnerable a las balas gracias a la credencial que como amuleto llevaban colgando del cuello, son una especie en extinción.
Empiezan a ser remplazados por otra tribu, la de los floggerperiodistas que solamente están obsesionados pr por sacarse fotos a si mismos en el lugar de los hechos para colgar en sus blogs.
Diario Miradas al Sur
09-AGO-2009