Loli Ponce escribía a escondidas en el campo de concentración. Sus poemas serán leídos en la ceremonia de este miércoles.
Loli Ponce escribía a escondidas en el campo de concentración. Sus poemas serán leídos en la ceremonia de este miércoles.
por Walter Goobar
La secuestraron miembros del SIN (Servicio de Inteligencia Naval) el 18 de julio de 1977. Ese dia su hijo Luis Andrés -"Piri"-, cumplía dos años y lo había llevado al Jardín Zoológico de Palermo. Tal vez la cita a la que acudió estaba "cantada" y la apresaron. Nadie sabe como Ana María Ponce, conocida por sus compañeros de militancia como "Loli" se las ingenió para entregar el niño a una compañera antes de que la llevaran a la ESMA.
Sus carceleros decían que ella había atentado contra un marino y su suerte estaba echada. Cuando la secuestraron, hacía ya un año que vivía en la clandestinidad porque la accidental explosión de un calefón en su departamento atrajo la atenciín de la policía que descubrió material de Montoneros en la casa.
En enero de ese mismo año habia sido secuestrado por el Ejército su marido Godoberto Luis Fernández, sobre cuya suerte nunca se logró averiguar nada. Pero la preocupación constante de Loli era saber si su hijo finalmente se había reunido con su abuela en San Luis. Dinalmente logró que la dejaran hacer un breve llamado y se entera que Piri está allí.
Al principio, Loli pasó mucho tiempo en el sótano, con las salas de tortura 12, 13 y 14 al fondo y la subían a dormir en el tercer piso en una celda de medio metro de ancho con su número pegado al tablón. En la Esma nadie tenía nombre. Los presos eran solo números.
Mientras era forzada a trabajar en la fotocomponedora cercana a la imprenta donde los marinos -entre otras cosas falsificaban documentos-, la desaparecida¨escribió una treintena de poemas y algunos cuentos. Algunos están escritos a mano en hojas oficio y otros mecanografiádos y luego corregidos de su puño y letra:
Que no me mientan,
detrás de mi,
Espera el fin.
Que no me mientan,
detrás de mi,
están los recuerdos,
la simple alegría de vivir libre
Detrás de mi,
quedo un mundo que ya no me pertenece
me miro los pies.
Están atados.
Me miro las manos,
están atadas,
me miro el cuerpo,
esta guardado entre paredes,
me miro el alma,
Esta presa
Me miro simplemente
me miro y a veces
no me reconozco ...
Entonces vuelvo a mirarme,
los pies,
y están atados;
las manos,
y están atadas;
el cuerpo,
y esta preso;
pero el alma,
ay, el alma, no puede
quedarse así,
la dejo ir, correr,
buscar lo que aun queda de mi misma
hacer un mundo con retazos,
y entonces río,
porque aun puedo
sentirme viva.
El 24 de diciembre llevaron a Loli y a los otros presos a una sala donde no habían estado nunca. Asombrados vieron una larga mesa tendida. Vieron manteles, platos de porcelana, cubiertos y botellas de vino. Después llegaron los manjares. Era la cena de Nochebuena. Habían sido torturados y no ignoraban que los torturarían al día siguiente. Apareció el almirante Massera y les deseó Feliz Navidad. Los desaparecidos que estaban engrillados y encapuchados pudieron quitarse las capuchas, brindar y hacer regalos a otros presos, antes de que los volvieran a encadenar y encapuchar. "En esa situación surealista: esa noche Loli me regaló un medallón con una carita que había tallado en madera balsa. Todavía lo conservo", dice la sobreviviente Graciela Daleo.
Aunque Loli solo insinúa los horrores de la ESMA, al igual que en el Diario de Anna Frank los largos períodos de silencio seguidos por algunos dias de escritura febril permiten adivinar el calvario de los interrogatorios y la tortura, el miedo a los "traslados", el constante sobrevuelo de la muerte propia y ajena.
Estaba encadenada y con una capucha que le cubría los ojos "que ya no se queman con la luz". Olvidaba "la noche y el dia", "las calles recorridas", "la inasible sitiación de la libertad"-
"La poesía de Ana María Ponce es verdaderamente singular: convoca el afuear de vida y bo contiene el memor desecho del adentro del horror y dentro del horror", afirma el poeta Juan Gelman.
El primer poema es de octubre de1976 es el unico de fecha anterior a su secuestro y el ultimo es del 5 de Enero de 1978, un mes antes su asesinato.
