Si Mauricio Macri, Guillermo Montenegro y Eugenio Burzaco han comprado las cinco pistolas Taser para probar su efectividad y realmente creen que no son letales, la mejor evidencia que podrían aportar para evitar largos y tediosos debates, sería someterse a si mismos a los 50.000 voltios de las pistolas que ellos consideran no letales. Sólo es cuestión de ponerle el pecho y tener un desfibrilador a mano.
Por Walter Goobar
Cuando falta una semana para que la naciente Policía Metropolitana debute en las calles de Saavedra y Coghlan, lá compra de una partida de pistolas paralizantes que el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires adquirió sin licitación, son las protagonistas de la nueva polémica que azota a Mauricio Macri.
Las pistolas Taser X26 capaces de descargar 50 mil voltios a una distancia de hasta 7,5 metros, "son cuestionadas por el Comité contra la Tortura de la ONU" , el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y Amnistía Internacional por considerar su uso como método de tortura". Para legisladores de la oposición, las Taser son "picanas móviles"
Hasta ahora, la Metropolintana ha sido la principal fuente de escándalos para el macrismo como el sonado caso de espionaje por el que próximamente serán citados a prestar declaración indagatoria el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri y su ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, mientras que su ex ministro Mariano Narodowski será procesado. A ese escándalo se sumaron lreiteradas denuncias por contrataciones directas de las armas, los patrulleros, las motos y los uniformes. Más tarde hubo denuncias
por el reclutamiento de personal acusado por violaaciones de los Derechos Humanos y a actividades de espionaje e inteligencia que nada tienen que ver con las funciones para las que la PM ha sido creada. La catarata de escándalos no cesa: el pasado domingo Miradas al Sur reveló que la Metropolitana fue infiltrada por más de una docena de espías del Servicio de Inteligencia Naval (SIN).
Lo cierto es que hasta ahora, la Metropolitana ha sufrido un récord de bajas. Todos sus caídos han sido despedios, renubnciados o detenidos sin haber disparado un sólo tiro ni haber mejoorado la seguridad de los porteños.
El único triunfo que -hasta ahora-, se ha podido anotar ha sido en un partido de rugby en el que la PM derrotó por 29 a 5 a un equipo de la marina francesa. El DT de ese seleccionado fue el ministro de Seguridad Guillermo Montenegro quien en estos dias ha tenido que abandonar su debilidad por la guinda para dedicarse de lleno a tratar de frenar el llamado a indagatoria a Macri y a él mismo en la causa del espionaje porteño. Tener que prestar declaración como imputado ante Norberto Oyarbide, será el peor tackle que el ex juez y ex rugbier tendrá que afrontar.
A través de la resolución N° 20 MJYSGC/10, firmada por Montenegro se aprobó la compra de las pistolas Taser X 26 a la firma Buccello por contratación directa y por el monto de 121 mil pesos.
"Las Taser X 26 son ni más ni menos que picanas aggiornadas y modernas que descargan electricidad", afirma el lwgislador porteño Francisco "Tito" Nenna, referente de los docentes porteños, y relacionó la concreción de la adquisición con el veto de Macri a la ley 3298, que creaba el Comité contra la Tortura.
A través de un comunicado, Nenna cuestionó que "Macri vetó el Comité contra la Tortura y Montenegro adquiere picanas para la Policía Metropolitana".
Con falascias y falsos dilemas grondonianos , el incombustible Montenegro salió a explicar lo inexplicable: adujo que "las armas paralizantes son usadas por las policías de los principales países del mundo y en ciudades como Miami y Chicago han reducido el número de muertos".
"Hay más muertes con armas de fuego que con las Taser" , argumentó Montenegro y aseguró que la compra de este tipo de pistolas "es para cuidarle la vida a la gente".
Pese a las recomendaciones de los organismos internacionales para no usarlas, el ministro macrista insistió en que "no son letales" ni elementos de tortura.
"Compramos 5 Taser para hacer pruebas. Por ejemplo, en vez de reducir a un demente armado con un arma de fuego con un arma letal se le aplica una descarga eléctrica de baja tensión que no le produce ninguna lesión. Decir que es una picana es una imbecibilidad".
"Obviamente que cualquier arma o no no-arma utilizada puede ser empleada como un elemento de tortura. Un elemento de tortura también puede ser un balde, una cucharita, cualquier cosa cuando se hace una mala utilización", dijo y destacó que lo importante es capacitar al personal policial y aceitar los controles a los que está sometido.
La opinión de Montenegro se contrapone a la experiencia de la Real Policía Montada de Canadá. A fines de 2008 el juez Thomas Braidwood determinó que en su país hubo "26 casos de muerte por uso de estos artefactos desde 2003", mientras que Estados Unidos acumula 360 desde 2001.
La investigación canadiense comenzó en octubre de 2007, luego de la muerte del inmigrante polaco Robert Dziekanski en el aeropuerto de Vancouver, "minutos después de recibir cinco disparos de Taser efectuados por agentes de la Real Policía Montada de Canadá".
Según la investigación, "las armas de energía conducida (CEWs) como las Taser tienen la capacidad de alterar el ritmo cardíaco con consecuencias mortales, incluso en individuos sanos".
Según recomendaba el informe, el umbral para utilizar armas de energía conducida debía elevarse de la "resistencia activa" (el nivel de peligrosidad más habitual en que la policía de la Columbia Británica las estaba usando) a los casos en que la persona represente una amenaza física, y sólo cuando se hayan agotado otras medidas menos extremas o éstas hayan resultado ineficaces.
También recomendó que todos los agentes que utilicen armas Taser lleven consigo un desfibrilador (dispositivo eléctrico destinado a restablecer el ritmo cardiaco normal) y que el uso de cualquier arma de energía conducida se limite en general a una descarga de cinco segundos de duración.
Para organismos de derechos humanos, como Aministía Internacional, "las Taser tienen la capacidad de alterar el ritmo cardíaco con consecuencias mortales, incluso en individuos sanos, especialmente cuando los dardos de estos dispositivos se colocan en el pecho".
El 29 de julio de 2009, Amnistía Internacional hizo un "llamamiento a los gobiernos de todo el mundo para que limiten el uso de Taser y armas paralizantes parecidas", como las que compró Montenegro sin siquiera llamar a licitación.
Aminstía desmiente que se trate de un arma no letal.
Si bien la mayoría de las 334 víctimas mortales del estudio se encontraban en un estado alterado o bajo los efectos de drogas; en algunos casos la víctima no tenía estupefacientes en su organismo ni presentaba problemas de salud pero sufrió un colapso al poco tiempo de recibir la descarga.
Si Mauricio Macri, Guillermo Montenegro y Eugenio Burzaco han comprado las cinco pistolas Taser para probar su efectividad y realmente creen que no son letales, la mejor evidencia que podrían aportar para evitar largos y tediosos debates, sería someterse a si mismos a los 50.000 voltios de las pistolas que ellos consideran no letales. Sólo es cuestión de ponerle el pecho y tener un desfibrilador a mano.
Diario Buenos Aires Económico
27-01-2010 / 1