El ex dictador Jorge Rafael Videla aparece como el nexo más evidente en una causa en la que se investiga el papel jugado por el Movimiento Familiar Cristiano en la apropiación de una veintena de niños nacidos en el Hospital de Campo de Mayo
Por Walter Goobar y Gabriela Juvenal
El caso de las dos hijas de desaparecidos restituidas por Abuelas de Plaza de Mayo, Belén Altamirano Taranto y la hermana de Verónica Castelli, nacidas clandestinamente en el Hospital de Campo de Mayo y adoptadas supuestamente de "buena fe" mediante el Movimiento Familiar Cristiano (MFC), podría tener un nexo -hasta ahora desconocido-, con la máxima jerarquía de la última dictadura militar: uno de sus militantes más destacados era nada menos que el ex teniente general Jorge Rafael Videla. Esto a su vez probaría que la cúpula de los comandantes no era ajena al plan sistemático de robo de bebés. Todo lo contrario.
Las crecientes sospechas sobre la relación del MFC, una entidad acreditada ante el Episcopado, con la apropiación de los hijos de desaparecidos perpetradas durante la última dictadura militar comenzó en el marco del anuncio de la restitución de uno de los dos nietos recuperados la semana pasada. Se trata de la hija nacida en cautiverio de María Teresa Trotta y Roberto Castelli, adoptada a través del MFC.
El caso de la hermana de Verónica Castelli -quien la encontró buscando a las familias de sus compañeros de Hijos y Abuelas- surge a partir de la identificación de otra hija de desaparecidos: Belén Altamirano Taranto, lnacida en agosto de 1977 durante el cautiverio de su madre.
La aparición de una veintena de partidas de nacimiento de dudosa legitimidad en el hospital de Campo de Mayo fue la punta de partida de esa investigación que ahora podría conducir directamente a Jorge Rafaél Videla.
Los informes del Centro de Estudios e Investigaciones Históricas y Sociales y de médicos que prestaron servicio en ese hospital durante la dictadura, figuran en el expediente
que prueba que allí nacieron bebés de madres que desaparecieron y también se inscribieron como hijos propios de mujeres que nunca habían estado embarazadas.
Los testimonios, incluido el de un civil que trabajaba en Campo de Mayo, ya sirvieron para la recuperación de dos nietas.
Tras un pedido que realizó la Secretaría de Derechos Humanos al Juzgado Federal 3 de Jorge Ballesteros de allanar el MFC - echo que no se habría producido ya que la documentación habría sido entregada voluntariamente- las enviadas del juzgado encontraron decenas de fichas de chicos que eran inscriptos con un nombre inventado en los hospitales, y que luego resultaban ser de una persona distinta. El primer caso que reveló todo este entramado que permitía 'el blanqueo' de bebés nacidos en cautiverio se confirmó hace exactamente un año, cuando las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la recuperación de Belén Altamirano-Taranto, nacida en los primeros días de agosto de 1977 en la maternidad clandestina de Campo de Mayo.
En los registros de adopciones de la Secretaría del Menor aparecieron escondidos entre archivos, las fichas de adopciones favorecidas por el Movimiento Familiar Cristiano. Dicha entidad tenía, por entonces, un convenio con la Secretaría del Menor.
En aquellos años 'la señora Link' -ya fallecida- recibía a los adoptantes y a los adoptados, y era ella quien escribía y firmaba las fichas con los datos de ingresos de los bebés y los datos de la familia que los llevaría para su casa.
Videla y el Movimiento Familiar Cristiano
Ayer cumplió 83 años. Videla, que se encuentra bajo prisión domiciliaria, quizás deba olvidarse de soplar las velitas en su casa de Cabildo al 600. La orden de detención -confirmada por la Cámara Federal- por el secuestro extorsivo de los empresarios Federico y Miguel Gutheim durante la dictadura se haría efectiva en "cuestión de días" según afirmaron fuentes judiciales. El ex dictador cada vez suma más acusaciones por los delitos cometidos durante el terrorismo de Estado, pero su vinculación con el MFC podría reactualizar la causa por el plan sistemático de apropiación de menores que motivó su detención.
La vinculación entre el ex represor y el Movimiento Familiar Cristiano se remonta a la década del ´50 y habría comenzado antes de que lo ascendieran de capitán a rango de mayor, según relatan María Seoane y Vicente Muleiro en el libro El Dictador. Hombre de fe, Videla era parte de esa estructura en el obispado de Morón, que abarca también los partidos de Hurlingham e Ituzaingó.
En 1956, el entonces capitán abandonó el barrio de Hurlingham porque el Ejército lo enviaría a Estados Unidos para someter a su hijo a un tratamiento médico, cuyo informe diagnosticara que no había solución para la oligofrenia y epilepsia profunda que sufría. Lo cierto es que, a su regreso, y de visita por el MFC, supo dejar a su hijo bajo buenas manos: las monjas de Morón.
