El ministro de Educación y candidato a jefe de Gobierno porteño por el kirchnerismo, Daniel Filmus asegura que en las elecciones del 3 de junio los habitantes de la Ciudad, se definirán a partir de la trayectoria de los candidatos y de sus propuestas concretas
Por Walter Goobar
. "Si hay algo que la gente destaca es mi honestidad.", dice Filmus. Este prestigioso académico, algo introvertido, circunspecto y reflexivo, vaticina que el tres de junio tendrá un doble motivo para festejar: el paso a una reñida segunda vuelta contra Mauricio Macri, además de que ese día es su cumpleaños.
--Quisiera que el sociólogo Filmus me cuente como es la vida del candidato Filmus
--(Se ríe) El día después de las elecciones voy a escribir un libro. El otro día estuve en un acto con jóvenes en el Abasto y les dije: "Esto no es un candidato, es lo que queda de un candidato". Yo trabajé cerca de otros candidatos orientándolos y ayudándolos y siempre había escuchado que un candidato es un tipo que se levanta por las mañanas dispuesto a que lo golpeen todo el día: la prensa, las encuestas...
--Por eso es tan importante el entorno....
--Sí. Dicen que esa es una de las razones por las que los candidatos necesitan tener una corte de adulones alrededor. Gente que aunque digas una barbaridad, se pasa el día diciéndote lo bien que estuviste. De otra manera sería insoportable. En la práctica, yo hago lo contrario. Me rodeo de gente bastante crítica que me dice lo que está bien, lo que está mal, lo que hay que mejorar. Una de las condiciones que yo puse para mi candidatura era que yo iba a ser mi propio jefe de campaña: definir el tema de las encuestas, la públicidad, decidir a que actos voy. Creo que mi campaña tuvo que ver concomo soy yo. Después se verá si fue exitosa o no.
--¿Tiene título para el libro?
--No, todavía no, pero si lo pienso un rato, seguro que se me ocurre algo.
--Cuando dice que su campaña tiene que ver con su estilo, ¿no le parece que tiene un estilo medio retraído?
--Si. Por eso nadie me vio actuando en ningún lugar, , ni cantando en ningún lugar. No hice cosas ridículas ni me puse uniformes insólitos y la verdad es que no lo pienso hacer. Cuando me sacaron las fotos para los afiches, me negué a maquillarme, porque uno es como es.
--Pero eso tiene un precio, porque una encuesta mostraba que era menos conocido que el Rafa Di Zeo, el jefe de la barra brava de Boca.
--Por un lado, a uno en cierto sentido le preocupa, pero por otro lado, no me gustaría ser conocido por las mismas cosas que se lo conoce a Di Zeo. Si en un país, un tipo de la barrabrava es más conocido que el ministro de educación, es un problema de los medios de comunicación.
--¿No le parece que es un problema de toda la sociedad?
--Es cierto. Pero yo no utilicé la publicidad ni los medios oficiales para promocionarme y la gente no me conoce porque no lo hice. Jamás va a ver un cartel que diga "festión Filmus". Tengo un canal de televisión, el Canal Encuentros que debe ser el mejor que hay en la Argentina en este momento-, y no salí ni una vez. Hace dos meses que existe y no aparecí nunca. No voy a cambiar mi manera de ser porque esté en una campaña electoral.
--¿Pero, quiere ganar?
--Apuesto a que la gente me va a votar por eso. No es que quiero ganar, estoy seguro que voy a ganar por eso. No voy a ganar disfrazándome. Estamos eligiendo un Jefe de Gobierno. No estamos eligiendo un animador de fiestas infantiles.
--¿Qué dice su esposa acerca de su actividad como político?
--Está acostumbrada a que yo trabaje no menos de 12 o 14 horas por día porque como ministro también trabajo mucho. Comprende y tiene las mismas utopías e ideales que yo, entonces sufre la falta de privacidad y la presión que estos últimos días estamos teniendo, pero lo comprende.
--¿Nunca se arrepiente?
--Estoy convencido que la gestión pública o el Estado es la principal herramienta que tiene la gente para transformar y mejorar la realidad.
--¿Cómo fue su juventud?
--Yo milito en política desde cuarto año de la secundaria. Era presidente del centro de estudiantes. Terminé en una nocturna por tener que trabajar muy tempranamente. Y recuerdo haber estado viviendo varios días en la escuela durante mi quinto año, en la dictadura que terminó en el 73, y tener que ir al otro día a la mañana a trabajar sin dormir durante varios días, en función de querer que vuelva la democracia.
--¿Porqué dejó el secundario diurno y se pasó al nocturno?
--Empecé el secundario en la ENET N° 32, en Chacarita, y lo terminé en un bachillerato nocturno de la calle Ecuador. Fue por la crisis económica familiar. Se habían separado mis padres y tuve que salir a trabajar. Primero me pasé a un bachillerato diurno para trabajar medio día y después me pasé a la noche para trabajar todo el día.
--¿Qué recuerdos tiemne de su época como empalmador telefónico?
