La nueva ola de documentos revelados por Wikileaks sobre la empresa privada, Stratfor, que en el submundo de los servicios de inteligencia y las empresas de seguridad es considerada "la CIA en las sombras", tiene mucha mayor importancia que las revelaciones anteriores como la filtración de los cables del Departamento de Estado.
Walter Goobar
Para Tiempo Argentino
La nueva ola de documentos revelados por Wikileaks sobre la empresa privada, Stratfor, que en el submundo de los servicios de inteligencia y las empresas de seguridad es considerada "la CIA en las sombras", tiene mucha mayor importancia que las revelaciones anteriores como la filtración de los cables del Departamento de Estado. Esta vez, la publicación de cinco millones de correos electrónicos de Stratfor pone al descubierto que las actividades de inteligencia es un rubro mas que se suma a la lista de sectores tan sensibles como rentables, que van desde la gestión de cárceles hasta misiones de combate, en los que empresas privadas ejercen funciones que hasta hace poco se creían reservadas a la soberanía estatal, y lo hacen sin un adecuado marco de control.
Además de mostrar a Stratfor como una empresa de inteligencia privada que realiza actividades ilícitas, que tiene estrechos vínculos con organismos de inteligencia de Estados Unidos y que brinda información tanto a empresas como a las Fuerzas Armadas estadounidenses, los correos electrónicos confirman la creciente convicción de que el gobierno de Obama, lejos de alejarse del secretismo de la era Bush/Cheney, está obsesionado con ocultar cierta información al público y se opone fuertemente a la transparencia.
Stratfor no es una empresa cualquiera. Es una consultora de inteligencia que trabaja no solo para empresas multinacionales sino para agencias gubernamentales y tiene además su propia red de informantes en organizaciones públicas y privadas en todo el planeta. Los tentáculos y las conexiones de Stratfos son útiles a EEUU a la hora de espiar a gobiernos extranjeros a pedido de una agencia gubernamental. Si la CIA necesita información pero no puede quedar involucrada por la delicadeza de la situación -como espiar a Israel o a los países de la OTAN-, utiliza a la gente de Stratfor para que lo hagan directamente.
El fundador de Wikileaks, Julian Assange citó como ejemplo los métodos para recopilar información utilizados en el caso de una comunicación entre un empleado de la empresa de seguridad y un israelí, quienes conversaban sobre el estado de salud del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. “Tenés que controlarlo. Control significa control financiero, sexual o psicológico”, explicaba el consejero delegado de la empresa, George Friedman, al analista Reva Bhalla, el 6 de diciembre de 2011. El mensaje hacía referencia a un informante israelí y el estado de salud del presidente venezolano.
Entre las revelaciones DE Wikieleaks hay detalles sobre la contratación de Stratfor hecha por grandes empresas para investigar a grupos activistas y organizaciones no gubernamentales. Los correos electrónicos publicados y los informes muestran a Stratfor espiando -por encargo de la empresa norteamericana Dow Chemical-, a un grupo de activistas de Bhopal, una ciudad de la India que hace 27 años se convirtió en el epicentro del peor desastre industrial del mundo causado por una filial de esa empresa. Según el diario Público de España, durante todo el 2011, Stratfor espió a los activistas defensores de las víctimas de Bhopal y mantuvo informada a la empresa de cualquier movimiento. Si una persona publicaba un mensaje en Twitter relacionado con el desastre indio, convocaba una manifestación o enviaba un correo electrónico de captación de activistas, los informes de la compañía lo recogían.
Dow es una de las más grandes multinacionales del planeta, es uno de los patrocinadores oficiales de los próximos Juegos Olímpicos de Londres 2012, no ha dedicado suficiente dinero para paliar los efectos de aquella gran tragedia pero ahora contrate a servicios secretos privados para espiar a víctimas que sólo reclaman recibir atención médica adecuada "es algo totalmente terrorífico.