La Casa de la Caridad también atendía a niños desamparados como los cuatro hijos de la prima de Videla, Julia.
En el libro Mujeres de los dictadores, Juan Gasparini, también, narra la relación de Videla con las monjas francesas, 20 años más tarde asesinadas bajo su gobierno militar: Reneé Leónie Duquet y Alice Domon. La razón del lazo: su hijo discapacitado, el tercero de los siete, Alejandro Eugenio Videla. El contacto directo: el primo hermano de su esposa Alicia Raquel Hartridge de Videla.
Duquet y Domon, dos monjas de la congregación de Hermanas de las Misiones, llegaron a la Argentina a principios de los años ´50. En plena Revolución libertadora, Duquet comenzó a trabajar, entre varias actividades caritativas, con enfermos mentales en la Casa de Catequesis de Morón cuyo sacerdote, era aquel primo de la señora de Videla: el padre Ismael Calcagno.
Al ya teniente coronel, los brotes psiquiátricos de su tercer hijo, no lo dejarían vivir en paz. Así, junto a su esposa, decidieron internarlo en la Colonia Nacional Manuel Montes de Oca, ubicada en la localidad de Torres, a 100 kilómetros de Capital Federal, el mismo instituto psiquiátrico donde desapareció la doctora Cecilia Giubileo. El hijo de Videla moriría antes del golpe de Estado perpetrado por su padre. Según los archivos gráficos de la década del "Proceso de "Reorganización Nacional" poco y nada se supo de ese hijo, de los siete, que no aparecía en el album de familia del represor.
RECUADRO
Adopciones non-sanctas
"Yo no sé nada, ni tampoco sé quién sabe. No, no, no conocemos ningún caso de adopciones este tipo en el Movimiento" advirtió una señora, no bien llegó, a las 9, a las oficinas del MFC de Humberto Primo al 600 en el barrio de San Telmo. Se refería a los casos de las chicas restituidas que fueron adoptadas en tiempos de dictadura mediante esa institución. "No sabemos nada. Acá se juntan una vez por semana, no sé qué días, no sé nada" dijo, esperando a que Miradas al Sur se retire de esa vereda.
"Sabemos de la importancia social y espiritual que este Servicio viene cumpliendo, donde la demanda de niños para adoptar crece pero las dificultades para lograrlo dentro de las normar legales se complican día a día", señala el MFC en su página web respecto al servicio de adopción que aún hoy propicia. La institución, que incentiva la campaña de "No al aborto, sí a la adopción" da charlas de "información abierta y apoyo para el inicio de los trámites pero no indica desde cuándo y cómo lo vienen impulsando.
Su historia oficial está contada. Pero, sin embargo, la década del ´70 en la que propiciaron una veintena de adopciones non-sanctas, no existe en esa historia. Al menos, no la mencionan. "Nació en Buenos Aires, capital de la República Argentina, a fines de la década del 40. Dos ideas básicas fueron las que motivaron a los grupos iniciales: la espiritualidad conyugal en la que se centraron los equipos de Ntra. Sra. de París fundados por el Abate Caffarell en Francia y Bélgica y el apostolado familiar que realizaba el Christian Family Movement de Estados Unidos y Canadá", explican en el sitio web.
En realidad, su inicio se remonta a fines de 1948 tras una reunión de un grupo de matrimonios en San Martín de Tours, en la provincia de Buenos Aires. En 1955 - ya en épocas en que el general Videla militaba en la organización - comienza el "apostolado para novios" y se consolida la estructura de lo que le dará el nombre al movimiento.
En vista de esta fuerza, "el Episcopado Argentino resuelve pedir al MFC la presentación de Estatutos. Así se hace y éstos son aprobados el 17 de diciembre de 1959. Desde entonces el MFC fue creciendo y propagándose aún más allá del Río de la Plata para toda Latinoamérica", concluye la historia. Lo cierto es que este Movimiento, que nace en Argentina, se extiende por el mundo y ya reúne 19 países de Latinoamérica.
RECUADRO
La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, aseguró a los medios que dicho movimiento fue "uno de los vínculos que utilizó la dictadura para las adopciones de los hijos de desaparecidos nacidos en Campo de Mayo". "Después de años de lucha, Verónica supo que su hermana es otro caso de adopción a través del MFC que, aparentemente, entregaba a niños en adopción sin investigar el paradero de su familia", expresó Carlotto en un comunicado de prensa, refiriéndose a la hermana de Verónica Castelli.
"Si bien las adopciones y apropiaciones se hicieron mediante distintas formas y circunstancias, es necesario dar a conocer la historia del MFC para que los jóvenes, e incluso también los adoptantes, se presenten para saber si esos chicos son o no son hijos de desaparecidos", sostuvo la directora de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), Claudia Carlotto. "Lo más importante es incentivar la búsqueda, dando a conocer desde los más pequeños datos que ayuden a que haya más presentaciones para entrecruzar los datos con los que están en el Durand", sustentó.
Diario Miradas al Sur
03-AGO-2008