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ESTELA: Documental de S. Di Florio y W. Goonar

Hablan dos jefes de la antigua KGB

"La CIA tuvo más dinero"

Invitados a la Argentina por el ex-jefe de la SIDE Facundo Suárez a través de la Fundación Rusa de Política Económica Exterior, Leonid Shebarshin el jefe de la KGB despúes del fallido golpe contra Mijail Gorbachov y hasta la disolución de la URSS y su colega Nicolai Leonov, jefe del espionaje soviético en las Américas dictarán una serie de conferencias para hombres de negocios y agentes de inteligencia argentinos. Shebarshin y Leonov son socios en una empresa consultora de seguridad y no tiene problemas para sentarse a la misma mesa que sus antiguos enemigos de la CIA. Leonov afirma que la KGB nunca tuvo muchos agentes en la Argentina, ni siquiera durante la dictadura militar que fue la época de esplendor de las relaciones argentino-soviéticas."Argentina dice- tenía una actitud de cierto recelo. Sobre todo los militares, por razones ideológicas. Por eso no considerabamos a la Argentina como un aliado serio".

Por Walter Goobar
Asumió la dirección del servicio de inteligencia soviético -KGB- después del fallido golpe de Estado contra Mijail Gorbachov en el que estuvo involucrado su superior, el entonces jefe del espionaje, Vladimir Kriuchkov. Leonid Shebarshin, el último jefe de la KGB afirma que "todavía es un misterio, si verdaderamente fue un golpe contra Gorbachov...o si fue un golpe a favor...". Aunque el ex-titular de la inteligencia soviética no lo admite directamente, uno de los motivos del fracaso putchista fue que una unidad encargada de operaciones especiales tras las líneas enemigas -las Spetsnatz-, se negó a acatar la orden de Kriuchkov de ocupar el Parlamento ruso porqué esta no había sido ratificada por Shebarshin, que en ese momento era su segundo y se desempeñaba como jefe de Inteligencia Exterior.
--A sus antiguos oponentes de la CIA se le ha reprochado que pese a todos sus recursos no pudieron anticipar el desmoronamiento de la Unión Soviética, pero hasta qué punto lo hizo KGB.
--No de manera formal, pero sí de manera informal. Especialmente en los informes de la inteligencia exterior, -de la que yo estaba a cargo- quedaba clara la idea de que había una amenaza para la existencia del Estado soviético y que se registraba un desmoronamiento creciente. Estas conclusiones, que por otra parte eran muy evidentes, fueron motivo de muchos informes y alertas por nuestra parte.
--Pero esas conclusiones ¿apuntaban a los errores de la perestroika o a los errores del stalinismo?
--Fue una combinación de factores. No se puede apuntar a una de las dos y decir que debido a ella se destruyó a la Unión Soviética. Está claro que los defectos de nuestro sistema se acumularon durante años y es correcto mencionar al stalinismo en este contexto, aunque también es necesario decir que el stalinismo fue el producto de una época y de unas circunstancias que lo hicieron necesario. Después vino la perestroika, que indudablemente era necesaria, pero la manera en que fue implementada produjo mucho daño. Poco tiempo después de que se inició este proceso, la dirigencia perdió el control, no había estrategia y no había táctica. Solo un diseño general y nebuloso. El mayor error de la dirigencia -si es que se lo puede llamar error- fue no prever los resultados de sus decisiones, no estimar correctamente el crecimiento de las tensiones nacionales dentro de la URSS y las ambiciones de las elites regionales.
--¿Qué papel jugó la KGB en la guerra que libraron los sectores ortodoxos y los reformistas en el PCUS?
