Se llama Carlos Alberto Guaimunde. Es primo de un ex asesor de Carlos Menem. Vincula al ex cuñado presidencial con el financista Mariano Perel, asesinado en 2001. No es la única mala noticia para el jefe del Clan Yoma: la Aduana pidió su procesamiento.
Por Walter Goobar
El testimonio de un nuevo testigo que afirma haber presenciado cómo Emir Yoma habría transportado personalmente un cargamento de fusiles FAL al Uruguay podría complicar la situación judicial del ex cuñado presidencial, involucrado –y, en su momento, detenido– en la causa del tráfico de armas argentinas a Croacia y Ecuador.
El testigo Carlos Alberto Gueimunde volcó al expediente la siguiente versión: dice haber presenciado, en 1991, cómo Emir Yoma transportaba tres cajas de FAL (Fusil Argentino Liviano) al Uruguay en una embarcación perteneciente a un familiar suyo.
Gueimunde, que es primo de un asesor de Carlos Menem, dijo haber conocido a la mayoría de los protagonistas del escándalo del tráfico de armas –entre ellos, varios que murieron en confusas circunstancias–, y aportó otra revelación escalofriante al expediente: el contador Mariano Perel, asesinado junto a su esposa en un apart de Cariló en circunstancias nunca esclarecidas, habría sido el cerebro financiero de las operaciones de lavado de Emir Yoma.
En 1991, Gueimunde viajó a Uruguay a bordo del barco Yuma, que pertenecía a su primo Juan Carlos Sinopoli, socio y vecino de Emir Yoma.
A bordo de la embarcación habrían estado Emir, su fallecida secretaria Lourdes Di Natale, otra persona cuyo nombre Gueimunde no recuerda pero que probablemente era un guardaespaldas de Emir.
En ese viaje a Uruguay “Emir Yoma llevó tres cajas que eran armas, y al verlas pude darme cuenta de que se trataba de fusiles FAL, ya que una de ellas se encontraba abierta”, recitó Gueimunde a la Justicia. Se trata de un ganadero, de 63 años, que en los primeros días de diciembre se presentó ante el juzgado penal económico a cargo de Julio Speroni, donde declaró de manera espontánea.
“Este tema me ha costado que me tirotearan cuatro veces”, denunció Gueimunde, dando a entender que conoce mucho más sobre el tema.
Según el relato que brindó ante el juez Speroni, que ahora sólo investiga el delito de “contrabando” de armas, “al llegar a destino (en Uruguay) lo fueron a buscar a Emir Yoma y se llevaron las cajas. A las pocas horas regresó y al día siguiente todos emprendimos la vuelta en la embarcación Yuma, ya sin las cajas de armas”.
A Gueimunde no le cabe la menor duda de que “parte del dinero cobrado por el contrabando de armas fue cobrado por Emir Yoma” y blanqueado a través de distintas entidades financieras entre las que menciona al Citibank.
Gueimunde reconoce haber hecho un solo viaje con Emir, pero a través de su primo y de la secretaria de Emir, Lourdes Di Natale, supo “que estos viajes y entregas de material bélico no sólo eran por barco sino que también eran por avión”.
Tanto Sinopoli como Lourdes Di Natale están muertos. La ex secretaria de Emir que pasó a ser su denunciante más temida en la causa armas murió el 1 de marzo de 2003; al caer al vacío –los familiares aún sospechan que en realidad fue arrojada–, desde una ventana al patio interno del edificio en el que vivía. Su abogado, Rodolfo Chimeri Sorrentino, está reclamando que se reabra la investigación sobre la misteriosa muerte.
Pero el testimonio de Gueimunde adquiere ribetes escalofriantes cuando menciona a otros dos personajes muertos: el contador Mariano Perel, que apareció muerto junto con su esposa en un lujoso apart hotel de Cariló, y el marino Horacio Estrada, un ex represor de la ESMA que apareció “suicidado” en su departamento cuando debía presentarse a declarar ante la Justicia por haber intermediado en el tráfico de armas a Croacia y Ecuador.