Graciela Daleo, sobreviviente de la Esma cuenta que Loli supo cuando iba a morir: el lunes de Carnaval de 1978 un carcelero le dijo que la llevarían a hablar coñ el contraalmirante Chamorro, director de la Esma y dueño de la vida y de la muerte de los prisioneros: querían que participara en una conferencia de prensa como "arrepentida". Desde el sótano, Loli se las ingenió para enviar un mensaje a Graciela Daleo que estaba en el tercer piso. Atardecía y Loli le contó la propuesta que había recibido. "Ni yo le dije si eso estaba bien o estaba mal porque de esas cosas no se hablaban ahi adentro", dice Daleo. Repentinamente se abrió la puerta y uno d4e los verdugos apodado "Pedro Caho" le dijo:" Preparese, se va a La Plata". Loli preparó sus cosas y sacó un sobre que entregó a Graciela. Allí estaban los poemas, cartitas de la nueva pareja qure había formado en la Esma, un cuento y unos dibujos, que años después llegaron a manos de Piri, el hijo de Loli que hoy tiene 28 años y estudia Derecho en la Universidad de Córdoba. "Leyendo toda la poesía uno va notanfo los cambios de ánimo. Se nota que ella sabía lo que iba pasar: conocía su destino y lo afrontaba con orgullo", dice su hijo Piri que salvó salvó su vida milagrosamente. Pero Piri tiene una uimagen borrosa de aquella bella muchacha de ojos claros, pelo negro y tez blanca que cantaba y tocaba la guitarra:
--Usted fue separado de su madre a los dos años. ¿Cual es la frase que más le impactó?
-- Es una de las poesías en las que se dirige a mi y me pide que en mi confuso recuerdo trate de recirdar el rostro de ella y eso es lo que me duele porque no lo puedo recordar...
Piri estivo seis meses en casa de una familia hasta que alguien descubrió que el niño llevaba el teléfono de su abuela puntana grabado en una medalla. Esa abuela separada del padre de Loli, finalmente lo crio.
Fue Piri quien hizo llegar a Néstor Kirchner los poemas de su antigua compañera de la Universidad de La Plata donde Loli estudiaba Ciencias Políticas e Historia y su marido Diseño Industrial. Mientras Godoberto ya era miembro de Montoneros, Ana María Ponce y Néstor Kirchner todavía militaban en la Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN). Más tarde. Seguirían caminos distintos: Ana María se convertía en Loli con su pasó a Montoneros y Kirchner se abría de la FURN por disidencias políticas y dejaba de militar en el frente universitario.
Hace poco, Piri recibio un llamado del Presidente informándole que quería que los poemas se publicaran para ser leídos el 24 de marzo cuando se inaugure en la ESMA el Museo de la Memoria. Al elegir los poemas de Ana María, Kirchner homenajea a sus propios compañeros de militancia universitaria.
--"El Presidente me trató de manera muy familiar me contó que los conoció y me contó que gabían estado juntos durante la masacre de Ezeiza", relata Piri que hasta ese momento no conocía ese episodio.
Ana María y su marido fueron dos de los cuatro compañero que el 20 de junio de 1973 lo acompañaron a Ezeiza a recibir a Juan Domingo Perón, que regresaba del exilio. Pero la masiva fiesta popular se transformó en una masacre cuando la derecha peronista atacó a las columnas de la Tendencia Peronista.. Cuando empezaron los tiros Kirchner de sólo 23 años recogió a sus amigos y escapó de la zona manejando una vieja camioneta. Daniel Fernández, el cuñado de Ana María y compañero de la universidad de Kirchner que también iba en el vehículo, recuerda que pasaron por Lanús y llegaron sanos y salvos a Turdera. Pero Fernández no quiere adelantar una opinión sobre porqué Kirchner eligió a Ana María para homenajear a en su nombre a todaslas víctimas de la represión ilegal. "Prefiero que sea el propio Presidente que lo explique", dice sin querer dar mas detalles sobre estos recuerdos que "tienen las huellas digitales marcadas", dice Fernández.
Cuatro años después de aquel episodio Ana María era secuestrada y el lunes de carnaval del 78 se la llevaron para siempre. "Qué dignidad la de la Loli", rememora una compañera de cautiverio que vio como los guardias la sacaban del sector al que llamaban Capucha que estaba ubicado en el tercer piso de la ESMA.
"A pesar de los grilletes que llevaba en los tobillos, salió caminando como una reina", dicen los testigos. "Era como si la escritura y las "infieles palabras" siempre le permitieron sostener la imagen de la libertad. Poco se sabe sobre sus últimos momentos de vida: la versión de los verdugos es que murió por descarga eléctrica o ahorcada en el Salón Dorado, el lugar donde se planificaban todos los operativos y los secuestros. Lo que si se sabe". -sentencia el poeta Juan Gelman-, "es que la poesía la hizo más linre que sus asesinos".
“Para Mañana.”
Mañana
cuando no estemos
cuando todo se haya
vuelto oscuro,
cuando no nos quede
tiempo para derrochar
ni sueño que
desgajar entre besos,
cuando mis manos
se separen de las tuyas,
y tengamos que apretar
los puños con resignación,
cuando la boca
no tenga más palabras
y las palabras desaparezcan
en un aturdido remolino,
cuando el cuerpo
deje de sentir
la permanente compañía
del miedo,
cuando los oídos
se acostumbren para siempre
al silencio,
cuando definitivamente no estemos,
mañana,
nosotros los que fuimos
vivos,
los que reímos y lloramos,
y nos alimentamos
amando,
queriendo la vida,
nosotros estaremos regresando;
y la piel será
una oscura mezcla
de tierra y piedras
y los ojos serán
un inmenso cielo,
y los brazos y los cuerpos
se juntaran sin saberlo
y este niño que quisimos
estará allí
amándonos desde lejos,
sosteniendo nuestro grito eterno
abriendo nuestro
vientre cálido
haciendo interminables y multiplicados
los puños cerrados con dolor.
Revista Veintitrés
17-03-2004