--La mayoría de los oficiales de la KGB eramos miembros del PCUS y simpatizábamos más con el partido que con Gorbachov. Cuando la brecha entre ambos se ensanchó, y nosotros comenzamos a comprender la situación, creo que Gorbachov perdió todo el apoyo de los oficiales de la KGB. Su falta de coherencia política, sus constantes vacilaciones y cambios de puntos de vista sobre temas decisivos hizo que le perdiéramos el respeto.
--Usted sostiene que la KGB no jugó ningún papel en la lucha entre el PCUS y Gorbachov, sin embargo, el jefe máximo de la KGB Vladimir Kriuchkov fue uno de los principales implicados en el intento de golpe de Estado contra Gorbachov
-- Todavía es un misterio, si verdaderamente fue un golpe contra Gorbachov...o si fue un golpe a favor...
--¿Porqué, desde su punto de vista, cuál fue el papel de Gorbachov en el golpe?
--Creo que Gorbachov simpatizaba con aquellos que querían imponer el Estado de Emergencia, pero al mismo tiempo no se quería verse involucrado en ninguna maniobra riesgosa. Por eso, les dio vía libre a los llamados golpistas pensando que de una manera o de otra saldría ganando. Si triunfaban lo putchistas lo iban a necesitar y si perdían también.
--¿Porqué fracasó el golpe?
--Conocía bien a Kriuchkov, al general Baklanov, al general Ajromeiev y todos eran hombres honestos que no perseguían ambiciones personales...
Ellos servían una causa y un país que era la Unión Soviética que se estaba deslizando por un precipicio y trataron de detenerlo. Ellos no tomaron en consideración los sentimientos de la gente, particularmente de los jóvenes y dieron por sentado que el Estado de Emergencia sería bienvenido por la población. Cuando 20.000 o 30.000 personas rodearon el Parlamento, la situación se tornó completamente desfavorable.
--¿Porqué los golpistas en lugar de sacar los tanques a la calle no tomaron el Parlamento antes, con unidades especiales?
-- En todas las cuestiones humanas hay un 80 por ciento de estupidez, un diez por ciento de cálculo y otro diez por ciento de suerte. Pienso que enviar tanques a Moscú fue una estupidez. Creo que alguna vez se va a saber que había un acuerdo secreto con los golpistas que algunos líderes democráticos posteriormente violaron. Un par de días después del aplastamiento del golpe el presidente Yeltsin admitió haber "sido más listos que los golpistas", dando a entender que hubo un doble juego.
--¿Quién gobierna hoy en Rusia, el Kremlin o la Mafia?
--Yeltsin es el Presidente y Chernomyrdin es el Primer Ministro, tenemos un Parlamento, medio centenar de ministerios, y no hay ninguna duda que el gobierno está en el Kremlin, pero el crimen organizado ha cobrado un poder creciente gracias a los funcionarios corruptos y a los empresarios deshonestos.
--Rusia se ha convertido también en un campo de reclutamiento para diversos servicios de inteligencia extranjeros...
-- No me caben dudas de que muchos políticos están en las listas de pago de servicios de inteligencia extranjeros. No tengo pruebas de ello, pero mi experiencia de 30 años en la KGB me basta.
--¿La CIA fue más eficiente que la KGB?
-- La inteligencia es una cuestión de suerte, de persistencia, de dinero. Ellos tuvieron más dinero pero no más suerte ni más persistencia que nosotros. No fueron ni son más eficientes de lo que fuimos nosotros.
--¿Cómo se siente usted ahora haciendo negocios con sus antiguos enemigos de la CIA?
-- Junto con mi colega Leonov y un grupo de oficiales de la KGB hemos puesto en marcha una empresa de seguridad y muchos ex-colegas norteamericanos están en el mismo negocio, por lo tanto es lógico que tengamos contactos con ellos. Somos o fuimos profesionales que hacíamos un trabajo determinado. Ese trabajo concluyó y con ello las razones para la nuestra animosidad.