Gueimunde afirma que Perel era el gestor de los movimientos de dinero off-shore de Emir Yoma. Gueimunde afirma que fue el propio Perel quien en la confitería Selquet, de avenida Figueroa Alcorta y Pampa, le confió su papel de lavador de Yoma. “Perel era trasladado por personal de la SIDE en una camioneta Cherokee negra”, relató en el expediente.
Gueimunde no aventura ninguna teoría sobre la violenta muerte siempre nebulosa del contador y su esposa ocurrida en la madrugada de l 4 de febrero de 2001 en el apart Puerto Hamlet, en Cariló. De una pistola Walther PPK, que era del propio Perel, salieron los dos proyectiles que aparecieron alojados en la nuca de cada uno de los integrantes del matrimonio.
El mensaje que apareció cerca de los cadáveres decía: “Soy un gringo colaborador del Citibank, muerto por no pagar el retorno de AntFactory”. AntFactory era la firma vinculada con el Citi Group en la que trabajaba Perel. Sobre el ex marino y represor Horacio Estrada, que apareció muerto antes de presentarse a declarar, Gueimunde dice que “compartían el gusto por las armas y amigos en común, pero que no tuvo conocimiento directo sobre su papel en el tráfico de armas”.
En su testimonio ante el juez Speroni, Gueimunde menciona profusamente al financista Pedro Stier, titular de la agencia Multicambio, una de las empresas que movía los fondos de Yoma. Fue en Multicambio donde aparecieron algunas transacciones de Yoma que el ex cuñado nunca pudo justificar y que para la Justicia formarían parte de las comisiones pagadas por las armas.
Según Gueimunde, el propio Stier le habría contado “que le manejaba las cuentas a Emir Yoma”. Gueimunde muestra una copia de una escritura firmada por Stier y explica que conoció al financista “cuando realizaba una operación inmobiliaria y que esa operación sería financiada con dinero del Gordo Yoma. Esta persona (Stier) sabe mucho más de las cuentas y operaciones de Yoma que las que ha contado”, dejó dicho el nuevo testigo.
Gueimunde también admitió conocer al intermediario Diego Palleros, pero sostuvo que “las operaciones de venta de armas a Croacia, en realidad, vendrían de la mano del traficante de armas sirio, de Monzer Al Kassar, Yoma y Carlos Menem, a quienes conoce personalmente”.
A través de su primo Juan Carlos Sinopoli, Gueimunde tuvo acceso a muchos de los secretos de Yoma. Además de asesor del ex presidente Carlos Menem, el fallecido Sinopoli fue socio y vecino de Emir. Yoma y Sinopoli vivían en el mismo edificio de la calle Arribeños 1436 piso 5 y 6. El primo de Gueimunde le prestó a Yoma las oficinas de Paraguay 577 piso 8 donde Sinopoli tenía las empresas Astramar S.A. y Afrotransportes S.A.
Según consta en el informe de la Comisión sobre Lavado de Dinero de la Cámara de Diputados, el 1/9/91 Yoma y Sinopoli conformaron la empresa constructora e inmobiliaria Dalal S.A. con domicilio en Florida 981, piso 3. El 20 de julio de 1993, Dalal SA aumentó su capital e ingresó a la sociedad Aida Samira Santin, que es la esposa de Emir. En diciembre de 1997, tras la muerte de Sinopoli, aparece como titular del paquete accionario Aurelia Eldi Hoffman, quien habitualmente oficiaba de testaferro de Emir y la sociedad Costa Jardín S.A.
Todas éstas son malas noticias para Emir. Pero hay una pésima: la Aduana acaba de pedir su procesamiento en la causa Armas.
la conexión de los “suicidados”
Mariano Perel no es el único muerto en dudosas circunstancias que tiene esta historia. Existen otras personas vinculadas a la causa Armas y a Emir Yoma con finales nunca del todo aclarados, entre ellos, Lourdes Di Natale y el capitán represor Horacio Estrada.
Revista Veintitrés
Numero edicion: 339 06/01/2005