Aunque fracasó en su intento de renunciar a Narodowski, el macrismo tiene fundados motivos para sospechar que a la declaración del ministro le seguira una catarata de citaciones judiciales: las versiones sobre un eventual llamado a indagatoria al ministro Guillermo Montenegro, al jefe de Gobierno, Mauricio Macri -asi como a su padre, Franco-, son cosa de todos los días.
Por Walter Goobar
El ministro de Educación porteño, Mariano Narodowski debe concurrir hoy a prestar declaración indagatoria en la causa de las escuchas ilegales que involucra al gobierno porteño.
Durante los últimos días Narodowski estuvo sometido a todo tipo de operaciones y humillaciones por parte del macrismo para quien el ministro se ha convertido en un lastre del que habría que haberse desembarazado antes de que se convierta en el primer funcionario de la Ciudad detenido o procesado en la bochornosa causa d las escuchas telefónicas.
Aunque fracasó en su intento de renunciar a Narodowski, el macrismo tiene fundados motivos para sospechar que a la declaración del ministro le seguira una catarata de citaciones judiciales: las versiones sobre un eventual llamado a indagatoria al ministro Guillermo Montenegro, al jefe de Gobierno, Mauricio Macri -asi como a su padre, Franco-, son cosa de todos los días.
Aunque el juez le haya concedido más tiempo para preparar sus respuestas, al tambaleante ministro no le resultará sencillo explicar el derrotero del espía Ciro James designado como asesor fantasma en su ministerio.
"Estoy un poco podrido, no cansado pero podrido", así definió Narodowski su situación en el gobierno de la Ciudad un día antes de declarar como indagado en la causa. Dias antes, había admitido que con el espía Ciro James "se había comido un garrón".
En efecto, el ex policía James tenía un jugoso contrato por seis mil pesos mensuales para realizar tareas que nadie ha podido definir. Su nombramiento como asesor en la cartera de Educación se produjo una semana después de la pinchadura del teléfono del Néstor Leonardo, el cuñado mentalista de Mauricio Macri lo que permite sospechar que podría tratarse de una contraprestación por ese servicio. Más aún, los funcionarios del gobierno de la Ciudad han dicho que no conocían la condición de policía de James, sin embargo el hecho que su nombramiento no fuese publicado en el Boletín Oficial indica quie en ciertas instancias del Gobierno porteño se tenía plena conciencia de que James realizaba tareas clandestinas.
Si Narodowski ratifica que no conocía al espía, deberá decir quien lo recomendó y porqué desestimó las objeciones del coordinador operativo del propio Ministerio de Educación porteño, Fernando Giudici. Ese funcionario había advertidoque el área no contaba con "reflejo presupuestario" para pagar un sueldo extra. A pesar de eso le asignaron 6000 pesos mensuales.
Según consta en los documentos del ministerio, James primero estuvo asignado a la "Unidad de Auditoría Interna", a cargo de Roberto Ayub, y luego pasó a la llamada "área ministro", bajo la órbita de la jefa de gabinete de Narodowski, Roxana Barroso. Ni Ayub ni Barroso consiguieron explicar lo que el ex policía hacía allí.
En realidad, el auditor Ayub sabe mucho más de lo que dice porque Ayub junto con su par del ministerio de Seguridad, el contador y ex agente de inteligencia Gustavo Morón, fueron los responsables de la arquitectura que permitió maquillar las contrataciones irregulares que también se extendieron a la plana mayor de la Metropolitana. La mayoría de los jefes figuraba como contratados a través de convenios con universidades como San Martín y La Matanza con sueldos más bajos que los de James.
En ese sentido, la situación de Narodowski, Montenegro y Macri podría complicarse mucho más si el juzgado de Oyarbide consigue demostrar que el de James no fue un caso aislado, sino que una docena de ex agentes de la SIDE estuvieron contratados en distintas reparticiones porteñas con una modalidad similar a la del topo enquistado en Educación, lo que implicaría un modus operandi sistemático e ilegal.
Aunque nadie está obligado a declarar en su contra,, Mariano Narodowski deberá responder porqué su contratado pasaba mucho más tiempo en el ministerio de Seguridad porteño, donde funciona la Policía Metropolitana, que en la cartera educativa, según muestra el entrecruzamiento de los teléfonos del espía.
El dominical Miradas al Sur reveló este fin de semana el contenido de dos cámaras de vigilancia de ese ministerio que muestran a James reuniéndose con los jefes de la Metropolitana Osvaldo Chamorro, Roberto Ontiveros y Eduardo Orueta los dias 14 y 28 de septiembre, cuando su supuesto mentor Jorge Fino Palacios ya había renunciado.
En las imágenes se aprecia que Chamorro, Ontiveros y Orueta no tratan a James como un recluta, sino como un par, un camarada de armas y de micrófonos.
La fecha de la visita del espía al ministerio a cargo de Montenegro no es azarosa: James concurre allí un dia antes de retirar en las dependencias de Observaciones Judiciales de la Side las escuchas telefónicas realizadas a Sergio Burstein, el familiar de las víctimas de la Ammia que más enconadamente se opuso al nombramiento del ex comisario favorito de Macri como jefe de la Metropolitana.
Narodowski no sólo afronta dificultades para justificar la presencia de James en su ministerio, sino también para explicar que hacía allí el actual viceministro de Educación Andrés Ibarra, cuyo único mérito curricular para acceder a ese cargo fue desempeñarse como gerente del Club Boca Juniors y del Correo Argentino, dos instituciones en las que también revistó el espía Ciro James.
¿Cómo hará Narodowski para justificar que el nombramiento de James en Educación no era una mera pantalla para encubrir sus actividades como espía?.
Horas antes de presentarse en Tribunales, un golpeado Narodowski reflexionó: "No sé si tengo el cuero que hace falta tener para soportar un montón de cosas que hay en el mundo político. Yo entré a esto -la política-, de grande, pero no sé si tengo el cuero lo suficientemente grueso y tampoco sé si lo quiero tener, porque para tener el cuero tan grueso hay que perder otras cosas", detalló el ministro en lo que podría calificarse como su primera confesión..