Según Julian Assange, el caso Dow "muestra claramente el verdadero rostro de la industria de la inteligencia privada, cómo está corrompiendo y agudizando la enorme desigualdad entre el poder de los gobiernos y las corporaciones, y el de los activistas y organizaciones no gubernamentales".
Entre los clientes de esta verdadera CIA en la sombra figuran, en Estados Unidos, el Departamento de Defensa, el US Army, la US Navy y la US Marine. Además de grandes organizaciones de medios de comunicación, como la propia Thompson-Reuters, numerosas multinacionales (incluidas fabricantes de armamentos como Lockheed Martin, Northrop Grumman y Raytheon), compañías petrolíferas y gigantes financieros como Bank of America y Goldman Sachs. Hasta la Interpol está suscripta a Stratfor.
La correspondencia de Stratfor muestra que las coimas y la corrupción son moneda corriente para la empresa: en uno de los mails se discute cómo transferir los fondos de los sobornos a través de cuentas en las Bahamas... y se trata de pagos ilegales del orden de más de 100.000 dólares al año en el pago de sus informantes (uno de ellos, codificado como Gerónimo, recibe 1.200 dólares mensuales y sólo se comunica con el vicepresidente de Stratfor para Inteligencia, Fred Burton).
La filtración también muestra las íntimas relaciones que mantiene Stratfor con los gobiernos de EEUU y de otros países. Burton fue un agente especial del Servicio Secreto Diplomático del Departamento de Estado, mientras que el fundador de la compañía, George Friedman, mantenía estrechos vínculos con altos cargos de la Casa Blanca del presidente Bush.
Las filtraciones de Stratfor revelan que el cuerpo del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, no fue lanzado al mar y podría estar en poder de Estados Unidos. Uno de correos de Stratfor, que comenzaron a difundirse la semana pasada en la página de WikiLeaks, asegura que el cadáver no fue lanzado al mar, sino que fue enviado a la morgue militar estadunidense de Dover.
De acuerdo con las comunicaciones de la empresa estadunidense, el cuerpo de Bin Laden fue trasladado en secreto por un avión de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tras su muerte en mayo pasado.
El líder de Al Qaeda fue asesinado el 1 de mayo de 2011 en su casa en la ciudad paquistaní de Abbottabad, en una operación militar de las fuerzas especiales estadunidenses.
En un correo electrónico enviado a las cinco horas, ese 2 de mayo, el vicepresidente de Stratfor, George Friedman, dijo de manera textual: “Al parecer, tomamos el cuerpo con nosotros”. Minutos después, en un segundo mensaje enviado a las 05:51 (hora local), el ejecutivo de la empresa de espionaje privada de Estados Unidos, Fred Burton, afirmó: “(alfa) cuerpo rumbo a Dover, en avión de la CIA”.
En un correo posterior el vicepresidente de Stratfor escribió: “Sic adelante, sin novedades, rumbo al Instituto de Patología de las Fuerzas Armadas en Bethesda (Maryland)”.
En un último mensaje electrónico enviado a la una de la tarde, Burton respondió a un mensaje y lo tituló: “Re: cadáver de OBL (iniciales de Osama bin Laden)” y en el mensaje destacó: “Cuerpo en Dover enlazado, debe estar ahí ahora”.
La información de los correos contradice la historia oficial dada a conocer por la administración de Obama de que el cuerpo del líder de Al Qaeda fue manejado de conformidad con las tradiciones islámicas y lanzado al mar desde un buque de la Armada de EEUU.
La revista Fortune -que nomina a las 500 multinacionales más poderosas del mundo-, tituló "Wikileaks 2.0: ¿Ha llegado el momento de tener miedo?" . El artículo advierte: "Está quedando claro que esta descarga de datos podría tener un impacto mucho mayor que la anterior publicación por Wikileaks de miles de cables diplomáticos. Aquellos cables revelaban, en su mayor parte, meros chimentos. Pero los emails de Stratfor podrían ser explosivos para compañías, gobiernos e individuos en todo el mundo, además de para la propia Stratfor".
Tiempo Argentino
07-03-2012