Nikolai Leonov , ex jefe de la KGB
"Rusia abandonó a Cuba"

Por W.G.
"Mucha gente piensa que con la descomposición de la Unión Soviética el mundo se ha convertido en un lugar más seguro, mi mensaje -desgraciadamente- es el contrario", afirma el general retirado, Nikolai Leonov fue durante 10 años jefe de Información y Análisis del Departamento de Inteligencia de la KGB. Leonov es un personaje de leyenda en la inteligencia soviética. Ha trabajado durante 33 años en la KGB y entre 1983 y 1991 se desempeñó como subjefe del servicio de inteligencia para el area de las Americas por lo cuál habla el castellano con notable fluidez. Afirma que la KGB no tuvo relaciones con el ERP o los Montoneros y un escaso número de agentes en la Argentina, porque la actividad se limitaba a una tarea de observación sobre la actitud y la actividad de los norteamericanos en el país. Perteneciente a la vieja camada de agentes de la Guerra Fría, Leonov considera que la inteligencia debe nutrirse dew ideología. "Si uno trabaja en esto por dinero, mañana mismo el enemigo te paga el doble o el triple".
--¿Cuantos agentes tenía la KGB en la Argentina en su época de mayor esplendor?
--No podían ser muchos. Cuatro o cinco, porque la Argentina nunca era el objetivo del trabajo de la inteligencia. Nos limitabamos a una tarea de observación sobre la actitud y la actividad de los norteamericanos básicamente.
--¿Pero durante la época en que la junta militar violó el embargo cerealero impuesto por los EEUU o durante la guerra de Malvinas esa actividad se debe haber potenciado?
--En aquella época Argentina tenía una actitud de cierto recelo. Sobre todo los militares, por razones ideológicas. Por eso no considerabamos a la Argentina como un aliado serio.
--Usted va a dar cursos a los agentes de la inteligencia argentina. ¿En que areas cree que podrá aportar conocimientos a sus colegas?
--Yo les voy a hablar sobre el trabajo de análisis de la información internacional. Trataré de hacer un esbozo sobre los peligros del mundo actual. Mucha gente piensa que con la descomposición de la Unión Soviética el mundo se ha convertido en un lugar más seguro, mi mensaje -desgraciadamente- es el contrario. El mundo es ahora más peligroso que nunca. Los conflictos que antes agobiaban la conciencia humana -la amenaza nuclear, la tercera guerra mundial- eran amenazas teóricas en las que ningún país pensaba seriamente porque equivalían al suicidio. Ahora, en cambio, están abiertas las posibilidades para que cualquier conflicto regional, de fronteras o nacionalista se transforme en una amenaza global.
--A sus antiguos oponentes de la CIA se le ha reprochado que pese a todos sus recursos no pudieron anticipar el desmoronamiento de la Unión Soviética, pero está menos claro hasta qué punto la KGB la previó.
--Nosotros, aunque no hicimos de nuestro conocimiento patrimonio público la previmos y conservamos la lealtad hacia el gobierno. Nosotros informamos al gobierno de los fenómenos que estaban destruyendo al régimen soviético. Por razones disciplinarias no siempre era posible decirlo abiertamente, pero teníamos otros medios para hacerles llegar la información a los oidos de los gobernantes. Nosotros recibiamos documentos de los Estados Unidos, de los centros de sovietología y de la CIA donde se analizaban bastante concienzudamente nuestros defectos, pero la información no tuvo el efecto necesario. La relación entre las autoridades políticas que toman las decisiones con los profesionales que trabajan en inteligencia es un gran problema filosófico.
--Visto ahora en perspectiva, ¿Qué falló o qué podía haber sido distinto?
--Sobre este punto puede haber tantas opiniones como gente a la que usted pregunte, pero creo que la historia ya está contestando a esa pregunta. La experiencia de reformas que tomó China, que también era un país socialista, unipartidista es muy distinto al que tomó Gobrachov y luego Yeltsin. Por eso los resultados distan como la tierra y el cielo. A mi juicio, no se puede convertir de golpe un país que era una dictadura ferrea stalinista en un mar de democracia ilimitada. La democracia tiene que madurar y se necesita tiempo. Todas las reformas, sobre todo en el ambito enconómico deberían haber sido realizadas conservando el poder del Estado y relajando el control poco a poco, para dar a la opinión pública el necesario tiempo de maduración y de creación de los instrumentos democráticos.
