buscar
videos
Entrevista a W. Goobar en el Noticiero de Telefé
Trailer documental sobre Estela Carlotto
Mujeres, según Galeano
Rmtrevista en Canal Metro
Emtrevista en Canal Metro
ESTELA: Documental de S. Di Florio y W. Goonar

EL BRASIL DE LULA

La victoria de un hijo de la pobreza

Con Lula, millones de brasileños pasaron de la miseria sufrida a la pobreza digna y laboriosa, y de la pobreza a la clase media. Ese crecimiento permitió que casi 30 millones de brasileños (en un país de 190 millones) hayan migrado de la pobreza a las clases medias, algo inédito en la historia del Brasil

Por Walter Goobar
Hace ocho años cambió el ,mameluco engrasado y la polera por trajes de Armani, se arregló la dentadura, comenzó a combinar  el color de la corbata con el de los estudios de TV que visitaba. Pese a que moderó su discurso nunca logró disipar el temor y la desconfianza que despertaba en las elites dueñas del poder. Tres veces había intentado ser presidente  y tres veces le habían birlado la victoria cuando creía que la tenía en sus manos.
Las élites que se perpetuáron en el poder durante casi 500 años, manejaban el Estado de forma que sus privilegios estuviesen siempre protegidos.  Esas elites eran expertas en barajar de distintas maneras las cartas para mantener siempre el mismo juego y hasta  se permitían bromear: "hagamos nosotros la revolución antes de que la haga el pueblo". Para ellos, la revolución consistía en cambiar algo para que todo quedase como antes. De esta manera, abortaban la aparición de cualquier sujeto histórico capaz de ocupar la escena para inaugurar un modelo más moderno y menos excluyente.
Por eso, el triunfo electoral de Luiz Inacio Lula Da Silva en la elección de 2002, instaló al ex obrero metalúrgico y al Partido de los Trabajadores en la historia política brasileña. En aquel instante, habíá derrotado a las élites económico-financieras y su brazo ideológico, la gran prensa comercial.
La de Lula fue   la primera  victoria de un hijo de la pobreza.
Un obrero fabril,  representante de la cultura popular, que apenas había terminado la escuela primaria y llegaba al
poder para devolver al pueblo el sentimiento de dignidad. En la línea de Gandhi, Lula anunció: "no vine para administrar, vine para cuidar; una empresa la administro, un pueblo vivo y sufrido lo cuido”. Ese lenguaje inauguró un nuevo tiempo en la política brasileña. Los planes sociales permitieron que la sociedad de los despojados conociese lo que las élites dominantes nunca les habían permitido:un salto en la calidad de vida en una de las sociedades más injustas y desiguales del planeta. Según datos del Banco Mundial, aun hoy son veinte mil familias las que controlan más o menos el 46% de toda la riqueza nacional, y el 1% de ellas posee el 44% de todas las tierras.
Con Lula, millones de brasileños  pasaron de la miseria sufrida a la pobreza digna y laboriosa, y de la pobreza a la clase media.  Ese crecimiento permitió que casi 30 millones de brasileños (en un país de 190 millones) hayan migrado de la pobreza a las clases medias, algo inédito en la historia del Brasil y una de las claves del masivo apoyo a Lula.
 En el mismo período se multiplicaron las ganancias de la gran banca: 420 por ciento. Sólo tres bancos (Banco do Brasil, Itaú-Unibanco y Bradesco), que controlan 80 por ciento del mercado, ganaron en ocho años 95 mil millones de dólares, frente a 18 mil millones que habían embolsado  bajo el mandato del privatizador Fernando Henrique  Cardoso.
Los ocho años de Lula lanzaron a Brasil como potencia global y regional en desmedro de Estados Unidos. Con la membresía en la Unasur y en el Bric - el caurteto que integra a India, China y Rusia-, Brasil se ha ganado un lugar protagónico en la escena internacional.
Las trasnacionales brasileñas no se quedaron atrás. El apoyo a las grandes empresas a traves del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) -que es el mayor banco de fomento del planeta-, les está permitiendo competir en buenas condiciones en el mercado internacional, al fusionarse y convertirse en multinacionales exitosas con financiación estatal y de los fondos de pensiones.
