Gabriela Michetti y un romance en busca de cartel

El nuevo novio de la diputada Gabriela Michetti es uno de los principales lobbistas del polémico cartel instalado desde hace unos meses en la Plaza de la República y prohibido por el juez Roberto Gallardo porque implica un grave riesgopara la seguridad vial. Esta no es la primera oportunidad en que la candidata a suceder a Mauricio Macri es señalada como facilitadora de negocios en los que está involucrada afectivamente.

Por Walter Goobar
Para Tiempo Argentino
Desde las páginas de la prensa del corazón la diputada Gabriela Michetti le dedica una luminosa mirada a su recién estrenado novio, al que caba de presentar en sociedad. Las crónicas destacan que se trata de un empresario farmacéutico de 41 años que  es la primera pareja de la diputada del PRO desde su divorcio. Los enamorados se fotografiaron en el Café de Los Angelitos, cerca del PH donde vive Gabriela, pero las notas omiten que Juan Tonelli es uno de los principales lobbistas del polémico cartel  instalado desde hace unos meses en la Plaza de la República y prohibido por el juez Roberto Gallardo porque implica un grave  riesgopara la seguridad vial.
El cartel de 600 m2 e iluminado con cuatro millones de led’s, costó 7 millones de dólares, está en el centro de una polémica porque fue instalado en un momento en que el propio Gobierno porteño intenta hacer cumplir la ley 2396, que regula la publicidad en la vía pública.
La ADIF (Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado, denunció que al mismo tiempo que el Gobierno busca intimar a las empresas a retirar los carteles de las zonas ferroviarias, autoriza a una de las firmas más grandes de Publicidad a que instale en Corrientes y 9 de Julio un cartel "con uno de los sistemas más distractivos y polucionantes visuales que hasta ahora se conoce, en uno de los lugares de mayor circulación vial”.
El ministro de Espacio Público, Diego Santilli es el responsable de la habilitación del cartel,  pero el lobbista de la agencia que lo instaló y se lo alquila a una empresa de gaseosas, es Juan Tonelli, que ahora resulta ser el  novio de Gabriela Michetti. Más aún, la diputada y virtual candidata a Jefa de Gobierno, jugó un papel decisivo para que Macri firmara la autorización.
El novio de Michetti fue director de Medical Brokers y ahora es el titular de la Cámara Argentina de Medicamentos de Venta Libre, además de un hábil intermediario en negocios de publicidad en la vía pública.
Aunque él y Michetti también compartieron reuniones de estudios bíblicos, fueron las tratativas por el cartel del Obelisco lo que abrió las puertas para algo más que una simple amistad. En teoría Gabriela y Juan se conocen desde hace años, pero nunca se sintieron atraídos hasta hace poco menos de un año cuando sus vidas empezaron a iluminarse con los prometedores reflejos del cartel que iba a brillar en la Plaza de la República.
Tanto insistió Gabriela que a fines de junio, Macri tuvo la ocurrencia de exigirle al juez Roberto Gallardo a través de Twitter que “deje prender” el letrero luminoso del Obelísco para el partido entre Argentina y México; el magistrado lo citó con el propósito de que aclare su pedido, bajo pena de aplicarle una multa.
Esta no es la primera oportunidad en que la candidata a suceder a Mauricio Macri es señalada como facilitadora de negocios en los que está involucrada afectivamente.
En 2009 los dueños de las tradicionales tintorerías  japonesas acusaron a Michetti de hacer lobby  en favor de una cadena de tintorerías francesas y denunciaron que eran perseguidos por los inspectores del gobierno porteño porque una hermana de la ex vicejefa es la presidenta de esa cadena que les hace competencia.
Según los tintoreros, Michetti y su hermana Silvina impusieron la ley 1727 aprobada en 2005 y dos años después un anexo que recategorizó como “industrial” lo que siempre fue un comercio familiar. En el 2008 comenzaron las inspecciones y las multas, que los tintoreros viven como una persecusión.
Como compañera de fórmula del Jefe de Gobierno en la última elección porteña, Gabriela Michetti obró el milagro de humanizar la imagen de ogro medio torpe y medio troglodita de Mauricio Macri que venía actuando como una especie de Shrek de la política argentina, pero de tanto convivir con el ogro, parece que terminó mimetizándose con
él.
Hace una semana murió un bebé de apenas 25 días– en Pichincha y Cochabamba, a muy pocas cuadras del PH de Balvanera donde la diputada recibe a su nuevo novio. Intentando explicar esa muerte -que podría haberse evitado-, Michetti argumentó que “las personas adultas con niños pequeños no aceptan subsidios ni vivienda alternativa porque prefieren estar en el mismo lugar en el que acopian y trabajan con distintos elementos, armándose una indigna casillita de chapa y cartón”.
Es innegable que esta bella y frágil mujer que en su monmento erotizó la política y resucitó el mito de la derecha sensible, ya se siente la sucesora y heredera  del procesado Mauricio Macri. Y ess más que una simple cuestión de cartel.
Diario Tiempo Argentino
16-07-2010