--Usted atribuye los errores a la perestroika, pero otros sovietólogos
sostienen que los errores del stalinismo fueron tan grandes que la perestroika no los pudo reparar.
--No es que no pudo. Gorbachov no tenía un plan claro, preciso y concreto ni la voluntad de un estadista. Creo que en la historia de mi país le aguarda un lugar poco privilegiado. Ya está olvidado por el 90 por ciento de la población y el 10 por ciento restante todavía lo odia. La actitud de cada figura política se mide por los resultados. No hay otro criterio.
--En algunos libros recientemente publicados se habla sobre los contactos entre la KGB y las organizaciones guerrilleras como Montoneros y ERP durante las dos décadas pasadas.¿Hubo algún tipo de relación orgánica?
--No he leido esas publicacione, pero le digo con absoluta seguridad que nuestra inteligencia no tuvo ningún contacto con ningún grupo clandestino. Seguíamos las noticias, pero había una decisión firme del gobierno soviético de no tener contactos en ningún país con ese tipo de organizaciones.
--Sin embargo, en Chile la KGB participó en la entrega de armas al Frente Patriótico Manuel Rodríguez
--Tengo muchas dudas de que participara la Unión Soviética o alguna organización de la Unión Soviética...
--¿Y el Partido Comunista?
--Hay que buscar otras fuentes para esas armas. La política oficial ha negado esta actividad. El armamento ruso que se encontró en esos depósitos no prueba nada, porque ese armamento se podía encontrar en todo el mundo.
--Usted es amigo intimo de Fidel Castro y de Raúl Castro.¿Cómo ha logrado conservar esa amistad pese al actual distanciamiento entre Rusia y Cuba?
--Raúl fue mi primer amigo entre todos los latinoamericanos. Yo lo conocí a bordo de un barco italiano en mayo de 1953, tres meses antes del ataque al Moncada. Ninguno de los dos podíamos suponer el destino que nos esperaba. El viajaba de Europa a Cuba despúes de haber asistido a un evento del movimiento juvenil internacional y yo iba a mi primera misión diplomática a México. Fue absolutamente casual. Con Raúl y con otros dos guatemaltecos trabamos una amistad que perduró toda la vida.
--A propósito de esa amistad,¿no tiene la sensación de que Rusia abandonó a Cuba?
--Claro que la tengo. A Cuba le tocó una experiencia muy dura porque sufrió dos veces el descalabro económico ocasionado por fuerzas externas. La primera vez fue el bloqueo norteamericano, que sobrevino después de la revolución y destruyó prácticamente toda la maquinaria existente en Cuba y más recientemente se produjo el segundo desastre cuando Rusia abandonó a Cuba y a otros aliados como Erich Honecker. ¿A partir de esos episodios quien va a creer que nosotros somos capaces de ser aliados firmes e inquebrantables hasta el último momento?
--Usted eligió la actividad de inteligencia por razones ideológicas. ¿Cree que ha cambiado la ética o la moral de los agentes de inteligencia con el fin de la Guerra Fría?
--La inteligencia siempre debe nutrirse de ideología. Puede ser ideología social como el comunismo, puede ser el ideal nacionalista,
-como en el caso de la inteligencia israelí o china-, puede ser la ideología de gran potencia o el espíritu imperial -como la inteligencia estadounidense o británica-, pero siempre debe ser ideologizada. El hombre que elige esta carrera debe tener en su cabeza algo más que la idea de un trabajo que le dé dinero. Si uno trabaja en esto por dinero, mañana mismo el enemigo te paga el doble o el triple. La inteligencia no es una mercancía que puede venderse, debe ser ideológica.
Diario Página 12
FECHA:26-SEPT-1994



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