Una vida, cualquier vida, siempre es más importante que una bandera, cualquier bandera. La vida  de Lula explica mejor que cualquier politólogo o economista  el vuelco que su llegada al poder produjo en la nueva geopolítica de América Latina.
Lula nació en un pueblo del lejano y desolado Nordeste de Brasil llamado Garanhuns que está situado a unos 220 kilómetros de Recife, capital del estado de Pernambuco. Fue el séptimo de los doce hijos del matrimonio entre Aristides Inácio da Silva y Eurídice Ferreira de Mello, dos campesinos analfabetos a quienes el hambre y las enfermedades les quitaron otros cinco hijos.
 Pocos meses antes del nacimiento del futuro presidente, Aristides dejó a su mujer y a sus hijos para buscar trabajo como estibador de bolsas de café en el puerto de Santos. Recién a los cinco años Lula conoció a su padre cuando este vino a visitar a la familia y a embarazar a su mujer.
"Mi infancia, creo, pasó demasiado rápido, y curiosamente estuvo dominada por el número 13: mi mamá vendió las tierras que teníamos por 13 reis, salimos de Pernambuco un 13 de diciembre y demoramos 13 días en llegar a San Pablo; después, la primera vez que me detuvo la policía en la huelga de 1980, mi número de registro fue el 13. Y hasta la cifra de inscripción del Partido de los Trabajadores en el registro electoral ha sido, otra vez, el 13, suele rememorar el cabulero Lula..
El resentimiento contra los malos tratos del padre y la admiración por la madre marcaron su vida. Lula dice haber perdonado a su padre que murió de cirrosis alcoholica en 1978: "A él por lo menos del debo el espermatozoide que me engendró". Tal vez el legado de ese padre ausente que pretendió borrarlo de su propia memoria sean la llave para comprender los gestos paternales y cálidos del actual presidente.
Lula vivió una infancia comparable a la de un personaje de Charles Dickens. Fue lustrabotas, vendedor de maní, tapioca y naranjas mientras aprendia a leer y escribir en el Grupo Escolar Marcílio Dias. "Mi vida de trabajador comenzó en una tintorería. Ya había sido vendedor de maní en las calles de Guarujá, ayudante en varios empleos y hasta una especie de chico de los mandados en fábricas y talleres", narrá Lula a su biógrafa Dennise Paraná.
A los 12 años y tras completar el quinto grado tuvo que dejar la escuela para trabajar a tiempo completo en la fábrica de tornillos Marte.
A los 18 años, Lula era un fanático del Corintians y lo único que le gustaba era jugar al fútbol, tomar cachaça, salir a bailar los sábados y domingos, ir a misa para ver si se levantaba a alguna chica y leer las páginas deportivas de los diarios.
Comenzó la carrera gremial a los 22, influenciado por un hermano: "Un día vino a verme mi hermano mayor -Frei Chico, que entonces era un activo militante del Partido Comunista Brasileño para proponerme que me acercara a la vida política y sindical. Corría el año 1968 y mi hermano pretendía que yo integrara una lista para dirigir el sindicato metalúrgico de San Bernardo de los Campos y Diadema. Mi primera reacción fue de rechazo. "¿Vos creés que voy a perder tiempo en el sindicalismo pudiendo aprovecharlo para estar con mujeres o jugar a la pelota?", le dije. Pero él me convenció. Me presenté y gané esas primeras elecciones gremiales con un 90 por ciento de los votos y así empezó todo.
"Hasta el 78, én mi cabeza no cabía la política partidaria, sentía aversión por la política. Creía que sonaba canchero decir: no me gusta la política", confieza hoy el homre cuya presidencia ya marcó un antes y un después en la historia del Brasil.
Diario Miradas al Sur
26-09-2010
 
 

libros
El tercer atentado
El caso de los dos atentados perpetrados en la Argentina, combina muchos de los temas más candentes de nuestra historia reciente: terrorismo internacional y terrorismo de Estado, espionaje, asesinatos políticos...
Osama Bin Laden El banquero del terror
Los mitos y las historias verdaderas sobre Osama Bin Laden se arremolinan en la imaginación de millones de seres humanos como el humo de las Torres Gemelas...
Copyright 2011 -- Todos los derechos reservados