Una hierba que usaban los aborígenes sudamericanos de la etnia de los guaraníes, que es 30 veces más dulce que el azúcar, puede ser el motivo de una nueva batalla en la guerra del azúcar y los edulcorantes: un yuyo ancestral que durante años estuvo relegado a un segundo plano, por las presiones de los lobbies que fabrican los edulcorantes artificiales, ahora pide pista en el mercado de endulzantes. El Kaa Hee o Stevia será ahora procesada por un laboratorio argentino en la ciudad de Mar del Plata.
Por Walter Goobar
Buenos Aires
Una hierba que usaban los aborígenes sudamericanos de la etnia de los guaraníes, que es 30 veces más dulce que el azúcar, puede ser el motivo de una nueva batalla en la guerra del azúcar y los edulcorantes: un yuyo ancestral que durante años estuvo relegado a un segundo plano, por las presiones de los lobbies que fabrican los edulcorantes artificiales, ahora pide pista en el mercado de endulzantes. El Kaa Hee o Stevia será ahora procesada por un laboratorio argentino en la ciudad de de Mar del Plata.
Aunque formaba parte de las costumbres tradicionales de los indios guaraníes que la llamaron "kaá heé", recién en 1889 el mundo científico la bautizó Stevia. Pero debió pasar más de un siglo para que esa planta, de la que muchos dicen que bien podría competir con el azúcar y reemplazar a los edulcorantes artificiales, tuviera su chance comercial en Argentina. Con 100 hectáreas implantadas en la norteña provincia de Misiones, que limita con Brasil y Paraguay ,ya se anuncian para 2005 la llegada a las góndolas de los supermercados del primer endulzante natural producido localmente a partir de la "yerba dulce".
En la abundante literatura que existe sobre la Stevia se repite hasta el cansansio que sus hojas son 30 veces más dulces que el azúcar. Y que su extracto (una sustancia blanca denominada "esteviósido") resulta 300 veces más dulce que la sacarosa. Pero su rasgo fundamental es que —a diferencia del azúcar— no contiene calorías y que no eleva el nivel de la glucosa de las personas. Estas características la convertirían en el endulzante ideal para aquella gente en plan de dieta que hoy consume edulcorantes de síntesis química, y para cierto tipo de diabéticos que no pueden ingerir el azúcar. Y como resiste la cocción, también se dice que tiene un futuro industrial enorme.
En Occidente es casi desconocida. Pero en Oriente ya tiene una larga trayectoria. Cincuenta años atrás, Japón importó sus primeras plantas de Stevia desde el Paraguay, cuna del cultivo, y a partir de allí desarrolló los sistemas de extracción del endulzante. Luego prohibió los edulcorantes artificiales y hoy el kaá heé ocupa casi la mitad de su mercado. En China vieron la veta y los proveen de la materia prima: ya siembran 20.000 hectáreas.
Pero en Sudamérica, de donde la planta es originaria, , la situación es más bien precaria. Brasil instaló una gran industria en los setenta, pero tiene poca plantación. En Paraguay hay 600 hectáreas pero ninguna fábrica. En la Argentina, hasta ahora, no había más que emprendimientos aislados, casi artesanales.
Según los productores, fueron los poderosos lobbies farmacéuticos estadunidenses y europeos los que impidieron el desarrollo de la Stevia para no perderse el multimillonario negocio de los edulcorantes artificiales. En los Estados Unidos, el gobierno sólo aprobó la "yerba dulce" como suplemento alimentario y la confinó a las tiendas dietéticas.
Un artículo del Christian Science Monitor, una de las publicaciones independientes mas respetadas a nivel mundial, donde puso al descubierto la corrupción, el doble trato y la hipocresía involucradas en todo este asunto.
En los últimos años, el consumo de stevia ha crecido en los Estados Unidos. En 1994, había solamente un solo expendedor ubicado en el estado de Texas.
Ahora hay más de 50, y existen estadísticas de unos $10 millones de dólares en ventas. Solo hay una un problema: la Stevia es ilegal como aditivo alimenticio.