--Me divertía mucho. Era muy divertido trabajar en obras en construcción donde hace mucho frío en invierno y mucho calor en verano. Además me sirvió mucho porque todavía hago los arreglos de la casa.
--¿empalma cables?
--Hago todos los arreglos mecánicos y eléctricos.
--¿Hubo algún episodio que le marcó la vida?
--La dictadura militar fue la que marcó a toda mi generación. Yo estudiaba sociología y no pude trabajar como sociólogo durante mucho tiempo. Tanto mi hermano como yo militábamos y recuerdo el dia del golpe, tuvimos que estar fuera de casa. Yo tenía 20 años y veía como muchos de mis compañeros desaparecían.
--Su paso de la sociología urbana a la sociología educativa fue una decisión meditada o una cuestión azaroza?
--Yo trabajaba en algo que no tenía nada que ver con mi profesión. Era empalmador telefónico y empece a dar clase en DINEA que era la Dirección Nacional de Educación del Adulto. Después me fui a México a estudiar sobre educación para adultos y asi empecé a trabajar en estos temas.
--¿Le parece que completó su misión como ministro?
--Voy a estar como ministro hasta el 10 de diciembre. Soy el primer ministro de Educación desde la época de Yrigoyen que completó toda una gestión presidencial. Nadie en el último siglo logró completar una gestión al frente del ministerio de educación.No dejo nada inconcluso.
--Usted ha trabajado mucho con encuestas políticas y en el 83 vaticinó el triunfo de Alfonsín sobre Luder. Si tuviera que hacer un pronóstico en base a las encuestas propias y ajenas ¿a que conclusión llega?
--Hoy estamos dos o tres puntos arriba de Telerman, lo que no deja de ser en cierto sentido un empate técnico. Algunas me dan hasta siete puntos arriba, pero es una cuestión muy fluctuante.
--Los hechos políticos de todos los días¿cuánto modifican los resultados?
--El conflicto docente impactó, pero ya no impacta. El impacto que pudo tener ya fue absorbido por la opinión pública.
--Y ahora tiene el caso Skanska?
--No me preocupa si el tema Skanska me baja unos puntos o no en las encuestas, lo que me preocupa es si hay o no un hecho de corrupción en el Gobierno. Yo no creo que impacte en mi candidatura. Si hay algo que la gente destaca es mi honestidad. En ese tema, la gente me califica con 10 puntos mientras que a los otros candidatos le da dos puntos.
--En los últimos meses, Buenos Aires parece una ciudad sin ley: la inseguridad, el tránsito, la urbanización salvaje, las inundaciones, todo habla de una suerte de anomia ciudadana ¿Cuál es su plan para enfrentar eso?
--La ciudad pasó de una situación de caos por la pobreza, la exclusión, la marginación, a un caos que era más un caos de crecimiento. Hoy Buenos Aires está impactada porque tiene más autos, más pasajeros, más consumo y la ciudad no está preparada para eso.
--¿Qué propone como alternativa?
--Hay que encarar las obras de fondo para transformar la ciudad. Las últimas obras importantes que se hicieron fueron las autopistas de Caciattore y la construcción de Puerto Madero, que es una isla al márgen de la estructura urbana. No hay obra.
--A que obras se refiere?
--Todo tipo. Por ejemplo que crezcan los subtes. Esta ciudad está en condiciones de hacer 10 kilómetros de subte por año. Eso se puede hacer y eso ayudaría muchísimo al transporte público. La autopista ribereña reduciría el 10 por ciento del transporte de carga de la ciudad y del transporte en general. El tercer anillo es fundamental porque permitiría que los camiones que van a Campana y Ensenada vayan por afuera. La ampliación de la General Paz, es otro tema. Lo mismo pasa con el proyecto de crear una red de estacionamientos para que la gente deje el auto antes de entrar a la ciudad. Falta completar las obras del arroyo Maldonado. El saneamiento del arroyo Vera se completó, pero falta el Maldonado y el Medrano. Hay muchas obras que la ciudad está en condiciones de hacer y no las hacen.
--¿Por que no las hacen?
--Durante la crisis era imposible, porque había que cuidar la salud, la educación. En el momento en el que la gente pasaba hambre y dos de cada tres chicos eran pobres, no podíamos encarar esas cosas. Ahora no hay ninguna razón para no hacerlo. Falta decisión política y falta buena gestión. Este año la Ciudad va a terminar con un déficit de 1.100 millones de pesos y es por gastos corrientes porque no hay obras grandes. No se están haciendo grandes planes de vivienda, ni se estna encarando soluciones para los problemas de las villas.
--¿Cómo se podría resolver el problema de las villas?
--Hay que urbanizar las villas. Si la ciudad construye 10 mil viviendas por año, a 4 personas por casa, en 5 años tienen vivienda los 160 mil que viven en villas. Si la provincia de Tucumán puede construir 18.000 viviendas por año, la Ciudad de Buenos Aires bien podría hacer 10.000 anuales porque 7.500 se las da la Nación. No entiendo por qué la Ciudad no lo hace. Los asentamientos son distintos. Hay que discutir uno por uno.
