La desproporcionada cruzada contra los 1500 trapitos que se ganan la vida cuidando coches en la Ciudad, no sólo apunta a encubrir el fiasco de su policía y el escándalo de espionaje que lo tiene como protagonista indiscutible, sino también que Mauricio Macri evita luchar contra las verdaderas mafias com las que manejan la prostitución o los talleres de confección que emplean mano de obra esclava.
Por R.R. y W. G.
Mauricio Macri es una persona que piensa en un mundo para muy pocos. Un mundo en el que no caben los trapitos, ni los limpiavidrios, ni los piqueteros, ni los cartoneros, ni los vendedores ambulantes, ni el tren blanco. El pusilánime Macri ha demostrado que tiene una proverbial habilidad para elegir enemigos débiles, desposeídos y -por sobre todo-, incapaces de defenderse a si mismos. Si pudiera, quisiera exterminar a todos los pobres. Su desproporcionada cruzada contra los 1500 trapitos que se ganan la vida cuidando coches en la Ciudad, no sólo apunta a encubrir el fiasco de su policía y el escándalo de espionaje que lo tiene como protagonista indiscutible, sino también que evita luchar contra las verdaderas mafias com las que manejan la prostitución o los talleres de confección que emplean mano de obra esclava.
En la Ciudad de Buenos Aires existe una virtual zona liberada para los talleres clandestinos que utilizan mano de obra esclava para la confección de ropa de marca y la nueva novia del jefe de Gobierno figura entre los nombres que manejan ese negocio mucho más inmoral y lucrativo que el de los trapitos.
La empresa de la nueva parejade Mauricio Macri, la diseñadora Juliana Awada ha sido señalada varias veces por la Defensoria de la Ciudad por amparar el trabajo esclavo. La Fundación Alameda viene denunciando a la glamorosa firma Awada desde octubre del 2006 por basar su producción en talleres clandestinos, donde se explota brutalmente a inmigrantes indocumentados por una paga miserable y donde existe además presumiblemente el delito de trata de personas con fines de explotación laboral.
A principios de marzo de este año, el costurero Osvaldo Martín Garcia denuncia un taller clandestino de planchado y estampado que trabaja para varias marcas, entre las cuales se encuentra Awada. Garcia denunció que trabajaba en pésimas condiciones de salubridad e higiene, extensas jornadas laborales por una paga miserable muy por debajo del convenio colectivo; que entre sus compañeros varios estaban indocumentados y vivían miserablemente en el taller y que su propia esposa tuvo que trabajar hasta las vísperas del parto por cesárea. Este taller está ubicado en Virasoro 1638, Villa Crespo, Capital Federal y según el costurero denunciante nunca fue inspeccionado como corresponde. Desde que asumió como jefe de Gobierno, Macri no ha clausurado un solo taller clandestino que provee a las grandes marcas, mientras que el anterior gobierno había denunciado penalmente a 35 y la Defensoría del Pueblo a más de 60.
El combate de Mauricio contra los trapitos también está destinado a encubrir los trapitos sucios del propio Mauricio.
La contratación y posterior despido del comisario Miguel Angel Fausto Colombo que ahora irá a juicio por proteger burdeles y rufianes en la Recoleta, cobra otra dimensión cuando se constata que la llegada del PRo al gobierno de la Ciudad coincidió con un crecimiento del lucrativo negocio de la trata de mujeres y niñas para la explotación sexual.
La mafia rusa -que desembarcó en la Argentina en 2003 con los sospechosos y millonarios pases de jugadores del Corinthians de Brasil y de Boca Juniors-, ha extendido en los dos últimos años sus actividades a un mercado tan lucrativo como el fútbol: el manejo de prostíbulos y el tráfico de mujeres hacia el exterior, abasteciendo principalmente a los mercados europeos y norteamericanos. La mafia rusa va ganando posiciones en los 800 prostíbulos instalados en la Ciudad de Buenos Aires donde se realizan subastas en las que se compran y venden mujeres por 3500 dólares. Ya hay 620 argentinas desaparecidas en manos de estas mafias que no preocupan al jefe de Gobierno porteño.
Miradas al Sur
04-04-2010