En 1991, la FDA prohibió la importación de la stevia y su uso en los alimentos, diciendo tener inquietudes sobre su seguridad. En 1995, la agencia se aplacó algo. La FDA levantó el embargo de la importación y permitió el uso de la hierba en los Estados Unidos, pero solamente como " suplemento dietético. "
" Dicen que es seguro si uno lo utiliza como suplemento dietético, pero si uno pretenda utilizarlo como un alimento ¿es inseguro? " dijo James Kirkland, autor del Stevia Cookbook. " Volvemos a lo mismo: La batalla de influencia en la FDA de la industria del endulzante artificial. "
La FDA rechaza esas críticas. Los funcionarios afirman estar intentando proteger la cadena alimentaria de los norteamericanos contra un producto que no ha sido probado. En la orden original de 1991 que prohibía la importación de la stevia, la FDA señaló a algunos estudios que planteaban dudas sobre el impacto de la hierba en niveles y fertilidad y del azúcar en la sangre.
" Las pruebas no eran muy buenas; era difícil decir que realmente se haya investigado, " reconoce George Pauló, director de la división de Política de Productos de la FDA. "
El Christian Science y otros respetados medios estadunidenses coinciden en denunciaron que hubo tratos sucios entre la FDA y la agroalimentaria Monsanto para evitar que la Stevia fuese aprobado como un aditivo alimenticio. Mientras que el aspartame que se comercializa bajo la marca NutraSweet, no tuvo ningún impedimento para recibir la aprobación por parte de la FDA.
Pero la tendencia está cambiando. En junio pasado el Comité de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), organismo técnico de referencia de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS), dictaminó que el kaá-heé es un alimento "apto para la ingesta diaria".
El proyecto argentino, el primero a escala industrial, es desarrollado por la empresa Ecología y Naturaleza, nacida de un acuerdo entre la Cooperativa Tabacalera de Misiones, que pone el cultivo, y el laboratorio Gihon de Mar del Plata, que desarrolló un exclusivo método para extraer de la Stevia el producto final. "En febrero o marzo ya vamos a estar en algunas bocas de expendio. En principio, aspiramos a captar del 5 al 10% del mercado nacional de endulzantes", dice Pablo Challú, ex dirigente de laboratorios ahora devenido en representante del novedoso producto.
En la provincia de Misiones, el arbusto dará sus primeras dos cosechas en diciembre y marzo. Guillermo Anderson, especialista de la cooperativa, estima que podrán recolectar unas 150 toneladas de la hoja seca, que serán enviadas a la xiudad de Mar del Plata para su industrialización. No se sabe todavía si este endulzante natural será vendido liquido y en botellitas, o cristalizado y en sobrecitos. Pero ya tiene nombre: "Nova Dulzura".
En Misiones, las plantas de "yerba dulce" están creciendo, y podrían constituir una alternativa rentable para decenas de minifundistas dedicados al tabaco y a la otra yerba, la amarga, utilizada por los argentinos para su infusión favorita: el mate.. Anderson dice que si todo marcha bien, el año próximo se sembrarán 100 hectáreas más, y así sucesivamente hasta llegar a las 400. Y Challú agrega que en ocho años podrían estar exportando a los Estados Unidos. Un dulce proyecto está en marcha.
RECUADRO
LAS PROMESAS DE LA HIERBA DULCE
Los indios guaraníes de cuyos campos era nativa, la llamaban kaá-heé, lo que en esa lengua significa hierba dulce. La stevia natural, sin refinar, contiene más de 100 elementos y aceites volátiles identificados. Eso ya lo aprovecharon desde los tiempos precolombinos los indios guaraníes, los cuales la usaban para endulzar sus bebidas o simplemente masticaban las hojas a modo de una golosina, como hacen los niños de hoy cuando lamen el néctar de las flores de la planta llamada lengua de buey o más popularmente lenguaza (Anchusa azurea), néctar que también es más dulce que el azúcar y sobre el cual no se conocen estudios.
La hojas también se utilizan como medicinales.
Consultando multitud de estudios se deduce que es una planta antiácida, antibacteriana bucal, antidiabética, cardiotónica, digestiva, diurética, edulcorante, hipoglucemiante, hipotensora, mejoradora del metabolismo y vasodilatadora. Tiene efectos beneficiosos en la absorción de la grasa y la presión arterial.
Algunos estudios indican su actividad antibiótica, especialmente contra las bacterias que atacan las mucosas bucales y los hongos que originan la vaginitis en la mujer. En aplicaciones externas se usa para el tratamiento de la piel con manchas y granos (con este fin podemos encontrarla en Europa).
Diario Milenio de México