--¿Cómo piensa resolver las cuestiones de la basura, el tránsito,el tema de los cartoneros?
Para que el Estado tenga autoridad moral para exigir el cumplimiento de la ley, primero tiene que cumplirla el Estado. Es verdad que los vecinos ensuciamos la ciudad y también que el Estado no la limpia. El tránsito es caótico, pero nadie lo controla. Por eso crearemos una Policía de Tránsito. Hay algunos que, por demagogia, parecen condenar a los cartoneros a serlo para siempre. Nosotros queremos sacarlos de la calle y convertirlos en recicladores..
--Lo que está creciendo de manera descontrolada son las torres.
--Ese es otro tema que merece una discusión. Las torres crecen por un tema de especulación inmobiliaria, no porque venga más gente a vivir acá. De hecho, en 1947 la Ciudad tenía tres millones de habitantes y hoy tiene 2.9 millones. No se necesitan mucho más viviendas. Lo que hay que definir es el perfil de planeamiento urbano de la Ciudad de Buenos Aires. Los vecinos podrían decidir que haya barrios bajos. A los únicos que les interesa que haya torres en todos lados es al mercado inmobiliario, porque sube el valor de la tierra, pero si uno pòne como primer valor la calidad de vida de los vecinos, la razonabilidad de un código de planeamiento urbano es otra. Esto se tiene que decidir de manera participativa. Uno no puede imponer torres en un barrio donde hay casas.
--¿Quién toma esa decisión?
--Esa es una definición que tienen que tomar los dueños de la Ciudad. Y los dueños de la Ciudad son los porteñios y las porteñas. Lo que hay que tener es decisión política para hacerlo.
--¿Cómo fue el momento en que el Presidente le pidió que fuese candidato?
--Me lo había anticipado mucho antes como posibilidad, pero uun día cuando estaba en Casa de Gobierno se me tiiráron todos los periodistas encima. Pregunto que pasó y me dicen que se acababa de anunciar que Scioli iba a la provincia. Asi que quedó como una cosa casi natural. Me enteré por los periodistas. Me resultó divertido porque volví a casa como candidato y no había hablado con nadie.
--Tiene buen diálogo con el Presidente y con la senadora Kirchner, aunque su estilo es diferente.
--Cada uno tiene su estilo personal. Yo tengo este estilo más reflexivo, más típico de un docente o académico. Yo me manejo mucho con el diálogo, la concertación, el consenso. Logré sacar la Ley de Educación con mayoría absoluta. La capacidad mía es la de consensuar y concertar.
--Pero en la Ciudad hay muchas mafias y muchos kioskos. Probablemente más que en la educación.
--No se si más que en la educación. Yo creo que no debe haber sistema más complejo que el educativo y el científico.
--¿No cree que los gremios y las corporaciones le pueden hacer la vida más difícil como Jefe de Gobierno que como ministro de Educación?
--No. Fijese lo que fue la Carpa Blanca. Mil Días, la marcha blanca de Alfonsín: 90 días de huelga con todos los docentes de todo el país parados. Pregúntele a Michelle Bachelet (la presidenta de Chile) lo que son capaces de hacer los estudiantes, o preguntele a Lula (el presidente de Brasil) lo que hacen las universidades. Nosotros tuvimos conflictos aislados que no pudimos resolver, pero desde hace cuatro años no hay conflictos generalizados. Cuando asumí como ministro, había siete provincias que no pagaban los sueldos. Se aprobó una ley de Educación sexual que hace cinco años hubiera sido impensable.
--¿Cuál es el escenario de una segunda vuelta?
--Yo enfrentando a Mauricio Macri. Como mostró la ultima elección no va a ser fácil. Ibarra le ganó por cinco puntos. Somos la única fuerza progresista que puede garantizar que la transformación que hemos hecho desde el 2003 en la Nación se haga en la Ciudad.
RECUADRO
Sociólogo especializado en Educación, que dedicó gran parte de su vida a la investigación académica en instituciones como el Conicet y Flacso, Daniel Filmus también es un fanático hincha de San Lorenzo que una vez por semana juega al fútbol con Alejandro Dolina y los hermanos Morgado. Con Marisa, su segunda mujer que es psicoanalista tuvo a Maite: "La más chiquita tiene cuatro años así que va por la calle diciendo Daniel, Daniel, Daniel cada vez que ve un cartel. Le llama la atención que la gente me salude en la calle. Con Marisa, la segunda, una psicoanalista tuvo a Maite: "La más chiquita tiene cuatro años así que va por la calle diciendo Daniel, Daniel, Daniel cada vez que ve un cartel. Le llama la atención que la gente me salude en la calle. De su primer matrimonio tiene una hija de 17 años. . "Malena me acompaña a casi todos los actos de campaña, participa, discute, opina, me critica".
Revista 7 Días
29-05-2007