buscar
videos
Entrevista a W. Goobar en el Noticiero de Telefé
Trailer documental sobre Estela Carlotto
Mujeres, según Galeano
Rmtrevista en Canal Metro
Emtrevista en Canal Metro
ESTELA: Documental de S. Di Florio y W. Goonar

Chile: Saqueo previo al terremoto

Aun cuando es la derecha económica chilena amparada por los militares la que detenta la paternidad neoliberal, fue la Concertación quien alimentó, fortaleció y embelleció a la criatura que terminó por destruir a quienes la habían adoptado.

Por Walter Goobar
El 11de enero pasado, una exultante Michelle Bachelet proclamó el ingreso de Chile a la OCDE, el selecto club de los países ricos o industrializados. La membresía en la OCDE fue calificada por la gobernante como un hecho histórico. Chile deja atrás el subdesarrollo y se encamina a paso firme para convertirse en una nación desarrollada en unos años más”. La satisfacción de Bachelet se vio tenuemente empañada cuando pocos dias después Eduardo Frei, el candidato de la Concertación era derrotado en la segunda vuelta electoral por el magnate Sebastián Piñera. La coalición de centro-izquierda que había regido los destinos del país durante las dos últimas décadas  había abierto la puerta para el retorno del neopinochetismo al palacio de la Moneda, esta vez sin necesidad de disparar un solo tiro.
El precio de la membrsía en el club de los ricos  y de la inserción de Chile en los mercados de la globalización económica y financiera, han sido la desregulación de todos los mercados nacionales y la concentración de la propiedad en las grandes corporaciones, lo que llevó, durante los últimos veinte años, a una entrega sin precedentes del poder al sector privado, a todo tipo de abusos corporativos, a la pérdida de derechos ciudadanos y a un aumento persistente de la desigualdad en la distribución de la riqueza.
La derrota electoral de la Concertación fue el resultado de un proceso nacional subterráneo escasamente medido y poco escuchado por los gobernantes. Ante la creciente iniquidad en la salud, la educación y los servicios, la inestabilidad laboral y el desempleo y la desprotección social, los chilenos fueron alimentando un amargo resentimiento hacia las políticas y a la falsa retórica de la Concertación.
Aunque el saliente gobierno de Bachelet y sus predecesores, intentaron resaltar una vertiente social -desde el crecimiento con equidad de Ricardo Lagos a la redes de protección social de Bachelet-, la realidad, medida en las urnas, ha sido otra. Ya hacia la mitad de la década la Iglesia Católica tuvo que interceder varias veces en conflictos sociales y laborales derivados de una institucionalidad hecha a medida de la gran empresa- y  se vio obligada a reclamar un salario ético más justo para los trabajadores y criticar la esencia del modelo neoliberal.
Sondeos muy poco difundidos hablaban desde comienzos de la década del fuerte malestar que había producido en los chilenos la ampliación y consolidación del modelo de libre mercado. Estudios del PNUD concluían que una gran mayoría de la población quería más intervención del Estado en la economía. No bastaba con una mayor regulación, cuyos resultados sólo han demostrado la debilidad del Estado para fiscalizar y castigar a las grandes corporaciones, sino un giro en la ortodoxia del mercado.
En noviembre pasado, la BBC divulgó un sondeo mundial sobre el apoyo al modelo neoliberal, pero ese informe fue silenciado por la gran prensa chilena. Los datos son contundentes y reflejan que más del 90 por ciento de los chilenos estima que el Estado debe asumir un rol más activo en la economía.
Tal vez la conclusión más rotunda es que Chile, tras Brasil, es el país, entre 27 naciones estudiadas, con mayor rechazo al sistema neoliberal.
El modelo neoliberal, instalado a la fuerza por la dictadura, fue moldeado por la Concertación para regocijo de la derecha, y financiado por el gran sector privado, que ha convertido el consumo de masas en el único objetivo de la democracia. Un largo proceso que abarca ya más de una generación y que terminó por identificar a la Concertación con las penurias del modelo. Aun cuando es la derecha económica amparada por los militares la que detenta la paternidad neoliberal, fue la Concertación quien alimentó, fortaleció y embelleció a la criatura que terminó por destruir a quienes la habían adoptado.
La Concertación, enquistada en el poder político y también en el económico por medio de relaciones con las grandes corporaciones, fue incapaz de ofrecer un cambio real, el que ha tomado la derecha más como figura retórica que como propuesta política ante un pueblo despolitizado y desmovilizado. Si hay algo que la derecha ha defendido durante los últimos treinta años, es el libre mercado, que es su esencia, su ley, su naturaleza.
La gran paradoja es que una ciudadanía explotada por las grandes corporaciones y endeudada con el sector financiero, ha confiado a Sebastián Piñera la solución de los males que él representa.
Piñera habla de cambios. Pero en los hechos, habrá continuidad en el modelo económico. La Concertación deja el gobierno. Pero el mercado seguirá gobernando a sus anchas, mientras la tierra no tiemble.
14-03-2010-03-17
Diario Miradas al Sur
 

libros
El tercer atentado
El caso de los dos atentados perpetrados en la Argentina, combina muchos de los temas más candentes de nuestra historia reciente: terrorismo internacional y terrorismo de Estado, espionaje, asesinatos políticos...
Osama Bin Laden El banquero del terror
Los mitos y las historias verdaderas sobre Osama Bin Laden se arremolinan en la imaginación de millones de seres humanos como el humo de las Torres Gemelas...
Copyright 2011 -- Todos los derechos reservados