Todo indica que en la Unasur ya hay consenso entre los países miembros para que el ex presidente Néstor Kirchner estrene el cargo para el que fue propuesto por el actual presidente protempore del bloque, el ecuatoriano Rafaél Correa.
Por Walter Goobar
El viejo y abandonado edificio de Juncal y Carlos Pellegrini donde alguna vez funcionó el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, ya está siendo acondicionado para albergar en Buenos Aires a la Secretaría Ejecutiva de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el bloque regional que este lunes y martes realizará una Cumbre Extraordinaria en el hotel Sofitel de Cardales. Todo indica que en la Unasur ya hay consenso entre los países miembros para que el ex presidente Néstor Kirchner estrene el cargo para el que fue propuesto por el actual presidente protempore del bloque, el ecuatoriano Rafaél Correa. Aunque sigue siendo un enigma si Kirchner se propone compatibilizar este estratégico cargo internacional con su banca de diputado, está claro que piensa convertir los temas energéticos y financieros en las dos grandes prioridades de su gestión en el naciente bloque de la Unasur.
La propuesta de crear la Secretaría Ejecutiva fue del presidente Rafaél Correa que será sucedido en la presidencia protempore por Guyana, un diminuto país que tendría ostensibles dificultades en consolidar el proyectoestratégico. En ese sentido, la existencia de una Secretaría Ejecutiva que acelere la consolidación del bloque que aún no tiene existencia formal. De hecho, la propia Argentina todavía está en trámite y falta una media sanción para la membresía plena.
Por eso, Correa se propone avanzar en la constitución jurídica, dejar un Secretario Ejecutivo. En este punto hay un debate respecto de las atribuciones de ese Secretario Ejecutivo. Pero la reforma que impulsan Rafaél Correa y Hugo Chávez tiene un inconveniente: es imposible reformar una entidad que aún no tiene existencia real. A su vez, este tema está vinnculado con el de la elección de Néstor Kirchner porque lo que prima en ese dbate no es la aceptación o no de la figura de Kirchner, sino si el Unasur abandona o no la regla del consenso como mecanismo en la toma de decisiones. El ala más moderada o conservadora –encabezada por Colombia y Perú y a la que ahora probablemente se incorpore el Chile de Sebastián Piñera-, considera que el Unasur puede avanzar en la medida que sea una organización que respete los tiempos y que no fuerce a ningún país a tomar decisiones por presiones de la mayoría. Un ejemplo es el tema del Banco del Sur, que no está integrado al Unasur sino que es una entidad lateral a la cual cada país puede decidir incorporarse o no. El que no quiere ser miembro no está obligado a abandonar la Unasur. De alguna manera, la regla del consenso garantiza a países como Colombia, Chiile o Perú que no va a pasar nada que ellos no estén dispuestos a asumir. Por eso la elección de un Secretario Ejecutivo por votación, les parecía un antecedente fatal porque esto implicaba romper la regla del consens que ahora será respetado.Een ese sentido, el ex presidente Néstor Kirchner sumó varias adhesiones entre las que se cuentan la del recientemente asumido Sebastián Piñera, de Chile, y Evo Morales , de Bolivia, que fue uno de los primeros en manifestarle su apoyo.
En la última reunión del PJ, Kirchner sorprendió a sus interlocutores con un pantallazo de la realidad latinoamericana. Era evidente que el titular del PJ ya se estaba probando el traje cruzado de Secretario Ejecutivo de Unasur cuando aludió a la recomposición de las relaciones con Uruguay tras el fallo sobre las pasteras en el Tribunal de La Haya: "Lo de Pepe Mujica viene muy bien", manifestó. Sobre el Brasil, en tanto, expresó: "Ojalá que Dilma Rouseff pueda continuar con lo que inició Lula", deseando que la candidata del gobernante PT se imponga en las elecciones por sobre José Serra, que es un opositor al Mercosur.
Aunque el bolivariano Hugo Chávez es la figura más temida por el bloque conservador,el presidente ecuatoriano y actual presidente protempore de la Unasur, Rafaél Correa va y viene en su enfrentamiento con Colombia. Pese a las notorias ausencias del presidente colombiano Alvaro Uribe y la de su colegaperuano, Alan García, habrá que ver con que humor viene el ecuatoriano Correa que es quien debe proponer la candidatura de Néstor Kirchner a la Secretaría Ejecutiva.
El tema de las bases militares estadounidenses en la región y el diálogo EEUU-Unasur son dos de los temas delicados que forman parte de la agenda de esta Cumbre. Tanto la Argentina como Ecuador han avanzado en la posibilidad de este diálogo que implicaría un reconocimiento por parte de Washington del Unasur como interlocutor válido en la región. Pero sobre este punto el bolivariano Hugo Chávez tiene reparos que puede hacer más o menos explícitos en Cardales.
Ese debate se enlaza con otros dos: el del reconocimiento del nuevo gobierno de Honduras –un país donde en las últimas semanas fueron asesinados siete periodistas y donde los golpistas no sólo permanecen impunes sino que conservan todos los resortes del poder.
Además de ocuparse de la reconstrucción de Haití y Chile, los jefes de Estado deberán dedicar energías a los terremotos políticos regionales. Uno de los temas que
No está incluido en la agenda formal pero que la realidad puede llegar a imponerle a los asistentes a la Cumbre, es la grave crisis institucional en Paraguay donde el presidente Fernando Lugo se ve cada vez más amenazado por un movimiento destituyente similar a los que afrontaron Evo Morales en Bolivia y Manuel Zelaya en Honduras. Sin embargo, la suerte del jaqueado Lugo parece cada vez más aproximarse a la de Zelaya y no a la de Morales.
Desmintiendo presuntos enfrentamientos y rivalidades que les atribuyen sus respectivas oposiciones, este jueves los presidentes de Brasil y Venezuela acordaron profundizar las relaciones bilaterales en el marco de los procesos liberadores que impulsan los países latinoamericanos y caribeños. "Esos procesos son garantía de la verdadera emancipación de los pueblos de Nuestra América", apunta el Comunicado Conjunto rubricado por ambos mandatarios al término del noveno encuentro desde la creación, en 2007, del mecanismo de reuniones presidenciales regulares.
Toda una definición de lo que amos jefes de Estado esperan de la Unión de Naciones Suramericanas.
Diario Miradas al Sur
02-05-2010